Renglones torcidos
Est¨¢n enviando a la euroc¨¢mara a pol¨ªticos curtidos en mil batallas o j¨®venes promesas llenas de ambici¨®n, mientras en las cortes nacionales nos quedamos con un casting de legiones de escuderos
Obedeciendo a una ley irrevocable, la historia niega a los contempor¨¢neos la posibilidad de conocer en sus inicios los grandes movimientos que determinan su ¨¦poca¡±, as¨ª describe Stefan Zweig en El mundo de ayer. Memorias de un europeo la indiferencia con la que escuch¨® las primeras veces el nombre de Hitler, como uno m¨¢s de los alborotadores que surg¨ªan aqu¨ª y all¨¢ en la Alemania desbaratada del inicio de la d¨¦cada de los a?os treinta. C¨®mo distinguir el peligro verdadero de la representaci¨®n bufa de esos mismos peligros. Se queja el autor al escribir sus memorias de que la prensa se burlaba, al principio, de los mismos que pocos a?os despu¨¦s acabaron con todas las libertades.
No voy a abusar de las comparaciones hist¨®ricas ni dejar¨¦ que me domine ese s¨ªndrome del apocalipsis que padecemos los apasionados de los libros y las series dist¨®picas. Pero c¨®mo no pensar en la frivolidad de los criterios dom¨¦sticos, muchos en clave de batallitas de poder org¨¢nico rampante, con los que se est¨¢n confeccionando y presentando las listas de candidatos a eurodiputados que enviaremos en mayo a combatir el mayor peligro para el proyecto europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Frente al batall¨®n de populistas, euroesc¨¦pticos, ultras y hacedores de exits que van a ocupar los esca?os de Estrasburgo, aqu¨ª hablamos de recolocaci¨®n de excedentes, liberaci¨®n de pesos muy pesados, compensaci¨®n familiar o sustituci¨®n de ¨²ltima hora por baja del titular. Se puede elegir el ep¨ªgrafe que mejor ampare la situaci¨®n de cada partido o la manera en que lo hemos contado.
Y sin embargo, la realidad es que est¨¢n enviando a la Euroc¨¢mara a pol¨ªticos e intelectuales curtidos en mil batallas o j¨®venes promesas llenas de ambici¨®n, mientras en las Cortes nacionales nos quedamos con un casting de legiones de escuderos de los l¨ªderes y futuras se?or¨ªas m¨¢s pensadas para el espect¨¢culo que para la elaboraci¨®n de leyes y el control del Gobierno. A veces, tambi¨¦n la historia escribe recto con renglones torcidos.
Esta paradoja es especialmente llamativa en los partidos de la derecha, que se disponen a formar en las Cortes espa?olas grupos parlamentarios que incluyen a empresarios retirados, tertulianos, aficionados paleol¨ªticos a la pol¨ªtica o toreros. Y mientras, por descarte o necesidad, env¨ªan o mantienen en la Euroc¨¢mara a cl¨¢sicos de la pol¨ªtica como Montserrat, Gonz¨¢lez Pons, L¨®pez Ist¨²riz, Garc¨ªa-Margallo, Pagazaurtundua o Garicano.
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