La bailaora que trabaj¨® dos meses en un tablao japon¨¦s para financiar su espect¨¢culo y triunfar en la Bienal de Sevilla
Ha sido la ¨²ltima sensaci¨®n de la Bienal de Sevilla. Due?a de recursos can¨®nicos, reinterpreta el g¨¦nero como un rompecabezas.
La luz matinal de Mar¨ªa Moreno (C¨¢diz, 1986) ha iluminado la escena del baile flamenco, pero ella solo percibe los destellos de los artistas que quiere y admira, y habla de ellos con los ojos esmaltados por los neones del cari?o. Cualquiera estar¨ªa abrumada por los ¨¦xitos cosechados en apenas dos a?os ¡ªartista revelaci¨®n del Festival de Jerez 2017 por Alas del recuerdo y Giraldillo de la Bienal de Sevilla 2018 por De la concepci¨®n¡ª, pero Moreno no quiere hablar nada m¨¢s que de su gratitud hacia Eva Yerbabuena, de la originalidad de Andr¨¦s Mar¨ªn y de todo lo que ha aprendido contemplando a Roc¨ªo Molina, Soraya Clavijo e Israel Galv¨¢n; aunque lo mejor es c¨®mo se le llena la boca de elogios hacia Ana Morales, Luc¨ªa, La Pi?ona, y Patricia Guerrero, sus c¨®mplices y contempor¨¢neas en el mundo del baile. Si algo caracteriza a la nueva hornada de artistas flamencos es su generosidad, porque los j¨®venes disfrutan del ¨¦xito ajeno y del arte de los compa?eros. Vaya por delante que Mar¨ªa Moreno es una bailaora extraordinaria, pero las coreograf¨ªas de su amistad son tan audaces como las de su bata de cola.
Y que conste que la competencia hoy en d¨ªa es dur¨ªsima, porque Mar¨ªa Moreno recuerda muy bien a los compa?eros que inauguraron el cuerpo de baile de Eva Yerbabuena cuando romp¨ªa el siglo XXI. Por entonces, Moreno ten¨ªa apenas 17 a?os y ah¨ª coincidi¨® con Asunci¨®n P¨¦rez, La Choni, Mercedes de C¨®rdoba, Sonia Poveda, Amador Rojas, Edu Guerrero, Luismi Gonz¨¢lez y Antonio Molina, El Choro, profesionales convertidos ya en s¨®lidos artistas que han creado compa?¨ªas propias y consolidado sus trayectorias bailaoras. ¡°?Todos eran buen¨ªsimos!¡±, exclama Mar¨ªa con los ojos como platos; ¡°y aparte de los bailaores entr¨® el cantaor Jeromo Segura, que reci¨¦n estaba comenzando y ahora es una figura que ha ganado la L¨¢mpara Minera de La Uni¨®n¡±. A m¨ª me corresponde hacer hincapi¨¦ en que su carrera ha sido tan o m¨¢s fulgurante que la de sus queridos compa?eros.
La formaci¨®n de Mar¨ªa Moreno comenz¨® en el conservatorio de C¨¢diz, donde aprob¨® el grado medio de Cl¨¢sico Espa?ol. Luego pas¨® unos a?os enriquecedores en la compa?¨ªa de Yerbabuena y despu¨¦s tom¨® clases con maestros de las especialidades que necesitaba para crecer, adem¨¢s de trabajar en tablaos que fueron fortaleciendo su comprensi¨®n del baile. As¨ª, descubri¨® ¡ªcontemplando, aprendiendo y experimentando¡ª el valor de los trozos, los recursos y los fragmentos de las coreograf¨ªas, esas ¡°mijitas¡± que nunca podr¨ªan ser un baile entero pero que sirven para construir enteramente cualquier baile. Aquella utilidad la fue aplicando tanto en sus creaciones como en sus clases, porque Moreno estaba persuadida de que no siempre hab¨ªa que montar o ense?ar un baile desde arriba, sino a partir de las piezas que compon¨ªan su estructura. Trabaj¨® durante dos meses en un tablao japon¨¦s para reu?nir el dinero con el que financi¨® su ¨²ltimo espect¨¢culo y disfrut¨® impartiendo clases a las mejores bailaoras japonesas ¡ª¡°unas m¨¢quinas, unas fen¨®menas¡±¡ª. Ellas aprovecharon tanto sus m¨¦todos de ense?anza que Mar¨ªa lleg¨® a la conclusi¨®n de que, en efecto, no ten¨ªa sentido ense?ar coreograf¨ªas que luego sus alumnas no pudieran replicar. Ella deseaba ense?ar algo que no dependiera ni de la m¨²sica enlatada ni del acompa?amiento en directo, y su intuici¨®n le susurr¨® que pod¨ªa hacerlo a trav¨¦s de los trozos, los recursos y los fragmentos. Es decir, del baile deconstruido.
