Cuando despert¨®, el mundo se estaba cociendo

Despu¨¦s de 27 a?os en estado vegetativo provocado por un accidente de autom¨®vil, una emirat¨ª internada en un hospital de Alemania ha despertado, seg¨²n explicaban en el blog Mundo global (perd¨®n por la redundancia). Al parecer, Munira Abdull¨¢, de 32 a?os en el momento del accidente, protegi¨® con su cuerpo a su hijo Omar, entonces de cuatro a?os, de la violencia del impacto. Relata la noticia que hace poco Omar ¡ª31 a?os ahora¡ª se hab¨ªa quedado dormido y que le despert¨® alguien que le llamaba. Era Munira. No sabemos cu¨¢les fueron sus primeras palabras, pero trat¨¢ndose de una madre hay varias variantes: ¡°Pero... ?qu¨¦ te has hecho en el pelo?¡±, o el cl¨¢sico ¡°Tr¨¢eme ese chisme que est¨¢ ah¨ª¡±. Y si al pobre Omar se le hubiera ocurrido preguntar ¡°?Qu¨¦ chisme y d¨®nde?¡±, la respuesta habr¨ªa sido autom¨¢tica: ¡°Pues ah¨ª, ?es que me tengo que ocupar de todo? Cualquier d¨ªa cojo la puerta y os apa?¨¢is solos¡±.

El caso es que Amira ha despertado en un mundo muy diferente al suyo el d¨ªa del accidente. No se trata solo de que todav¨ªa exist¨ªa la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que no hab¨ªan sucedido las primaveras ¨¢rabes, o que el terrorismo global era algo m¨¢s propio de los relatos de ciencia ficci¨®n que de los telediarios. Y del concepto ¡®cambio clim¨¢tico¡¯, ni noticia. Las Torres Gemelas segu¨ªan en su lugar; los peri¨®dicos de papel, en los quioscos, y los mapas de carreteras, en las guanteras de los coches.

Pero el verdadero cambio no est¨¢ tanto en las cosas o los sucesos como en las cabezas de quienes las utilizamos o los interpretamos. Por ejemplo, explicar qu¨¦ es un like a alguien que ha estado fuera del mundo ¡ªpara Munira, ¡°s¨ªndrome de conciencia m¨ªnima¡±¡ª es muy sencillo. Pero que su ausencia puede generar aut¨¦nticas depresiones, o su presencia dopamina a chorros, es m¨¢s dif¨ªcil de asumir.

Dicen que para cocer una rana viva ¡ªeste experimento no es para casa¡ª no hay que poner agua a hervir y luego echar al animal. Saltar¨¢. Es m¨¢s efectivo poner la rana en agua fr¨ªa y empezar a calentar. Parece ser que la rana ni se entera. Tal vez, Munira observe que algo parecido nos ha pasado. Que nos hemos sometido a esclavitudes, miedos y ansiedades a partir de objetos y tecnolog¨ªas que en teor¨ªa deb¨ªan ayudarnos a alejarlos. Que adem¨¢s el mundo se est¨¢ cociendo. Que el agua hierve y no nos hemos enterado.