Injerencias electorales

Si Facebook fuera una naci¨®n f¨ªsica ser¨ªa la m¨¢s poblada del planeta, con 2.200 millones de personas. El segundo pa¨ªs por n¨²mero de habitantes podr¨ªa ser YouTube, con 1.900 millones. Junto a Instagram, WhatsApp y Messenger formar¨ªan el G5 de las redes sociales. Seg¨²n el Eurobar¨®metro, el 42% de los europeos y m¨¢s del 80% de aquellos que tienen entre 15 y 25 a?os utilizan estos sistemas de comunicaci¨®n a diario, lo que da una idea de hasta qu¨¦ punto se han imbricado en la vida cotidiana.

Los datos ilustran la resoluci¨®n, basada en un informe impulsado por el senador socialista Jos¨¦ Cepeda, que ayer aprob¨® la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. El texto sostiene que las redes sociales no son solo ¡°espacios de diversi¨®n¡± o ¡°salas de chats sobre temas blandos¡±, sino que se han convertido en una extensi¨®n de la vieja esfera p¨²blica, proporcionando un privilegiado ¨¢mbito de discusi¨®n sobre asuntos pol¨ªticos y sociales.

Fruto de dos a?os de trabajo, el documento intenta responder a la pregunta de si las redes sociales favorecen la conexi¨®n o son una amenaza para los derechos humanos, especialmente para la privacidad, la libertad de expresi¨®n y de informaci¨®n. Y alerta de la ¡°censura arbitraria¡± que aplican las grandes plataformas al seleccionar ese ingente volumen de informaci¨®n diseminada que posteriormente compactan y suministran a los usuarios. Estas redes son tambi¨¦n focos de distribuci¨®n de noticias y por ello deber¨ªan suscribir responsabilidades de inter¨¦s p¨²blico sobre el papel editorial que desempe?an. Un ejercicio que no siempre es transparente.

Los analistas alertan de consecuencias perjudiciales para el bienestar individual y el funcionamiento de las instituciones democr¨¢ticas derivadas de las redes sociales. Entre esos impactos perversos, los m¨¢s nocivos siguen siendo el acoso cibern¨¦tico, el aumento del discurso del odio, la incitaci¨®n a la violencia, la desinformaci¨®n y la injerencia en procesos pol¨ªticos, incluidos los electorales. Para intentar frenar este fen¨®meno, el Consejo de Europa pide que compa?¨ªas como Facebook o Twitter bloqueen las funciones de interacci¨®n si detectan casos graves de desinformaci¨®n. El de la propagaci¨®n de mentiras es un riesgo que afecta a todos los pa¨ªses sin distinci¨®n. Espa?a ha de estar en guardia ante la cita del 28-A.