Bar¨®n Rojo: jam¨¢s un grupo ¡®heavy¡¯ espa?ol tan grande, jam¨¢s un final tan triste
Las guerras intestinas acaban con los reyes del rock duro en castellano. Despu¨¦s de 40 a?os, tiran la toalla enfrentados y con un rictus de amargura
¡°Fuimos un diamante que cay¨® en un cubo de mierda¡±. Como epitafio para un grupo de heavy metal suena hasta aut¨¦ntico. Pero es una historia tan triste que no procede frivolizar. La frase es de Jos¨¦ Luis Campuzano Sherpa (Madrid, 1950) y con ella quiere resumir la desesperante trayectoria de la banda a la que ¨¦l perteneci¨®, el que para muchos es el grupo m¨¢s grande que ha dado el rock duro cantando en castellano, Bar¨®n Rojo.
Bar¨®n Rojo acaba de anunciar que se retira en 2020. Es justo cuando se cumple su 40 aniversario. No ser¨¢n los Bar¨®n Rojo aut¨¦nticos, aquellos que irrumpieron en 1980 con una propuesta dif¨ªcil de creer: una banda espa?ola que se pod¨ªan comparar (incluso superar) a los grandes del g¨¦nero, como Iron Maiden o Scorpions.
Cuando se juntaban en el escenario eran imbatibles; cuando bajaban se part¨ªan en dos. Ni siquiera viajaban juntos. "Nos odi¨¢bamos", dice Sherpa
El grupo est¨¢ partido en dos en la actualidad, con acusaciones cruzadas, vetos en festivales, insultos¡ En realidad los dos bandos enfrentados existieron desde casi el primer ensayo. Por un lado, los hermanos De Castro, el guitarrista Armando (1955) y el tambi¨¦n guitarrista y voz Carlos (1959); por el otro, el ya citado Sherpa, bajo y voz, y el bater¨ªa uruguayo Hermes Calabria (1950).
Aquellos primeros a?os, cuando los cuatro se juntaban en el escenario eran imbatibles. Excelentes m¨²sicos, est¨¦tica dura, letras que urg¨ªan a los j¨®venes a ser rebeldes y canciones soberbias (Resistir¨¦, Los rockeros van al infierno, Con botas sucias, Incomunicaci¨®n¡). Cuando se bajaban del escenario el grupo se part¨ªa en dos. Ni siquiera viajaban juntos en la furgoneta. Estas declaraciones se las hizo Sherpa a este periodista: ¡°Despu¨¦s de los conciertos, Hermes y yo nos ¨ªbamos de marcha y los hermanos se quedaban en el hotel jugando al bingo¡±.
Tipos austeros estos De Castro, como ellos reconocen: ¡°Nos miraban mal porque no beb¨ªamos ni nos drog¨¢bamos. A veces sufr¨ªamos una presi¨®n ambiental fuerte. Nosotros le dec¨ªamos a la gente: ¡®Bueno, t¨² dr¨®gate, nosotros, no¡¯. No me voy a dejar la salud y el dinero en esas cosas. Prefiero gastarme el dinero en guitarras¡±, ha dicho Armando de Castro.
Hab¨ªa mucha aversi¨®n a punto de desbordarse. Sherpa compon¨ªa con su pareja, Carolina Cort¨¦s. Letras duras, cabreadas, siempre contra el poder, donde se apelaba a la conciencia de clase: somos heavies, distintos, tenemos nuestros c¨®digos, nadie nos quiere, mejor para nosotros. Si las firmaba la pareja, las cantaba Sherpa. Si las compon¨ªan los De Castro, la parte vocal la ejecutaba Carlos. Trabajaban siempre por separado. Cada bando se peleaba por acaparar el foco. Celos, envidias, egos...