As¨ª, aunque a Mar¨ªa la solicitan como maestra desde bailaoras principiantes hasta profesionales, sus alumnas m¨¢s agradecidas son las que llegan con mayores conocimientos, pues son quienes m¨¢s y mejor aprovechan el tesoro que reciben. A saber, una constelaci¨®n de remates, marcajes y escobillas; es decir, los recursos que toda bailaora profesional debe dominar para componer sus propias creaciones.
Mar¨ªa Moreno se pone en modo culinario para explicarlo y me habla de las salsas, sofritos, ali?os o picadillos que sirven de base para distintos platos y que nadie confunde jam¨¢s entre s¨ª. Por lo tanto, Mar¨ªa tiene marcajes que valen para una sole¨¢ o un mirabr¨¢s, remates que utiliza lo mismo en una guajira que en una petenera y escobillas que valen tanto para un tango como para una farruca. Para ella los bailes son susceptibles de descomponerse no en pasos, sino en piezas de rompecabezas que a su vez sirven para armar diversos rompecabezas, lo que supone que en la creaci¨®n y pedagog¨ªa flamencas de Mar¨ªa Moreno lo esencial es conocer la funci¨®n, la versatilidad y las posibilidades de cada una de las partes. Le dije que as¨ª tambi¨¦n trabajan en los talleres de escritura creativa y entonces apareci¨® una pieza nueva para otro rompecabezas.
Como todas las artistas, Moreno prepara giras, montajes y coreograf¨ªas que presentar¨¢ por todo el planeta; pero como su estrella la lleva adem¨¢s por otros caminos, viene trabajando desde hace m¨¢s de un a?o con la fot¨®grafa Susana Gir¨®n en la escritura de un libro donde ambas desean documentar el proceso de producci¨®n de las coreograf¨ªas y los espect¨¢culos, as¨ª como reflexionar al alim¨®n acerca de la creaci¨®n en el baile flamenco. Y si antes elogiaba a La Pi?ona o a Patricia Guerrero, tambi¨¦n se pone entusiasta al hablar de Susana Gir¨®n, de su mirada, de los mundos que ilumina y de la eternidad que reverbera en cada una de sus im¨¢genes.
Si Vicente Escudero escribi¨® Mi baile (1947) y Pintura que baila (1950) para dialogar con el cubismo y explicarse a trav¨¦s de la imagen, a Moreno hay que reconocerle la audacia de querer recorrer aquel mismo itinerario para explorar nuevas formas de expresi¨®n y compartir los fragmentos m¨¢s secretos de su proceso creativo. Si Mar¨ªa bailaba como escribiendo, ahora sabemos que tambi¨¦n escribe bailando.
Oscar Wilde aseguraba que ejercer la cr¨ªtica literaria era la forma m¨¢s hermosa de escribir una autobiograf¨ªa, y por eso lo que hace especial a Moreno es que prefiere hablar del talento de los dem¨¢s ¡ªde Rancapino Chico y Mar¨ªa Terremoto en el cante, de Abel Arana y Patricia Guerrero en el baile, o de Diego Villegas en los vientos flamencos¡ª antes que del suyo propio. Por lo tanto, esta nueva estrella del fecundo territorio flamenco tambi¨¦n es audaz porque ha decidido ser generosa y agradecida, y porque a trav¨¦s de sus cari?os, admiraciones y generosidades ¡ªlas piezas, trozos y fragmentos de su propia deconstrucci¨®n¡ª tambi¨¦n podemos armar los rompecabezas que cifran sus bailes, sus clases y sus proyectos. Mar¨ªa Moreno es audaz porque es feliz poblando el talento de los dem¨¢s como una presencia bienhechora.
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