S¨ªndrome de Estocolmo 1-O
Marchena ha anticipado el calendario para huir de la campa?a electoral, pero todo es ya campa?a electoral
Los malos presagios de la polarizaci¨®n probablemente se van a cumplir. Aunque ya se haya ensayado en los ¨²ltimos meses, ahora m¨¢s que nunca todo se va a interpretar desde la din¨¢mica de bloques, acentuada despu¨¦s de que Ciudadanos adoptara la t¨¢ctica, probablemente desesperada ante la fuga de votos a Vox, de vetar los pactos con el PSOE. Sin m¨¢s opci¨®n, todo se va a medir en clave derecha vs izquierda o derechas vs izquierdas y nacionalistas. Lo que algunos llaman Frankenstein vs Francostein, o con denominaciones semejantes afilando el marketing de la insidia para denigrar al bando rival.
Y la onda expansiva de esa polarizaci¨®n encarnizada amenaza tambi¨¦n, claro est¨¢, al juicio del proc¨¦s. Es l¨®gico que Marchena haya anticipado el calendario para huir de la campa?a electoral, pero todo es ya campa?a electoral.
La estrategia de la derecha no deja mucho margen a especular, despu¨¦s de incendiar todo el corto mandato de Pedro S¨¢nchez bajo una l¨®gica simple: el presidente es un traidor por dialogar con los enemigos de Espa?a, con los que s¨®lo cabe un 155 sin concesiones. En definitiva, quienes dialogan con los enemigos de Espa?a son nuestros enemigos.
Estos ¨²ltimos meses, y tanto m¨¢s desde la cita en Col¨®n, ya no solo despachan carn¨¦s de constitucionalistas, sino incluso de buenos o malos espa?oles. Con todo, el juicio del 1-O ha logrado llevar esa dial¨¦ctica de buenos y malos al seno de la derecha: el PP ataca a Cs por el 155 blando, y Cs ataca al PP por haber aceptado la mediaci¨®n de Urkullu. Tras estigmatizar el di¨¢logo, compiten a cara de perro por el certificado de pureza.
La cuesti¨®n es ?y la izquierda? Ante la necesidad pactar con el nacionalismo, puesto que gobernar pasa por forzosamente por la misma f¨®rmula de la moci¨®n, con el objetivo 150+25, ?caer¨¢n en la tentaci¨®n de blanquear a los indepes como compa?eros de viaje? Se intuye el peligro de un s¨ªndrome de Estocolmo con el 1-O, o sint¨¦ticamente s¨ªndrome de Estocolm1O. Aunque el PSOE defendiera hacer pol¨ªtica y a la vez dejar hacer a la Justicia, en las redes aflora ya esa inclinaci¨®n en torno al d¨ªa a d¨ªa en el Tribunal Supremo: parodiar a los fiscales (que han dado algunas facilidades); negar la sedici¨®n o la malversaci¨®n por simpat¨ªa con el testimonio de los acusados; dar empaque de hero¨ªsmo civil a un tipo como Cuixart a pesar de su discurso hueco de la desobediencia democr¨¢tica; caricaturizar al Gobierno Rajoy (testimonios como el Zoido tambi¨¦n facilitan las cosas, a decir verdad) y a la vez mirar para otro lado ante argumentarios irrisorios como la teor¨ªa de la merienda de Rufi¨¢n o la tesis de Colau del refer¨¦ndum ¡°autoorganizado¡± obviando todas las evidencias, incluso qui¨¦n activ¨® la web para votar, present¨® la urna o implant¨® el censo universal. Pero Colau es socia preferente de Podemos y Rufi¨¢n encabezar¨¢ la lista de ERC al Congreso.
Aunque Marchena anticipe el calendario, la campa?a no se va a sustraer al juicio. Al rev¨¦s. Y nada hace pensar que vaya a imponerse la prudencia para proteger el prestigio de las instituciones o del Estado. ?Por qu¨¦ ahora iba a ser una excepci¨®n?
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