Fans contra indecisos
En una elecci¨®n tan cerrada los partidos deber¨ªan ser m¨¢s cuidadosos con sus renuncias
Cualquier campa?a electoral encierra un dilema entre raz¨®n e identidad. Un candidato puede detenerse a explicar propuestas concretas que puedan convencer a un electorado interesado pero inseguro, o en su lugar lanzar consignas de amores o de odios que movilicen a los convencidos. En jerga estrat¨¦gica: los partidos se debaten entre atender a sus fans y asegurarse de que el domingo lleguen a las urnas, o cortejar indecisos para que hagan lo propio. La tensi¨®n se vuelve m¨¢s intensa en estos ¨²ltimos d¨ªas de campa?a, cuando los mensajes influyen m¨¢s sobre la probabilidad de votar.
Se estima que uno de cada diez votantes escoger¨¢ su papeleta este fin de semana (fuente: 40dB.). Sin embargo, los partidos parecen haber escogido hacer una campa?a de fans, m¨¢s que de indecisos. Mejor dicho: las candidaturas lo f¨ªan todo a la posibilidad de que los que siguen fuera no sean demasiado distintos de los que ya est¨¢n dentro. Que la tensi¨®n se resuelva gracias a un gran n¨²mero de conversos. La t¨¢ctica es sin duda ahorrativa, pues permite concentrar mensaje en el pu?ado de temas que marcan trincheras y olvidarse de aquellos que resulta m¨¢s complicado encasillar en el panorama actual.
Pero s¨ª hay diferencias: si no, no seguir¨ªan sin decidir su voto; ya se habr¨ªan convertido. Por ejemplo, los indecisos son m¨¢s j¨®venes que el resto de votantes: un 57% de los menores de 25 a?os, y un 49% de 25 a 34, no sab¨ªan su voto en la encuesta preelectoral de marzo del CIS. Estos segmentos est¨¢n menos preocupados que el resto por cosas como la independencia de Catalu?a o las pensiones, y m¨¢s por la educaci¨®n o la calidad del empleo. Una distribuci¨®n opuesta a la atenci¨®n prestada por las campa?as.
En cierta medida, el sesgo en los mensajes es comprensible porque sus tasas de voto efectivo suelen ser menores: de los indecisos (j¨®venes y no) son varios los que terminan por quedarse en casa. Pero con apenas un pu?ado de dudosos bastar¨ªa: aunque las encuestas que conocimos hasta el pasado lunes indicaban que PSOE sumar¨ªa con Unidas Podemos, nacionalistas e independentistas, y que la derecha no lograr¨ªa mayor¨ªa, bastar¨ªa un cambio de tres o cuatro puntos porcentuales a cada lado para darle la vuelta al resultado. La izquierda har¨ªa bien en no descuidar ese flanco, y la derecha podr¨ªa atacarlo. Y es que en una elecci¨®n tan cerrada los partidos deber¨ªan ser m¨¢s cuidadosos con sus renuncias. @jorgegalindo
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