Estas declaraciones son de Sherpa en 2016: "Los hermanos jam¨¢s se caracterizaron por hacer buenas letras, jam¨¢s... Han sido ni?os ricos toda la vida. A Armando le compr¨® su mam¨¢ una guitarra Gibson, un piano... Ten¨ªan una discograf¨ªa en su habitaci¨®n de miles de discos, cuando yo para comprarme uno ten¨ªa que ahorrar tres meses. Para comprarme mi primera guitarra espa?ola estuve trabajando en un sitio de alba?iler¨ªa...". Sherpa, eso s¨ª, defiende la brillantez como m¨²sico de Armando, no as¨ª la del hermano: "Carlos es mediocre en todo. Se vale del hermano, que es el que tiene talento, para estar en un grupo que no le pertenece. Carlos no tiene categor¨ªa para estar en Bar¨®n Rojo. Sin embargo, estuvo y fue la bola que nos lastr¨® a todos".
Esta ausencia de empat¨ªa entre los miembros qued¨® en un segundo plano en los primeros a?os de la banda, cuando llenaban plazas de toros y eran n¨²mero uno en Los 40 Principales. Sobre todo desde la publicaci¨®n, en 1982, de Volumen brutal, un disco colosal, lleno de himnos heavies que todav¨ªa se siguen recordando. El Bar¨®n va a todo gas: act¨²an en un festival en Brujas y ofrecen 50 entrevistas para medios extranjeros; 200.000 rockeros se re¨²nen en el parque de Camoens de Madrid para escuchar a sus mes¨ªas. "Cuando yo escuch¨¦ a Bar¨®n Rojo lo ¨²nico que quer¨ªa hacer era subirme a un escenario y hacer rock and roll. Era un grupo que incluso le ven¨ªa grande a Espa?a. H¨¦roes del Silencio hicimos cosas en Europa que ya hab¨ªan hecho antes ellos, como no tener ning¨²n complejo de inferioridad ante las grandes bandas inglesas. S¨ª, nuestros maestros fueron Bar¨®n Rojo", explica Bunbury en el documental Bar¨®n Rojo. La pel¨ªcula.
"Era un grupo que incluso le ven¨ªa grande a Espa?a. H¨¦roes del Silencio hicimos cosas en Europa que ya hab¨ªan hecho antes ellos, como no tener ning¨²n complejo de inferioridad ante las bandas inglesas. Nuestros maestros fueron Bar¨®n Rojo"
Bunbury
En Espa?a, sin embargo, la atenci¨®n medi¨¢tica era para los grupos de la movida. Pero la calle dec¨ªa otra cosa. La escena rockera tiene esta queja grabada a fuego y no le falta raz¨®n: el poco inter¨¦s que les prestaron los medios y el poder cuando eran ellos los que llenaban los pabellones.
Y lleg¨® 1986. La atenci¨®n hacia la m¨²sica dura en Espa?a empez¨® a decaer. El grupo consider¨® que era el momento de proyectarse en el extranjero. No solo en Latinoam¨¦rica, donde en algunos pa¨ªses ya eran grandes, tambi¨¦n en Europa y Estados Unidos. Ya que su compa?¨ªa, Zafiro, no estaba interesada en invertir, lo intentaron con otra. ¡°Quer¨ªamos ir con EMI internacional. Pero por una serie de penosas y lamentables circunstancias nos hicieron quedarnos en Zafiro. Y eso fue un palo que el grupo nunca lleg¨® a superar¡±, ha dicho recientemente Armando.
Las disputas entre las dos facciones se recrudecen. Sherpa lleg¨® a confesar a?os despu¨¦s: ¡°No nos llev¨¢bamos bien, nos odi¨¢bamos¡±. A esto se suma la p¨¦rdida de calidad de los discos y la merma en las audiencias del directo. En 1989, Sherpa y Hermes abandonan. Los De Castro deciden seguir con el nombre, incorporando a diferentes miembros, que vienen y van. Nunca llegar¨¢n a la calidad de los primeros ochenta. ¡°Estuve dos a?os sin coger una guitarra. Qued¨¦ mal herido. No quer¨ªa saber nada¡±, ha dicho Sherpa sobre aquella ruptura. Despu¨¦s, el bajista regres¨® a la m¨²sica, pero en un g¨¦nero totalmente distinto: componiendo para El Fary o Coyote Dax.
Fueron dos d¨¦cadas dolorosas, con acusaciones cruzadas, desagradables, y con el nombre del grupo chapoteando en el fango. M¨¢s de una decena de m¨²sicos pasaron por los Bar¨®n de los De Castro. Hubo momentos desconcertantes: actuar los dos bandos (los Bar¨®n de los De Castro, y Sherpa en solitario con Hermes en la bater¨ªa) en Vi?arock y tocar pr¨¢cticamente el mismo repertorio. La gran preocupaci¨®n de los organizadores era que no se cruzaran en el backstage. Reinaba la orden de alejamiento.
