Christian Dior, el otro romance de Grace Kelly
El museo de la casa de moda, una de las favoritas de la princesa de M¨®naco, inaugura una exposici¨®n sobre ella en el 90? aniversario de su nacimiento
Lo de Grace Kelly y Christian Dior fue, en t¨¦rminos de moda, un enamoramiento casi tan fulgurante como el que poco antes hab¨ªa llevado a la joven actriz estadounidense y musa de Alfred Hitchcock a abandonar su prometedora carrera en Hollywood para convertirse en princesa de M¨®naco, esposando al pr¨ªncipe Raniero. La futura Grace de M¨®naco apost¨® muy pronto por la maison Dior como eje fundamental de su nueva vida y vestuario: ya en el baile que ofreci¨® la pareja en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York para celebrar su compromiso, en 1956, la novia luci¨® un modelo Dior especialmente dise?ado para esa ocasi¨®n. Ese mismo a?o, posar¨ªa para su retrato oficial vistiendo Colinette, un vestido de alta costura de la colecci¨®n oto?o-invierno 1956-57.
Una muestra en el museo Christian Dior de Granville, la localidad costera normanda donde naci¨® el dise?ador en 1905, recupera ahora unos 90 vestidos de esta casa que port¨® Grace Kelly a lo largo de su vida monegasca y que hasta ahora permanec¨ªan ¡°preciosamente preservados¡± en el Palacio de M¨®naco. La muestra coincide con el 90? aniversario del nacimiento de la princesa, que se conmemora a finales de este 2019. Una ocasi¨®n que Dior celebrar¨¢ asimismo con un libro, Grace de Monaco, princesa en Dior ¡ªt¨ªtulo tambi¨¦n de la muestra¡ª que recorre la ¡°amistad ¨²nica¡± entre la actriz y la maison francesa.
La?alta costura ha tendido puentes durante d¨¦cadas entre Par¨ªs y M¨®naco. La princesa Carolina recordaba recientemente su gran amistad con el dise?ador que estuvo al frente de Chanel durante m¨¢s de 30 a?os, Karl Lagerfeld, al que defini¨® como casi uno m¨¢s de la familia. Algo que probablemente hered¨® de su madre. Fue la princesa Grace la que inici¨® de hecho ese ¨ªntimo v¨ªnculo entre la moda y el peque?o principado a orillas del Mediterr¨¢neo. Una relaci¨®n en la que una casa, la de Christian Dior, siempre tuvo un lugar destacado. A?os antes que Carolina, ya la princesa Grace hablaba de Marc Bohan, quien en 1960 tom¨® las riendas de Dior, como un amigo ¡°pr¨®ximo a la familia¡± Grimaldi.
Porque aunque Grace Kelly entr¨® en contacto con Dior con su fundador a¨²n en vida, con quien le un¨ªa entre otros una ¡°pasi¨®n por las flores y los jardines¡± que se traducir¨ªan en algunos de los modelos Dior que la princesa luc¨ªa, el lazo se reafirm¨® sobre todo a la muerte de este, en 1957. ¡°Tras la desaparici¨®n de Christian Dior, Marc Bohan, convertido en director art¨ªstico de la maison, encuentra en ella la encarnaci¨®n perfecta de una elegancia con clase, moderna, sobria y refinada en simbiosis con su visi¨®n de la costura¡±, se?ala el Museo Dior de Granville en la presentaci¨®n de la exposici¨®n, que se inaugurar¨¢ el 27 de abril y permanecer¨¢ abierta hasta el 17 de noviembre. ¡°Ella fue emblem¨¢tica de mi estilo, un estilo que llamaba la atenci¨®n pero que nunca era agresivo¡±, dijo el propio Bohan en una entrevista in¨¦dita que el libro sobre su relaci¨®n recupera ahora.
La princesa monegasca apost¨® por la firma tanto para sus apariciones formales como en los momentos m¨¢s ¨ªntimos y familiares. Es en torno a esta doble visi¨®n que se ha organizado la muestra en la que fuera la casa natal de Christian Dior. La exposici¨®n tambi¨¦n contiene fotos, reportajes y extractos de pel¨ªculas de la ¨¦poca, dise?os de decorados para fiestas creados por el decorador y dise?ador de teatro Andr¨¦ Levasseur, cartas que la princesa intercambi¨® con Dior o algunos de los perfumes que tambi¨¦n muestran hasta qu¨¦ punto la maison lleg¨® a formar parte del d¨ªa a d¨ªa habitual de Gracia de M¨®naco. La princesa, que seg¨²n la revista Vogue era amante sobre todo de los accesorios de Dior, con una ¡°debilidad especial¡± por sus sombreros, lleg¨® a amadrinar la boutique infantil de la marca, Baby Dior, que inaugur¨® en Par¨ªs en 1967.
Pero la simbiosis monegasca con la casa de moda va m¨¢s all¨¢ a¨²n de la princesa. La ciudad que alberga su museo, Granville, es conocida en la regi¨®n como ¡°el M¨®naco del norte¡± no solo por su parecido f¨ªsico ¡ªambas localidades son populares ciudades balneario y cuentan con un conocido casino, adem¨¢s de estar erigidas sobre una roca¡ª, sino por su larga historia com¨²n: en 1715, el pr¨ªncipe Antoine I de M¨®naco, que solo hab¨ªa tenido hijas en descendencia, cas¨® a la mayor de ellas, Louise Hyppolite, con el arist¨®crata normando Jacques IV de Goyon de Matignon, conde de Torigni y gobernador de Granville y de las islas Chausey, quien acepta adoptar el apellido Grimaldi, que perdura hasta hoy en el Principado mediterr¨¢neo.
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