Un gesto tibio

El apa?o al que ha llegado el Partido Popular Europeo sobre el l¨ªder autoritario Viktor Orb¨¢n para no expulsarlo de sus filas es un error que tendr¨¢ consecuencias tanto para el Eurogrupo como para el propio proyecto de la Uni¨®n. A dos meses de uno de los comicios m¨¢s decisivos a los que se enfrenta Europa ¡ªdefinidos por su car¨¢cter existencial¡ª es preocupante que los populares hayan optado por el puro tacticismo electoralista.

El gesto tibio de aplicar una suspensi¨®n parcial al partido del primer ministro h¨²ngaro, Fidesz, priv¨¢ndole de sus derechos de voto y de asistencia a los congresos del PPE, en lugar de la rotunda exclusi¨®n que una docena de partidos de 10 pa¨ªses hab¨ªa pedido ¡ªentre los que no se encuentra el Partido Popular de Pablo Casado¡ª, revela una preocupante falta de convicci¨®n de la familia europea conservadora en sus propios valores.

Los ataques sistem¨¢ticos a la Comisi¨®n llevados a cabo por Orb¨¢n, junto a un manual de actuaci¨®n caracterizado por minar progresivamente la independencia de las instituciones de su pa¨ªs, adem¨¢s de sus conocidas t¨¦cnicas para anular a la oposici¨®n o su actuaci¨®n para destruir la libertad de los medios de comunicaci¨®n h¨²ngaros, muestran una deriva autoritaria lo suficientemente grave como para que el grupo popular hubiera emitido un rotundo gesto de repulsa y un mensaje de autoafirmaci¨®n europe¨ªsta cuando m¨¢s lo necesita la UE.

Pero la familia de los populares ha preferido sacrificar los principios en los que se supone que se fundamenta un gran grupo democr¨¢tico europeo, a cambio de un miserable c¨¢lculo electoral al m¨¢s puro estilo populista. El miedo a que pueda surgir una fuerza de ultraderecha en torno a Mateo Salvini que le reste apoyos, y al que pudiera incorporarse el autoritario Orb¨¢n, ha hecho que el Partido Popular Europeo traicione los valores que proclama, confirmando as¨ª su derrota y su desprestigio. La permanencia de Orb¨¢n en las filas populares no solo hace m¨¢s dif¨ªciles los acuerdos con otras familias pol¨ªticas europeas como la de los liberales y socialdem¨®cratas, imprescindibles para avanzar en la integraci¨®n, sino que desdibuja las se?as de identidad de un proyecto que est¨¢ siendo contestado desde fuera por un orden internacional cada vez m¨¢s parecido a lo que Orb¨¢n representa.

El PP ha perdido una extraordinaria oportunidad de demostrar su compromiso con los valores fundacionales de la UE, haciendo buenas con su errada decisi¨®n las cr¨ªticas de quienes acusan a las personas destinadas en Bruselas de haber perdido el contacto con la realidad. Los populares han jugado a no ver el evidente avance del autoritarismo en Hungr¨ªa y la amenaza que esto supone para Europa, siendo el ¨²nico responsable de ello Viktor Orb¨¢n.