Por favor, que nos sorprendan

En uno de sus poemas m¨¢s bellos, G. K. Chesterton ¡ªdefinido como el pr¨ªncipe de las paradojas¡ª se expres¨® as¨ª: ¡°Voy a envejecer para todo. Para el amor. Para la mentira. Pero nunca envejecer¨¦ para el asombro; siempre me seguir¨¢n asombrando las cosas fundamentales¡±. Arranca en la Comunidad Valenciana la doble campa?a electoral de generales y auton¨®micas y, como el escritor ingl¨¦s, una ya solo pide que la sorprendan. Llegar al asombro raya en lo quim¨¦rico.

?Hay alguien ah¨ª, entre los candidatos, capaz de embridar el aburrimiento de las consignas manoseadas, los esl¨®ganes de laboratorio, la satanizaci¨®n del contrario y, en definitiva, los lugares comunes?

Atr¨¦vanse. Aprovechen la campa?a para sacar a pasear aquel esp¨ªritu ind¨®mito que en sus mocedades o madureces les arrastr¨® a la pr¨¢ctica pol¨ªtica porque quer¨ªan cambiar el mundo. En el biopic Palme ¡ªKristina Lindstr?m, 2012¡ª un joven Olof Palme, a la premonitoria pregunta de ¡°?C¨®mo le gustar¨ªa que le recordaran?¡±, responde con toda la sencillez: ¡°Estamos aqu¨ª en la Tierra, es lo que nos ha tocado, y tenemos que hacer que la vida sea tan digna como podamos. La pol¨ªtica se basa en esto¡±. No hay m¨¢s preguntas, se?or¨ªa.

En esta Comunidad Valenciana que amanece electoralmente bajo un sol primaveral que invita a vivir y disfrutar de estar vivos, un 23% de sus ciudadanos sobrevive por debajo del umbral de la pobreza. Los usuarios de Casa Caridad de Valencia aumentaron un 44% durante 2018. Estas son, tambi¨¦n, estad¨ªsticas reales.

Las que deber¨ªan ocupar y preocupar a los cinco candidatos que ayer aceptaron la invitaci¨®n al debate de la Cadena SER Comunidad Valenciana. Segu¨ª atentamente las disquisiciones de Ximo Puig (PSPV-PSOE), Isabel Bonig (PP), M¨®nica Oltra (Comprom¨ªs), Toni Cant¨® (Cs) y Rub¨¦n Mart¨ªnez (Unides Podem-Esquerra Unida). Fue un debate ¨¢gil y elegante. ?Cant¨® y Oltra compartieron hasta el botell¨ªn de agua para combatir la sequedad bucal! Pero no sorprendieron. No asombraron. No emocionaron. Rehenes de sus propios discursos, soltaron metralla verbal para convencer a los propios. Error. La partida ¡ªsi nos fiamos de la macroencuesta electoral del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) reci¨¦n dada a conocer¡ª se juega en el terreno de los indecisos. De aquellos que saben que s¨ª, que van a ir a votar, pero todav¨ªa no tienen decidido a qu¨¦ siglas. Ni tan siquiera a qu¨¦ bloque ideol¨®gico.

Porque la promiscuidad ideol¨®gica existe en esta sociedad l¨ªquida de comportamientos electorales vol¨¢tiles, una clase media ¡ªla OCDE dixit¡ª ¡°bajo presi¨®n y exprimida¡±, y un ascensor social averiado. Entre el 30 y el 40% de los valencianos decidir¨¢ su voto en el ¨²ltimo momento. A caballo entre las vacaciones de Semana Santa y la cita en el colegio electoral. Cuatro a?os de legislatura auton¨®mica y el breve gobierno de Pedro S¨¢nchez no han despejado sus dudas. Parad¨®jico.

Es esta una campa?a importante. S¨ª. Trascendental, dicen los analistas. Hist¨®rica, subrayan la mayor¨ªa. A ver si se nota.