Edificios: cuatro 'marcianadas' que desafiaron el patr¨®n de los bloques sovi¨¦ticos
Arquitectura comunista es para muchos sin¨®nimo de colmenas de viviendas y estructuras fr¨ªas sacadas de una utop¨ªa gris. Pero no. Una asociaci¨®n rumana reivindica edificios ¨²nicos a punto de desaparecer
El 7 de diciembre de 1954, Nikita Jruschov dio el discurso inaugural?en la (aviso: no lea este nombre en voz alta, podr¨ªa ahogarse) Conferencia Nacional de Constructores, Arquitectos, Trabajadores de la Construcci¨®n y Fabricaci¨®n, Trabajadores de las Industrias de Maquinaria y Carreteras, y Empleados de las Organizaciones de Dise?o e Investigaci¨®n y Desarrollo. "Se titulaba Sobre la introducci¨®n extensiva de m¨¦todos industriales, mejorando la calidad y reduciendo los costes de construcci¨®n, y fue el punto de inflexi¨®n entre los dos periodos que tuvo la arquitectura socialista", explica el arquitecto Dimitri Rusu, que desde la asociaci¨®n rumana BACU (Bureau for Art and Urban Research) ha promovido el movimiento Socialist Modernism, que pretende trazar un mapa de los edificios destacables para su protecci¨®n y rehabilitaci¨®n.
Hasta aquel mon¨®logo, que empez¨® con el pertinente grito de "?Camaradas!", el estilo dominante era el muy estalinista realismo socialista. Cuando acab¨® de hablar Jruschov, que hab¨ªa sustituido al fallecido Stalin al frente de la Uni¨®n Sovi¨¦tica pocos meses antes, el tan poco sorprendente como largu¨ªsimo aplauso del auditorio puesto en pie dio comienzo a lo que se conoci¨® como modernismo socialista. Otro giro de la historia.
Tras la revoluci¨®n, el constructivismo hab¨ªa sido el santo y se?a del nuevo orden sovi¨¦tico. Cuando en los a?os treinta se declar¨® contrarrevolucionario, lleg¨® el realismo sovi¨¦tico con sus grandilocuentes y pomposos palacios que afirmaban la grandeza del nuevo imperio. Jruschov decidi¨® acabar con aquello, dando prioridad absoluta a las viviendas. El objetivo era que en 20 a?os cada ciudadano contara con un apartamento gratuito. Los estudios de arquitectura quedaron relegados frente a los institutos de proyectos. Todos los recursos se destinaron a grandes bloques de viviendas mim¨¦ticos usando estructuras prefabricadas de hormig¨®n. La orden fue eliminar lo superfluo en dise?o y construcci¨®n. La arquitectura deb¨ªa ser funcional y resolver problemas sociales.
Esa idea, el modernismo sovi¨¦tico, se mantuvo hasta pr¨¢cticamente la ca¨ªda del bloque comunista a partir de 1989. Pero 40 a?os son muchos y Europa oriental una regi¨®n gigantesca, as¨ª que obras singulares se colaron en el dise?o de edificios oficiales, mercados, circos de invierno y salones para bodas. "Aunque la arquitectura del periodo socialista y los conceptos de aquellos a?os?han sido ignorados tanto local como globalmente por los arquitectos y las autoridades, ¨²ltimamente se han vuelto cada vez m¨¢s populares entre los profesionales, al menos en Europa del este", explica Rusu. "No solo por razones simb¨®licas, sino porque creemos en estos elementos que lograron desafiar algunos de los requisitos ideol¨®gicos, dando al espacio urbano un cierto sabor caracter¨ªstico de aquellos tiempos. Son un claro reflejo del contexto social y cultural del periodo socialista". Es decir, no es nostalgia, es reivindicaci¨®n.
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