El triunfo de la vetocracia
Todo depende de Londres. Ya nada se puede hacer desde Bruselas, donde se espera el Brexit a cualquier precio que deseaban los radicales
Es el final del camino. ?Y ahora qu¨¦? Un paso m¨¢s y el suelo se abrir¨¢ bajo los pies de los brit¨¢nicos. Y del resto de los europeos. Superada con una ¨²ltima pr¨®rroga la primera fecha del 29 de marzo, quedan 13 d¨ªas, hasta el 12 de abril, para que conozcamos de una vez la dimensi¨®n de lo que nos depara un Brexit sin acuerdo como el que ahora mismo nos espera.
La primera ministra Theresa May apenas tiene m¨¢rgenes. Puede insistir, naturalmente, en una insensata cuarta votaci¨®n de su plan acordado con Bruselas, despu¨¦s de haber fracasado en tres votaciones, confiando en que cuanto m¨¢s cerca estemos del precipicio m¨¢s intenso ser¨¢ el miedo de los parlamentarios. Todo con el permiso del speaker, John Berkow, que tiene bajo su control la agenda que el Parlamento ya le ha robado al Gobierno.
Son pocas las opciones y todas malas. May puede pedir a los 27 una nueva pr¨®rroga, esta de algunos meses y no de unos pocos d¨ªas, al precio de la humillante participaci¨®n en las elecciones al Parlamento Europeo. Le quedar¨¢ todav¨ªa otra opci¨®n, a¨²n m¨¢s odiosa para los partidarios del Brexit, como es retirar la demanda de divorcio acogi¨¦ndose al art¨ªculo 50 del Tratado. El Tribunal de la Uni¨®n Europea le reconoci¨® este derecho, ante las dudas planteadas por un tribunal escoc¨¦s a demanda de parlamentarios de Edimburgo.
Quedan pocos pasos m¨¢s antes del filo del acantilado. May puede dimitir, aun sin haber conseguido el acuerdo. Cabe que el Parlamento apruebe una nueva convocatoria electoral. Habr¨¢ a partir del lunes m¨¢s votaciones indicativas, como las ocho de la pasada semana, todas ellas est¨¦riles, puesto que todas fueron rechazadas. Tienen posibilidades de prosperar la pertenencia a una uni¨®n aduanera o incluso al mercado ¨²nico, y rondar¨¢ de nuevo la idea, hasta ahora sin suficientes apoyos, de un segundo refer¨¦ndum, aunque es imposible prever qui¨¦n y c¨®mo gestionar¨ªa una mayor¨ªa surgida exclusivamente del Parlamento y sin la participaci¨®n de la primera ministra.
Todo se juega en Londres. Bruselas ya no tiene nada que hacer y apenas que decir. Dos d¨ªas antes de la cita con el precipicio, los 27 se reunir¨¢n en una ¨²ltima cumbre. Ser¨¢ el Brexit brutal, en palabras salidas de la Comisi¨®n Europea, y un ¨¦xito para los irresponsables partidarios de abandonar la UE a cualquier precio. La vetocracia se ha instalado en Westminster y s¨®lo el p¨¢nico a la inminente ca¨ªda podr¨ªa actuar como su disolvente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.