La precampa?a: instrucciones de uso
Unos y otros intentar¨¢n apropiarse de elementos que no son solo suyos para polarizar: la crisis catalana, el feminismo. Esa apropiaci¨®n puede hacernos perder a todos
La pol¨ªtica es la organizaci¨®n sistem¨¢tica de los odios, escribi¨® Henry Adams, y en As¨ª termina la democracia (Paid¨®s), David Runciman define nuestro modo de gobierno como ¡°una guerra civil sin lucha armada¡±. En los ¨²ltimos a?os ha habido un debate sobre la pol¨ªtica de la identidad. Produc¨ªa la melancol¨ªa del esfuerzo in¨²til: la identidad es la forma actual de leer la pol¨ªtica. Y la identidad posicional ser¨¢ el tema de las pr¨®ximas elecciones generales: el tiempo de las pol¨ªticas p¨²blicas, si lo hubo, desapareci¨®. Hay m¨¢s partidos, pero vamos a una especie de bipolaridad multipartidista, con vetos, discurso inflamado y personalismo.
Uno de los asuntos centrales es el miedo: unos acusar¨¢n a otros de pactar con quienes quieren trocear el Estado; otros, de complicidad con la ultraderecha y apoyo a su agenda reaccionaria. La t¨¢ctica consistir¨¢ en se?alar la versi¨®n m¨¢s extrema del adversario y esencializarla. Incluir¨¢ la incomprensi¨®n malintencionada y la tergiversaci¨®n, ayudada por las nuevas tecnolog¨ªas comunicativas y una especie de cinismo epistemol¨®gico: ya hemos visto c¨®mo medios distorsionaban declaraciones de Josep Borrell o c¨®mo un diputado ment¨ªa deliberadamente sobre una frase de Patricia Reyes. Unos y otros se acusar¨¢n de violar las reglas: ¡°En vez de una guerra civil sin lucha armada, lo que hay es una lucha armada verbal sin guerra civil¡±, escribe Runciman.
El tono, sobre todo entre Ciudadanos y PSOE, parece reflejar los agravios y el orgullo herido de una disputa familiar. El PP, dirigido por un l¨ªder irresponsable, se muestra incapaz de evitar la tentaci¨®n de una sobrepuja ultramontana con Vox, mientras el ala liberal de Ciudadanos parece retroceder ante la m¨¢s derechista. El PSOE, que crecer¨¢ a costa del fracaso de Podemos, se sorprende de que lo critiquen, con las buenas intenciones que tiene, y a la vez alerta de la extrema derecha recalentando a Lakoff. No sabemos si las banderas y las declaraciones de intenciones dejar¨¢n espacio a discusiones m¨¢s concretas, y parece que costar¨¢ formar Gobierno: quiz¨¢ la experiencia auton¨®mica sirva de ayuda. De momento, esta dificultad no afecta a la econom¨ªa, y esa aparente desconexi¨®n tambi¨¦n resulta desconcertante. Unos y otros intentar¨¢n apropiarse de elementos que no son solo suyos para polarizar: la crisis catalana, el feminismo. Esa apropiaci¨®n puede hacernos perder a todos. @gascondaniel
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