La boda roja¡ en la Casa Sanchista
Lo del secretario general del PSOE en Ferraz este fin de semana ha sido una masacre, casi al modo de 'Juego de Tronos'
Las siglas se conservan, pero su significado se desdibuja: el PSOE va pasando a ser el Partido Sanchista Obrero Espa?ol. A su medida. Todo l¨ªder tiene legitimidad para sintonizar el partido, pero se entiende que eso afecta a la ejecutiva, a la direcci¨®n del grupo parlamentario, a la nomenclatura, pero no a privatizar el partido. La purga impuesta por S¨¢nchez ha arrasado con la pluralidad saludable del centroizquierda, la socialdemocracia y la izquierda socialista. Los datos publicados por Cue y Marcos en EL PA?S son incontestables: m¨¢s de dos tercios de los abstencionistas de 2016 han sido liquidados en las listas, y solo quedan 22 de 68. Lo de S¨¢nchez en Ferraz este fin de semana ha sido una masacre; casi al modo de La boda roja, el legendario episodio de Juego de Tronos de un ceremonial como trampa de la Casa Frey para pasar a la Casa Stark a cuchillo. S¨¢nchez, desde la mesa presidencial, con la sonrisa de Walder Frey, ha disfrutado de la venganza de la Casa Sanchista por los agravios de 2016.
Ciertamente, Casado ha operado de modo similar para liquidar el marianismo, pero hay una diferencia sustancial: el PP es un partido vertical, con una cultura presidencialista, y el PSOE es ¡ªo era¡ª un partido federal y horizontal en buena medida. La referencia org¨¢nica de Casado deber¨ªa ser el ¨²ltimo argumento en Ferraz para calibrar un m¨¦rito. S¨¢nchez, el l¨ªder de la militancia, no es que se haya reservado un plus en las candidaturas, bajo ese modelo tan aznarista del dedazo para los cabezas de lista, sino que ha privatizado las siglas. La sangr¨ªa no ha sido importante, sino implacable. Hay gestos que bordean el capricho, como depurar a Urquizu, un nombre de prestigio nada amenazante. Aviso a navegantes: aqu¨ª no hay sitio ni para los mejores fuera de la sumisi¨®n. Pero sobre todo se trataba de arrasar a la Casa Susanista; ese era el objetivo de la boda roja. Se les ha pasado por la quilla, dejando unas listas irreconocibles para la militancia. El secretario andaluz de Organizaci¨®n lo ha sintetizado con iron¨ªa: ¡°Algunos nombres he tenido que buscarlos para saber qui¨¦nes son¡±. Para el susanismo es un anticipo de la faena que se rematar¨¢ despu¨¦s de mayo, el final en diferido para la boda roja ejecutada por S¨¢nchez, ?balos y Cerd¨¢n.
Con las perspectivas de triunfo, y desde luego sin la amenaza ya del sorpasso por la izquierda, ?era necesario hacer ese ejercicio de cesarismo? No es nuevo el premio a la fidelidad en los partidos, el bonus por sumisi¨®n, pero esto ha sido una exhibici¨®n de venganza innecesaria, confundiendo las prerrogativas de un secretario general con una organizaci¨®n personalista, como si liquidar familias del partido fuese equiparable al derecho al Falcon. No hay antecedentes en el PSOE. Esto va m¨¢s all¨¢ del c¨®digo guerrista de disciplina interna. Aunque Susana D¨ªaz quiso contactar varias veces con el presidente, S¨¢nchez se desentendi¨® pronto; y a los secretarios provinciales se les ignor¨® literalmente. Por m¨¢s que cultive la est¨¦tica kennediana en su book, est¨¢ m¨¢s cerca de la mec¨¢nica leninista. S¨¢nchez habr¨¢ calibrado la operaci¨®n mientras se rodea de una nomenclatura de prestigio menor ¡ªtodos los bonapartismos empiezan as¨ª su decadencia, dec¨ªa Metternich¡ª pero esto entra?a riesgos. Lo que suceda en las urnas ya tendr¨¢ sello sanchista; y esta por ver si habr¨¢ desmotivaci¨®n en el feudo del sur. En todo caso hay algo seguro: los abusos de poder interno siempre regresan en el futuro para pasar la factura.
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