La situaci¨®n econ¨®mica de los cuatro no es la mejor en 2010, justo cuando se celebra el 30 aniversario. Y se obra el milagro. Este periodista asiste a la preparaci¨®n de la gira en un ensayo a las afueras de Madrid. Un enero ventoso y g¨¦lido, muy en sinton¨ªa con el ambiente. ¡°No nos hemos juntado por la pasta, y sin pasta no nos hubi¨¦semos juntado", cuentan aquella jornada.
"Carlos [De Castro] es mediocre. Se vale del hermano, que es el que tiene talento, para estar en un grupo que no le pertenece. Carlos no tiene categor¨ªa para estar en Bar¨®n Rojo. Sin embargo, estuvo y fue la bola que nos lastr¨® a todos"
Sherpa
Adem¨¢s del dinero, el grupo argumenta que existe un reclamo de los seguidores, que desean ver en directo a los miembros originales. Sin embargo, algo falla: las actuaciones no son tan abundantes como cre¨ªan. Las buenas intenciones se acaban pronto y las fricciones regresan. Hay un momento especialmente surrealista. En la web de contrataci¨®n del grupo se ofrecen dos men¨²s: los Bar¨®n Rojo originales (los De Castro con Sherpa y Hermes) y los actuales, m¨¢s baratos (los De Castro con dos m¨²sicos contratados). Meses despu¨¦s la formaci¨®n original ya no es una opci¨®n.
En 2016, otra refriega. Se celebra en Las Ventas el festival Rocktiembre. Act¨²an viejas glorias como Topo, Asfalto, Burning, ?u... y Bar¨®n Rojo. Pero Sherpa tiene algo que decir: "Ellos mismos han reconocido en entrevistas que no me vetaban, simplemente dec¨ªan a los organizadores: '?O Sherpa o nosotros!'. Y l¨®gicamente la marca comercial Bar¨®n Rojo atrae a m¨¢s gente. Bonita manera de privar de trabajo a unos compa?eros de profesi¨®n por ?celos? ?venganza? ?miedo a no poder resistir las comparaciones? He de confesaros que en cierto modo me alivia no participar en el evento [Rocktiembre], porque o¨ªr o, mejor dicho, soportar la voz del 'hermano que canta' [Carlos de Castro], es una prueba muy dura para mis o¨ªdos y mi bienestar mental¡±.
C¨®mo est¨¢n las cosas en 2019 en Bar¨®n Rojo cuando el grupo afronta su ¨²ltima gira en 2020. Agrias. No va a haber una nueva reuni¨®n del cuarteto original y se abre otro frente: la relaci¨®n entre los hermanos De Castro ha precipitado el anuncio del final del grupo. Armando de Castro acaba de editar un disco con su propio grupo, Armando Rock. As¨ª lo justifica el enero pasado en el programa Corsarios del metal, de Radio Enlace: ¡°Dentro de Bar¨®n no encontraba la suficiente libertad para dar rienda suelta a lo que a m¨ª me apetec¨ªa. A veces con los hermanos, ya sabes, pasa de todo. No solo les va a ocurrir a los Gallagher [los enfrentados hermanos de Oasis]. En vez de estar todo el d¨ªa pele¨¢ndome, prefiero montar mi pel¨ªcula¡±.
La ¨²ltima noticia, esta misma semana, es que Sherpa y Hermes han montado una banda, Los Barones. Otra vuelta de tuerca al conflicto. "Tenemos numerosos proyectos asociados a esta nueva aventura de Los Barones, entre ellos una pr¨®xima gira. En ella haremos un gran repaso por nuestra ¨¦poca en Bar¨®n Rojo y adem¨¢s vamos a rescatar temas nunca tocados en directo ?Ser¨¢ como lanzarlos de nuevo!".
Una cosa m¨¢s que hay que contar de la actualidad del grupo. Armando de Castro busca pareja: se present¨® recientemente en el programa First Date...
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