¡°Consellers¡± aterrorizados
Los exmiembros del Ejecutivo de Puigdemont cesantes en julio de 2017 no mienten cuando dicen que el Govern ansiaba pactar un refer¨¦ndum
Un testigo no debe mentir. Podr¨ªa ir al hotel rejas. Pero si dice toda la verdad, se arriesga a quedar fatal. Y a perjudicar a sus antiguos amigos, los reos.
Para superar ese trance se invent¨® la restricci¨®n mental, en la que destac¨® la orden religiosa m¨¢s h¨¢bil, los jesuitas. Describe la realidad pero enfoca lo que conviene y pone sordina a lo que da?a. Recita en p¨²blico la coartada y en voz baja los hechos. Juega a la ambivalencia. Mezcla lo clave con lo accesorio. Busca siempre quedar bien con todos.
La ideolog¨ªa convergente es una versi¨®n todo a cien de esa escuela del jesuitismo.
Por eso los exconsellers de Carles Puigdemont cesantes en julio de 2017 no mienten cuando dicen que el Govern ansiaba pactar un refer¨¦ndum: quer¨ªa con ello arrastrar al personal y so?aba con forzarlo. Pero al tiempo presentaba el 9 de junio la ilegal ley del refer¨¦ndum, primera piedra de la hereje iglesia unilateralista edificada el infausto 6 de septiembre.
Restricci¨®n mental pujolista a tope: se propugna una estrategia y se practica la contraria. ?xtasis de astucia y doble lenguaje.
Los consejeros testigos son buena gente. No buscan hundir a sus excolegas del banquillo. Por eso insisten en que el objetivo era pactar. Y que el formato unilateral era mera pol¨ªtica o simbolismo. As¨ª que subrayan los motivos personales de su renuncia. Cada t¨²rmix trocea sus propios ingredientes.
?Cu¨¢les? Jordi Jan¨¦ ya hab¨ªa cumplido su gran objetivo: recuperar la Junta de Seguridad, tras a?os de siesteo. Meritxell Ruiz hizo una ¡°reflexi¨®n personal¡± sobre su futuro. A Jordi Baiget le ces¨® el president por ¡°falta de confianza¡±: postul¨® un proceso participativo o elecciones en vez de un refer¨¦ndum loco. Y Neus Munt¨¦ estaba exhausta, su estado an¨ªmico ¡°no era el mejor¡± ¡ªsu padre falleci¨® en abril¡ª, como adujo aqu¨ª el 6 de marzo.
Pero todos ellos estaban aterrorizados. Ni siquiera porque el refer¨¦ndum unilateral fuese oficial, sino porque ¡ªcoincidieron¡ª era una salida ¡°posible¡±. Por eso, ay. No por m¨¢s.
Estaban aterrorizados por guiar un avi¨®n suicida. Jan¨¦ recib¨ªa ¡°amenazas¡± tuiteras cada d¨ªa. A Ruiz le angustiaba un ¡°periodo de mayor tensi¨®n dial¨¦ctica, no me ve¨ªa en eso¡±. Baiget quiso, sabio, conservar el patrimonio y evitar ¡°situaciones de posible c¨¢rcel¡±. Munt¨¦ sab¨ªa que ¡°el escenario de referencia era el de desobediencia, con inhabilitaci¨®n y multas, no lo quer¨ªa para m¨ª¡± (le ocurri¨® a Artur Mas), confes¨® al juez instructor, Pablo Llarena.
O sea, no mintieron. Pero hay que decodificarles an¨¦cdota y categor¨ªa: motivos y raz¨®n.
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