El barco de los 500 millones ya navega por el Caribe

El millonario ruso Andrey Melnichenko ya navega en su Sailing Yacht A, un espectacular barco que se construy¨® en Kiel, Alemania, donde se hacen las embarcaciones m¨¢s importantes del mundo. Este modelo mide 143 metros (469 pies) de eslora por 24,8 de manga ¡ªlo habitual en un yate de lujo son 35 metros (156 pies)¡ª, tiene tres m¨¢stiles de 91 metros cada uno y en ¨¦l trabajan 55 personas. En la superficie, hay un helipuerto y tres piscinas (una de ellas con el fondo de cristal). El desaf¨ªo arquitect¨®nico naval contin¨²a en el interior: ocho plantas, visi¨®n subacu¨¢tica, seis suites y una discoteca, entre otras instalaciones. Est¨¢ valorado en 500 millones. La embarcaci¨®n se encuentra estos d¨ªas fondeada en la bah¨ªa de Meads en Anguila, en el Caribe. El a?o pasado el barco fue visto en las islas baleares en uno de sus primeros viajes todav¨ªa de prueba.

Melnichenko, de 47 a?os, es seg¨²n Forbes uno de los millonarios m¨¢s j¨®venes de Europa con una fortuna estimada en 15.000 millones euros. Su esposa, de 42 a?os, es una exmodelo y cantante de m¨²sica pop de Serbia.

El millonario inici¨® su carrera al frente de un puesto de cambio de divisas en la turbulenta Mosc¨² de 1992. Oriundo de la regi¨®n de G¨®mel, en Bielorrusia, Melnichenko estudi¨® en la facultad de F¨ªsica de la Universidad de Mosc¨². Su trayectoria es la de un avispado empresario. Comenz¨® a comerciar con dos amigos mientras estudiaba f¨ªsica en la Universidad Estatal de Mosc¨². Despu¨¦s de la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, el tr¨ªo se registr¨® como banco, antes de que Melnichenko comenzara a comprar activos, incluso en carb¨®n t¨¦rmico y fertilizantes. Vendi¨® sus intereses bancarios en 2007, justo antes de la crisis financiera mundial, lo que le permiti¨® concentrarse en esas inversiones industriales.

Melnichenko es un gran aficionado a los barcos y ha pose¨ªdo algunos de gran valor. Hace dos a?os? se habl¨® de que hab¨ªa vendido otro de su propiedad el A por 300 millones tambi¨¦n dise?ado por Philippe Starck con casi 2.200 metros cuadrados repletos del lujo y las excentricidades habituales (muebles con piel de cocodrilo, grandes espejos y superficies brillantes por doquier) en un barco de este tipo. Pero no fue as¨ª. Sigue siendo suyo. La seguridad es tambi¨¦n una de las claves del buque: cristales antibalas de 44 mil¨ªmetros de espesor, m¨¢s de 40 c¨¢maras del circuito cerrado de televisi¨®n, sensores de movimiento, acceso a los camarotes a trav¨¦s de la huella dactilar.