Maduro en su laberinto
El nerviosismo de Maduro no nace de una entrevista m¨¢s o menos inc¨®moda, sino de que ya no est¨¢ seguro de la lealtad de sus militares
No es sencillo saber d¨®nde est¨¢ la verdad en medio de tanta desinformaci¨®n. Es seguro que Venezuela padece una grave crisis econ¨®mica, solo superada por Siria y Yemen, ambos destrozados por guerras en las que no somos inocentes. El FMI calcula que la ca¨ªda del PIB venezolano alcanzar¨¢ el 68% en 2023. Hablamos del pa¨ªs con las mayores reservas conocidas de petr¨®leo. Tambi¨¦n es seguro que EE?UU quiere un cambio de r¨¦gimen. Ya est¨¢n los Halliburton y compa?¨ªa calculando sus beneficios.
La responsabilidad de Nicol¨¢s Maduro en el desastre es evidente. Err¨® casi todas las medidas de rescate durante la ca¨ªda del precio del petr¨®leo. Hoy, el 70% de los venezolanos cobra el salario m¨ªnimo, apenas 18 d¨®lares en un escenario hiperinflacionario.
?Es Venezuela una dictadura como la de Nicaragua, que se ensa?a con la oposici¨®n y ataca a la prensa? No ayuda en la guerra de adjetivos la detenci¨®n del periodista Jorge Ramos, en medio de una entrevista con Maduro en el palacio de Miraflores. Le encerraron durante horas en un cuarto oscuro, rob¨¢ndole el material de trabajo. Es uno de los periodistas m¨¢s c¨¦lebres de Am¨¦rica Latina. Se enfrent¨® a Trump en una rueda de prensa de la que sali¨® a empujones. Ya tienen algo en com¨²n Maduro y Trump: ambos detestan a la estrella de Univision. Si hace esto delante de todos, ?qu¨¦ har¨¢ a escondidas con los periodistas venezolanos?
Maduro no es Ch¨¢vez, carece de su carisma y de su ascendente pol¨ªtico. La oposici¨®n no es un bloque homog¨¦neo, en ella conviven extrema derecha, democristianos, socialdem¨®cratas, izquierda y chavistas hasta hace cinco minutos. La mayor¨ªa esgrime ¨¢nimo de revancha. Para ellos, lo ¨²nico bueno de Ch¨¢vez es que se muri¨® en 2013. Con este argumento ser¨¢ dif¨ªcil movilizar a los cientos de miles de chavistas que sufren la crisis y est¨¢n hartos de Maduro. El autoproclamado Juan Guaid¨® hace esfuerzos por ampliar el discurso, pero a la vez proclama su deseo de que EE?UU lance una operaci¨®n militar.
Ch¨¢vez fracas¨® en tres frentes, como los anteriores gobiernos: no cre¨® una Administraci¨®n profesional, no supo contener la deuda y no fren¨® la corrupci¨®n. Venezuela nunca fue virreinato en la colonia espa?ola, sino una capitan¨ªa general. Eso impidi¨® la creaci¨®n de instituciones eficaces.
EE?UU tiene tres opciones a medio-largo plazo: estrangular el r¨¦gimen (entre sanciones, embargo y cuentas congeladas Venezuela ha perdido 38.000 millones); invadir (poco probable tras la experiencia iraqu¨ª) o crear una contra desde Colombia y Brasil formada por desertores venezolanos y mercenarios. El nerviosismo de Maduro no nace de una entrevista m¨¢s o menos inc¨®moda, sino de que ya no est¨¢ seguro de la lealtad de sus militares. Esa ser¨ªa la cuarta opci¨®n, el golpe de Estado, un asunto interno. Es la que est¨¢ en marcha desde hace semanas.
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