L¨ªderes an¨®nimos que catalizan el malestar global
Los movimientos del 'Me Too' y de los estudiantes por el clima tienen en com¨²n la rapidez del contagio a escala planetaria
Primero fue el Me Too de las mujeres y ahora es el dedo acusador de los estudiantes por el clima el que se extiende por m¨¢s de cien pa¨ªses. Ambos movimientos tienen en com¨²n elementos que explican el nuevo terreno en el que nos movemos. El primero, la inusitada rapidez con la que puede convertirse en global una iniciativa que surge de forma local. Una mujer que denuncia p¨²blicamente un acoso. Una ni?a solitaria que deja la clase y se planta con su pancarta ante el Parlamento de su pa¨ªs. La capacidad de contagio instant¨¢neo es una de las caracter¨ªsticas del nuevo ecosistema y es fruto de la sinergia entre las redes, que forman una malla tupida capaz de cubrir todo el planeta, y los grandes medios de comunicaci¨®n, cuya capacidad de difusi¨®n e impacto es tambi¨¦n, gracias a Internet, global. Este complejo sistema combina la verticalidad con la horizontalidad: cada receptor se convierte en un nuevo foco emisor.
El segundo elemento diferencial es la naturaleza de los liderazgos que los mueven. Personas an¨®nimas capaces de encarnar en un momento dado una corriente profunda que no acaba de encontrar su cauce de expresi¨®n. Es un liderazgo ¡°catalizador¡±, en el doble sentido de la palabra: 1) Causar o provocar un proceso o una reacci¨®n de cualquier tipo. 2) Atraer, conformar y agrupar fuerzas, opiniones, sentimientos, etc¨¦tera. Exactamente eso. Si el malestar que los alimenta es global, lo natural es que la respuesta tambi¨¦n lo sea.
El tercer elemento es la radicalidad de las reclamaciones. Las mujeres saben que solo con leyes no se alcanzar¨¢ la igualdad porque hay mil formas de incumplirlas. Que no habr¨¢ igualdad sin un cambio profundo de las estructuras. Tambi¨¦n los estudiantes que siguen a Greta Thunberg reclaman transformaciones radicales: ¡°Para intentar hacer algo por el clima hemos de cambiar el sistema¡±, escrib¨ªan ayer sus l¨ªderes. En el caso de las mujeres, el combustible que las mueve es el hartazgo por la persistente humillaci¨®n. En el de los j¨®venes por el clima, la urgencia: ¡°Si los que ahora est¨¢n en el poder no act¨²an, ser¨¢ nuestra generaci¨®n la que pagar¨¢ las consecuencias¡±. ¡°No podemos seguir esperando¡±. Dicen que no quieren esperanza, quieren que los adultos sientan p¨¢nico y hagan algo. La cuesti¨®n es cu¨¢nta fuerza ser¨¢n capaces de acumular y si tendr¨¢n capacidad de perdurar.
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