Tres fases
Los discursos de Churchill y de De Gaulle han sido reducidos a simples y fren¨¦ticos tuits salidos de los dedos de Donald Trump
La voz, la imagen, la Red. La radio era la voz. En los a?os treinta del siglo pasado con la radio ascendi¨® Hitler al poder, y en manos de su ministro de propaganda, Joseph Goebbels, se convirti¨® en una formidable arma pol¨ªtica. Durante la guerra, a trav¨¦s de ese aparato, los ladridos del f¨¹hrer fueron neutralizados en el espacio con las arengas de Churchill y De Gaulle. En la contienda civil espa?ola la radio propici¨® la ardiente voz de Pasionaria llamando al combate y las insidias usadas por Queipo de Llano para desmoralizar al enemigo. Despu¨¦s, en la posguerra hab¨ªa que tapar el aparato con dos mantas para que los vecinos no se enteraran de que se estaba sintonizando la Pirenaica. El control de la radio por el poder fue constante hasta que 30 a?os despu¨¦s la voz fue sustituida por la imagen. Este cambio se produjo en el debate cara a cara en televisi¨®n entre Richard Nixon y John F. Kennedy el 26 de septiembre de 1960. Era la primera vez que la pol¨ªtica hubo de someterse al lenguaje y a los c¨®digos de la pantalla. En ese encuentro no fueron lo m¨¢s importante las ideas, sino la telegenia de los candidatos. Nixon fue derrotado porque apareci¨® con el rostro sudoroso lleno de sombras frente a Kennedy, reci¨¦n afeitado y con un bronceado de yate. A partir de entonces, los asesores de imagen elevaron la corbata del candidato al mismo nivel de su inteligencia. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, el poder de la imagen ha sido suplantado por la fuerza de Internet, que ha introducido la pol¨ªtica en una charca llena de infinitas ranas, que se dedican a llenar las redes de impulsos irracionales, t¨®xicos sin control. Los discursos de Churchill y de De Gaulle han sido reducidos a simples y fren¨¦ticos tuits salidos de los dedos de Donald Trump, y en esa f¨¦tida charca chapotean los pol¨ªticos todav¨ªa en chancletas sin saber el peligro que corren. Este es el panorama.
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