Sin marines, dif¨ªcilmente caer¨¢ Maduro
El poder de convocatoria de la oposici¨®n es may¨²sculo, pero al no generalizarse en ciudades, municipios y universidades, no logra su objetivo
Sin la intervenci¨®n de los marines, o el secuestro de la direcci¨®n chavista en una operaci¨®n quir¨²rgica como que la que acab¨® con Bin Laden, dif¨ªcilmente ser¨¢ posible el derrocamiento de Nicol¨¢s Maduro. Los alzamientos militares parciales no prenden en la tropa porque la depuraci¨®n de los cuartos de banderas ha sido profunda desde que el fallido golpe del 2002 estuviera a punto de laminar la revoluci¨®n de Hugo Ch¨¢vez. Hasta ahora ning¨²n general, coronel o teniente coronel con mando en tropa se ha sublevado. La lealtad de los cuadros castrenses al r¨¦gimen bolivariano responde a causas muy diversas: desde la lealtad ideol¨®gica y el nacionalismo, a la corrupci¨®n, el chantaje o el temor a quedar colgado de la brocha.
El Gobierno de Estados Unidos reitera que, de momento, ha optado por descartar la intervenci¨®n militar en Venezuela, para profundizar en el estrangulamiento de su econom¨ªa para hacer insoportables las condiciones de vida de los venezolanos y provocar la ca¨ªda de Maduro. Aunque todas las opciones siguen encima de la mesa, la baza del colapso econ¨®mico avanza a buen pie y la precariedad de la vida diaria es cada vez m¨¢s abrumadora. Sin embargo, todav¨ªa no se ha producido el estallido social que, seg¨²n esos planes, ya deber¨ªa haberle sacado de la presidencia.
Seguramente, habr¨¢ varios factores que expliquen el porqu¨¦ la gente sigue prefiriendo malvivir, aguantar el chaparr¨®n, a cambiar de sistema, es decir, a cambiar a Maduro por Guaid¨®. Solo me voy a referir a una de esas posibles causas. Est¨¢ comprobado hist¨®ricamente, que cuando las condiciones de vida de un pa¨ªs se tornan miserables se producen corrientes migratorias hacia otros pa¨ªses, principalmente de personas con m¨¢s iniciativa o mayores inquietudes que el promedio de la poblaci¨®n. Simplificando, en Venezuela el sector social m¨¢s inquieto se identifica con la oposici¨®n pol¨ªtica. Los opositores se consideran m¨¢s civilizados, m¨¢s preparados y m¨¢s emprendedores que los chavistas, despectivamente llamados chaburros, neologismo con las palabras Ch¨¢vez y burro.
Aunque haya cifras para todos los gustos, parece ajustarse a la realidad que entre dos y tres millones de venezolanos han emigrado en los ¨²ltimos a?os, a medida que las condiciones socioecon¨®micas se han hecho m¨¢s duras. El grueso de esa emigraci¨®n no la forman las clases m¨¢s despose¨ªdas y paup¨¦rrimas sino las capas altas, medias y, quiz¨¢, algunos pertenecientes a la parte superior de las bajas. Es decir, las capas en las que la oposici¨®n tiene fuerza.
Si eso es as¨ª, la oposici¨®n ha perdido entre dos o tres millones de seguidores de alta calidad pol¨ªtica que, en las actuales circunstancias, hubieran podido tener un gran peso a la hora de encabezar o potenciar los movimientos de protesta que pusieran a Maduro en la calle. La estrategia norteamericana se asemeja a la de quien escupe hacia arriba: destruye econ¨®micamente Venezuela para que la gente se levante contra Maduro, pero consigue que una parte importante de esa gente se vaya a otros pa¨ªses y deje pendiente la tarea de tumbar al Gobierno.
Los que se quedan, o no quieren el cambio de sistema o no tienen el empuje de los que se han ido; quiz¨¢ eso explique, en parte, las enormes dificultades de Guaid¨® para encontrar respuesta a sus convocatorias. El poder de convocatoria de la oposici¨®n es may¨²sculo, pero al no generalizarse en ciudades, municipios y universidades, no logra su objetivo. Aunque el oficialismo tambi¨¦n agrupa multitudes desde 1999, el declive num¨¦rico de las concentraciones revela el alejamiento de sus bases electorales, cansadas de tanto desgobierno y penalidades, tan atribuibles a la incompetencia bolivariana como al boicoteo yanqui. Estados Unidos sigue intent¨¢ndolo, y m¨¢s pronto que tarde deber¨¢ descubrir las cartas para que la coalici¨®n internacional que le apoya y el mundo sepan hasta donde est¨¢ dispuesto a llegar para establecer en Venezuela una verdadera democracia.
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