El centro vac¨ªo
Por primera vez los partidos se han alejado de ese espacio que les garantizaba el triunfo en las elecciones o, cuando menos, unos resultados dignos

Pol¨ªticamente Espa?a se empieza a parecer a lo que ya es desde el punto de vista demogr¨¢fico: un pa¨ªs sobrepoblado en su periferia y con el centro abandonado y pr¨¢cticamente vac¨ªo. En v¨ªsperas de esa gran manifestaci¨®n anunciada para el ¨²ltimo d¨ªa de marzo en Madrid de los supervivientes de esos territorios que se han dado en llamar la Espa?a vac¨ªa o vaciada, el fen¨®meno da que pensar por lo novedoso y por lo contradictorio.
Tradicionalmente se viene diciendo que las elecciones se ganan en el centro, y as¨ª se ha demostrado en numerosas ocasiones durante los 40 a?os de historia democr¨¢tica de Espa?a, pero por primera vez los partidos se han alejado de ese espacio que les garantizaba el triunfo en las elecciones o, cuando menos, unos resultados dignos. Desde la irrupci¨®n en escena de Podemos a escala nacional y del independentismo catal¨¢n en su ¨¢rea de influencia; dos movimientos que, aunque diferentes, surgieron al calor de la crisis econ¨®mica y se alimentaron de la indignaci¨®n que sus efectos produjeron en la gente. Partidos que, a su vez, provocaron el surgimiento de otros dos ¡ªCiudadanos y Vox¡ª como reacci¨®n a ellos, as¨ª como una derechizaci¨®n del PP en su intenci¨®n de no perder su hegemon¨ªa entre el electorado conservador, ahora en disputa, el paisaje pol¨ªtico en Espa?a ha cambiado radicalmente. No solo el bipartidismo tradicional ha desaparecido sino que los partidos han extremado sus posiciones, sobre todo desde que Ciudadanos, que te¨®ricamente cubr¨ªa el espacio del centro como en tiempos de Su¨¢rez la UCD, se ha trasladado tambi¨¦n hacia la derecha ante la sangr¨ªa de votos que se le iban hacia el Partido Popular y Vox. Puestos a combatir al independentismo catal¨¢n, que fue el origen de Ciudadanos, el electorado conservador empezaba a ver mayor contundencia en el partido de la derecha tradicional y en el nuevo de la ultraderecha. El caso es que, despu¨¦s de la foto de los tres l¨ªderes ¡ªAbascal, Casado y Rivera¡ª en la madrile?a plaza de Col¨®n (y, antes, del pacto de gobierno entre sus tres partidos en Andaluc¨ªa, por m¨¢s que Vox no haya entrado en ¨¦l) y de que el l¨ªder de Ciudadanos anunciara solemne y p¨²blicamente su decisi¨®n de no pactar con los socialistas bajo ning¨²n concepto y en ninguna situaci¨®n que se presente, el centro ha quedado tan despoblado como el pa¨ªs a nivel demogr¨¢fico y paisaj¨ªstico.
Fue Manuel Fraga, el fundador del Partido Popular, el que manifest¨® en una ocasi¨®n ¡ªpara descalificar a Su¨¢rez¡ª que ¨¦l no sab¨ªa de nadie que hubiera muerto en la calle gritando: ¡°?Viva el centro!¡±, pero su sucesor Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar vivi¨® sus momentos de m¨¢ximo apogeo cuando emprendi¨® el viaje al centro que tanto publicit¨®, si bien en seguida se olvidara de ¨¦l (lo que llev¨® a Alfonso Guerra a decir que el ¨²nico viaje al centro que hab¨ªa realizado Aznar era el que le llev¨® de Valladolid a Madrid), y lo mismo cabe decir del Partido Socialista, que obtuvo sus mejores resultados cuando adopt¨® posiciones menos maximalistas y m¨¢s centradas. Pero todo eso hoy es historia pol¨ªtica. De un tiempo para ac¨¢, todos los partidos, en especial los de la derecha y los independentistas de Catalu?a, han extremado sus posiciones y se han agrupado en dos grandes bloques que, enfrentados el uno al otro, rememoran una guerra fr¨ªa nacional que nada bueno hace predecir como nada nuevo anunciaba la internacional que durante varias d¨¦cadas enfrent¨® al mundo. Espa?a necesita volver a poblar el centro no solo demogr¨¢ficamente, sino tambi¨¦n pol¨ªticamente, porque, si no, todos acabaremos sufriendo las consecuencias de su vac¨ªo.
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