Hoy es un gran d¨ªa

Hoy es un gran d¨ªa, pese a todo. Mi hija de 17 a?os hace huelga por primera vez y asistir¨¢ a la manifestaci¨®n de esta tarde. Lo har¨¢ junto a un grupo de compa?eras de un colegio cat¨®lico, demostrando la capacidad de este movimiento para vencer las barreras mentales que nosotros levantamos.

Mi otra hija, la de 14, me emocion¨® esta ma?ana cuando le pregunt¨¦ por qu¨¦ pensaba ella que ten¨ªamos un problema. Me habl¨® del miedo a ir solas por la calle, de las tareas de casa, de las mujeres asesinadas por sus parejas. ¡°Esto no es normal, pap¨¢¡±, me contest¨®.

No es normal, efectivamente. Qu¨¦ bueno que ellas lo sepan. Qu¨¦ bueno que vean a sus padres peleando por este asunto y a su hermano metido en movimientos feministas desde hace a?os.

La verdad es que tengo mucha suerte. Trabajo en organizaciones que pelean cada d¨ªa por los derechos de las mujeres: a la salud reproductiva, a emigrar de forma segura, a ocupar el lugar que les corresponde en la ciencia. Soy testigo del modo en que las mujeres hacen los espacios y horarios de trabajo m¨¢s humanos sin que eso afecte un ¨¢pice la calidad de su trabajo t¨¦cnico y directivo.

En este tiempo de mierda, donde todo lo que parec¨ªa s¨®lido est¨¢ abierto a discusi¨®n, veo en el movimiento de las mujeres una de las pocas razones para ser optimista. Su fuerza est¨¢ abriendo huecos en otros muchos frentes, como el del clima y el de las migraciones.

Hoy es un d¨ªa para recordar, denunciar y celebrar. Un d¨ªa para hacernos mejores. Hoy es un gran d¨ªa y quer¨ªa compartirlo con todos ustedes.