¡°Por favor, ?podr¨ªais concederme asilo pol¨ªtico en el Instagram de ?rsula Corber¨®?¡±
En el Instagram @ursulolita la vida es sencilla: uno est¨¢ a menudo en traje de ba?o, sale a los locales m¨¢s de moda, con gente sublime, riendo todo el tiempo, e incluso al despertar tiene un aire fresco
Amigos, tengo que haceros una confidencia: es una puta responsabilidad escribir la ¨²ltima p¨¢gina de esta revista. La ¨²ltima p¨¢gina es como el final de un espect¨¢culo: hay que dejar al espectador con un buen sabor de boca, tiene que salir de la sala con una sonrisa en los labios. Todos los artistas lo saben. En un show, sea cual sea, cine, concierto, teatro, lo importante es cuidar la entrada y la salida. Siento cada mes un enorme peso sobre mis hombros cuando Aitor me env¨ªa su mail: ¡°Entonces, Frede, ?nos mandas el art¨ªculo?¡±.
La entrada de la revista es la portada: casi siempre una bella imagen en blanco y negro de un tipo famoso que tiene pinta de inteligente (adem¨¢s de estar muy bueno). No es f¨¢cil competir con una fotograf¨ªa escribiendo frases. Es la lucha de todos los escritores: vencer a la imagen. No digo que vaya a conseguirlo. En 12 n¨²meros, si consigo atraer la atenci¨®n una de cada tres veces, ya es tremendo. Si me follo la foto de la portada cuatro veces al a?o, he hecho mi curro. Mi abuela empezaba siempre las revistas por el final. Ese es mi objetivo: que la empec¨¦is por el final.
No es f¨¢cil competir con una fotograf¨ªa escribiendo frases. Es la lucha de todos los escritores: vencer a la imagen. No digo que vaya a conseguirlo
Me imagino al lector de ICON en su sill¨®n de dise?o. El lector de ICON no es cualquiera: va bien vestido, le imagino con una copa de gint¨®nic en una mano, anacardos bio en la otra, con su tercera mano hojea mi p¨¢gina, y, mientras, su cuarta mano est¨¢ en riesgo de ser solicitada cada dos minutos por proposiciones sexuales en su iPhone X. Tengo que esforzarme para que no me ignore. Si ha empezado por el principio, el t¨ªo ya se ha le¨ªdo cr¨®nicas mucho mejores que la m¨ªa, los art¨ªculos de cultura, admirado las series de moda, las entrevistas con t¨ªos y t¨ªas superbrillantes, ha echado un ojo distra¨ªdo o atento a las publicidades de lujo, a los deportivos, a las direcciones de los nuevos restaurantes, a los perfiles de individuos creativos y a veces ¨Ctambi¨¦n hay que decirlo¨C a gente completamente loca que llena esta revista chic y sofisticada. Y entonces aterriza, reventado, agotado, con la cabeza llena de im¨¢genes y de palabras fashion, en el art¨ªculo de un franc¨¦s cretino que cierra la revista.
Tengo que estar a la altura y proponer un texto que cuestiona la masculinidad contempor¨¢nea con una dosis de impertinencia (pero no demasiada, si no los friquis van de nuevo a revolucionarse en las redes sociales para explicarme que tienen una vida sexual plena a pesar de haberse pasado la infancia resolviendo problemas de matem¨¢ticas, en vez de bailando ska en pelotas).
Amigos, en Francia es la revoluci¨®n, todo el pa¨ªs vive a sangre y fuego, arde Par¨ªs todos los s¨¢bados, nuestro presidente intenta salvar su piel dirigi¨¦ndose todos los d¨ªas a los pobres en discursos de siete horas como Fidel Castro en sus mejores momentos. ?Quiero irme con vosotros! Por favor, ?podr¨ªais concederme asilo pol¨ªtico en el Instagram de ?rsula Corber¨®? Ya veis que no soy complicado. En el Instagram @ursulolita la vida es sencilla. Uno est¨¢ a menudo en traje de ba?o, sale a los locales m¨¢s de moda, con gente sublime, riendo todo el tiempo, e incluso al despertar tiene un aire fresco y sexi. Es ah¨ª donde quiero vivir. No os preocup¨¦is, seguir¨¦ enviando esta ¨²ltima p¨¢gina, entre dos hashtags y con selfis tomados en barcos caros y lejanos.
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