Un misterioso jard¨ªn bot¨¢nico en la plaza de Callao

En 1898, el artista alem¨¢n Karl Blossfeldt inici¨® una peculiar serie de fotograf¨ªas, a petici¨®n de su maestro, que quer¨ªa inmortalizar distintas especies de plantas para servir de modelo a los estudiantes de arte. Blossfeldt invent¨® entonces un m¨¦todo de trabajo en el que las plantas se iluminaban desde distintos puntos y se colocaban entre planchas de cristal para obtener im¨¢genes cient¨ªficamente perfectas. Durante a?os, fotografi¨® 6.000 especies bot¨¢nicas y su obra, sin pretenderlo, se convirti¨® en arte por derecho propio cuando los surrealistas la descubrieron a finales de los a?os veinte y la consagraron como objeto de culto.

En las ¨²ltimas d¨¦cadas, las hipn¨®ticas fotograf¨ªas de Blossfeldt han sido una obsesi¨®n para artistas e historiadores. Y ahora tambi¨¦n lo son para Loewe Perfumes.

La firma espa?ola de perfumer¨ªa de lujo introdujo el universo de Blossfeldt en sus fragancias Loewe 001, pero desde esta temporada lo ha convertido en una presencia imprescindible en toda su l¨ªnea de perfumer¨ªa. Adem¨¢s, hasta el pr¨®ximo 9 de marzo las obras de Blossfeldt protagonizan una exposici¨®n ef¨ªmera en una instalaci¨®n en pleno centro de Madrid, en la plaza de Callao. Bautizada como Loewe Art Box Callao, forma parte de la programaci¨®n de Urvanity, un festival de arte contempor¨¢neo que aspira a llevar nuevos lenguajes creativos a las calles madrile?as.

En esta instalaci¨®n, abierta al p¨²blico ininterrumpidamente de 11 a 22 h, el p¨²blico podr¨¢ descubrir la obra de Blossfeldt a trav¨¦s de algunas de sus fotograf¨ªas. Tambi¨¦n adentrarse en la relaci¨®n entre el arte y la perfumer¨ªa con talleres florales y de perfumes. En el fondo, es una operaci¨®n de rebranding (o reposicionamiento de marca) muy acorde con una casa, Loewe, que, desde la llegada del director creativo Jonathan Anderson, ha reivindicado su v¨ªnculo con el arte y su estatus de firma cultural.

A partir de ahora, afirman sus responsables, no es posible hablar de Loewe sin hablar de arte, ni hablar de perfumes hist¨®ricos como Solo, Esencia o Pour Homme sin acordarse de las obras de Blossfeldt que ya decoran todas las fragancias de la casa. La tipograf¨ªa se ha vuelto m¨¢s esencial, los colores se reducen a una gama de (intensos) grises y el toque contempor¨¢neo lo ponen artistas actuales que reinterpretan estas im¨¢genes bot¨¢nicas. La primera colaboraci¨®n la protagoniza Arno Rafael Minkkinen, que ha traducido las formas de flores y plantas en elegantes desnudos en blanco y negro. El cambio, por cierto, tambi¨¦n llega a los propios perfumes: Emilio Valeros, nariz de la casa desde 1989, ha entregado el testigo a Nuria Cruelles, nueva perfumista de Loewe.