Trump vota Netanyahu
EEUU e Israel justifican la medida ¨Cque viola las resoluciones de la ONU y los acuerdos de alto el fuego firmados por Israel y Siria¨C , en la necesidad de frenar a Ir¨¢n y a Hezbol¨¢
La ley del m¨¢s fuerte tiene un punto d¨¦bil: hay que serlo todo el tiempo. La biolog¨ªa y la historia ense?an que nada es eterno, ni siquiera los imperios m¨¢s poderosos. La decisi¨®n de Donald Trump de reconocer la soberan¨ªa israel¨ª sobre los Altos del Gol¨¢n, ocupados a Siria en 1967, llega despu¨¦s del traslado de la Embajada de Estados Unidos a Jerusal¨¦n. Son regalos para reforzar a Benjam¨ªn Netanyahu.
Trump no es hombre de detalles ni de medir las consecuencias. Su decisi¨®n deja en el limbo a una de las misiones de interposici¨®n m¨¢s antiguas, la de la Fuerza de las Naciones Unidas de Observaci¨®n de la Separaci¨®n, encargada de mantener el alto el fuego. ?Cu¨¢l es su papel ahora?
El t¨¢ndem Trump-Netanyahu trata de medir la reacci¨®n internacional, saber por d¨®nde respiran los pa¨ªses ¨¢rabes. Los Altos del Gol¨¢n son importantes por el control del agua, un bien estrat¨¦gico en una regi¨®n tan seca, y m¨¢s que lo ser¨¢ con el cambio clim¨¢tico. Suministran el 30% del consumo de agua potable israel¨ª.
El objetivo final es Cisjordania, ocupada desde 1967. La pol¨ªtica de colonizaci¨®n no se ha detenido ni cuando Israel firm¨® acuerdos de paz sobre la creaci¨®n de dos Estados. En Cisjordania viven 380.000 colonos y m¨¢s de 2,8 millones de palestinos. El objetivo de la ultraderecha israel¨ª es anexionarse el 80% de ese territorio, dejando a los palestinos recluidos en bantustanes, como en la Sud¨¢frica del apartheid.
A su regreso a casa procedente del Despacho Oval de Trump, donde se siente feliz, Netanyahu se ha enfadado al comprobar que la prensa de su pa¨ªs no celebraba su victoria diplom¨¢tica de los Altos del Gol¨¢n. Est¨¢n centrados en la Marcha del Retorno, prevista para hoy en Gaza. El Gol¨¢n no es noticia desde hace tiempo.
Estados Unidos e Israel justifican la medida ¡ªque viola las resoluciones de la ONU y los acuerdos de alto el fuego firmados por Israel y Siria¡ª , en la necesidad de frenar a Ir¨¢n y a Hezbol¨¢. Son la gran excusa pese a que ambos han sido esenciales en la derrota territorial del ISIS.
El historiador israel¨ª Ilan Papp¨¦, tildado de traidor por los ultranacionalistas de su pa¨ªs, me dijo hace a?os: ¡°Si Israel no es capaz de tejer amistades con sus vecinos, empezando por los palestinos, se arriesga a terminar como los cruzados, expulsados de una tierra que les considera un cuerpo extra?o¡±. Otro gran enemigo de los ultras, Gideon Levy, que escribe en Haaretz, sostiene que el mayor peligro para el futuro de Israel no es Ir¨¢n, es Netanyahu.
Habr¨¢ que esperar a que hablen las urnas el 9 de abril, saber cu¨¢ntos esca?os logra el exgeneral Benny Gantz, que representa una amenaza pol¨ªtica real para Netanyahu. Es tan radical que habla de paz y de di¨¢logo, como Isaac Rabin. Si todo fallara, queda el Tribunal Supremo que deber¨¢ decir en semanas si procesa al primer ministro por corrupci¨®n.
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