No disparen al denunciante
Empresas con m¨¢s de 50 empleados e instituciones p¨²blicas de lugares con m¨¢s de 10.000 habitantes tendr¨¢n que establecer canales confidenciales para denunciar abusos en la protecci¨®n de datos
Lux Leaks, los papeles de Panam¨¢, el Dieselgate, la lista Falciani, Cambridge Analytica¡ son esc¨¢ndalos muy distintos, pero con un denominador com¨²n: un informador tir¨® de la manta. Siete de cada diez casos de corrupci¨®n los destapan particulares, seg¨²n datos de la plataforma activista XNet.
Los denunciantes siempre han arriesgado. Antes de perseguir las noticias falsas, algunos Gobiernos y empresas ya intentaban silenciar las ciertas. El mundo anglosaj¨®n tiene leyes que los protegen desde hace tres siglos, aunque pueden terminar en la c¨¢rcel, arruinados, amenazados y aislados por la Ley de Espionaje. Hasta la semana pasada, la Uni¨®n Europea ni siquiera ten¨ªa un marco legislativo com¨²n al respecto. Solo en 10 de los 28 Estados gozan de cierto refugio legal. Ahora la Comisi¨®n acaba de aprobar una directiva para ampliar su protecci¨®n en todos los Estados. Todas las empresas con m¨¢s de 50 empleados o 10 millones de euros de ingresos, y las instituciones p¨²blicas de lugares con m¨¢s de 10.000 habitantes, tendr¨¢n la obligaci¨®n de establecer canales confidenciales para denunciar abusos en la protecci¨®n de datos, servicios financieros, transporte o salud p¨²blica, entre otros.
Esta nueva legislaci¨®n europea estuvo a punto de ser un cepo para los alertadores. Francia y Alemania, presionadas por sus patronales, quer¨ªan obligarles a acudir primero a sus empresas, y que solo cumplido un plazo pudieran acudir a la polic¨ªa, los medios u otras instancias. El lobby corporativo en Bruselas insist¨ªa en que las compa?¨ªas ya tienen canales internos de denuncia y que una filtraci¨®n sensible puede hacerles perder miles de millones. Aunque eso es cierto, el control y las auditor¨ªas han mejorado, no son infalibles ni bastan para garantizar el inter¨¦s general o el de los accionistas. Basta con repasar la hemeroteca: pocos sectores o Gobiernos se salvan.
En Alemania y en Estados Unidos el Gobierno puede incluso pagar a los alertadores. Otros pa¨ªses, como Francia, te¨®ricamente proh¨ªben la recompensa, salvo para los chivatazos de fraude fiscal. La UE no ha querido entrar en regular el intercambio de dinero por informaci¨®n. ¡°Es una l¨®gica que nos preocupa porque puede generar un panorama muy t¨®xico¡±, cuentan varios europarlamentarios que llevan a?os trabajando por esta ley. Se avanza lentamente. Empresas e instituciones empiezan a colocar buzones de denuncia. El problema es que pocos son seguros. Se necesitan herramientas tecnol¨®gicas que garanticen de verdad el anonimato. De lo contrario, los periodistas, intermediarios y denunciantes no estar¨¢n cubiertos del todo.
En los pr¨®ximos dos a?os nos jugamos que esa protecci¨®n se ampl¨ªe o se restrinja. Son los dos a?os que le da Bruselas a los Estados miembros para adaptar la legislaci¨®n. Sobre una base com¨²n pueden mejorar o diluir la protecci¨®n de los alertadores. Y, con ello, la calidad de la democracia.
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