Las emisiones humanas provocan sequ¨ªas m¨¢s frecuentes, intensas y generalizadas desde 1900
Los anillos de los ¨¢rboles confirman c¨®mo el cambio clim¨¢tico seca amplias regiones del planeta
El cambio clim¨¢tico no es un problema del futuro, lo lleva siendo desde hace m¨¢s de un siglo. Un estudio que combina lo que cuentan los anillos de los ¨¢rboles con modelos clim¨¢ticos muestra que las sequ¨ªas provocadas por las emisiones humanas se remontan a principios del siglo pasado. En amplias regiones del planeta, incluida la cuenca mediterr¨¢nea, la aridez se ha ido imponiendo a la humedad. Con el nivel de gases de efecto invernadero (GEI) que se siguen emitiendo, los autores del estudio dicen que "muy pronto deber¨ªamos ver sequ¨ªas sin precedentes en muchos lugares".
Los anillos de los troncos de los ¨¢rboles permiten saber el clima que hizo en el pasado. Su regularidad o diferencias de grosor cuentan las olas de calor o ¨¦pocas de sequ¨ªa que soportaron. Gracias a la dendroclimatolog¨ªa, se han podido levantar atlas regionales de sequ¨ªas que, en el caso de Europa, se remontan al siglo XII. Sobre esa base, un grupo de cient¨ªficos ha buscado la huella humana en los patrones de sequ¨ªa y humedad en varias zonas del planeta. Tambi¨¦n modelaron la evoluci¨®n futura de esa mayor o menor sequedad espoleada por el cambio clim¨¢tico.
El estr¨¦s h¨ªdrico provocado por las olas de calor o la sequ¨ªas dejan su marca en los anillos de los ¨¢rboles
Los resultados de su trabajo, publicados en la revista Nature, indican que, en torno a 1900 y coincidiendo con el aumento de las emisiones GEI, las sequ¨ªas se vuelven m¨¢s frecuentes, intensas y generalizadas. La tendencia se mantiene hasta mediados de siglo, en que se suaviza. Los autores creen que este par¨®n se debe a la explosi¨®n en el uso de los aerosoles industriales. Otros estudios han relacionado la presencia de estas micropart¨ªculas en la atm¨®sfera con un aumento de la humedad. Los posibles mecanismos aqu¨ª ser¨ªan una menor incidencia solar y una mayor capacidad para aglomerar la humedad ambiental. Pero desde los 70, coincidiendo con las primeras restricciones a las emisiones contaminantes, el ¨ªndice de sequ¨ªa se acelera.
"El estudio es el primero en destacar que, adem¨¢s de cambios directos en las precipitaciones y temperatura tanto regionales como globales, las actividades humanas tambi¨¦n tienen un impacto a en las sequ¨ªas a gran escala", dice el investigador del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (EE UU) y coautor del estudio,?Paul Durack.
Pero las distintas regiones geogr¨¢ficas muestran trayectorias diferentes. La humedad se est¨¢ reduciendo en buena parte de Am¨¦rica del norte y central, el este de Europa, los pa¨ªses de la ribera mediterr¨¢nea y Australia. Por el contrario, la sequedad de los suelos mengua en Alaska, las regiones m¨¢s al norte de Am¨¦rica y toda la franja de este a sur de Asia. El estudio no tiene datos suficientes de Am¨¦rica del sur y ?frica.
La humedad de los suelos es un asunto complejo ya que intervienen dos procesos que no siempre se llevan bien: las precipitaciones y la evapotranspiraci¨®n, la cantidad de agua devuelta a la atm¨®sfera por la evaporaci¨®n del suelo y la transpiraci¨®n de las plantas. Aunque en principio un aire m¨¢s c¨¢lido porta m¨¢s humedad, provocando m¨¢s lluvia, tambi¨¦n puede reforzar la evaporaci¨®n, resecando los suelos.
Es lo que los modelos dicen que puede pasar en Am¨¦rica central, el oeste y centro de EE UU y Europa central en el inmediato futuro. Sobre la base de los observado hasta ahora, los autores del estudio proyectan las tendencias de sequ¨ªa y humedad para lo que queda de siglo.? Aqu¨ª las precipitaciones se mantendr¨¢n, aumentando incluso. Pero el aumento de las temperaturas forzar¨¢ una mayor evaporaci¨®n. La cuenca mediterr¨¢nea podr¨ªa sufrir en paralelo menores precipitaciones y mayor evaporaci¨®n.
Para el dendroclimat¨®logo de la Universidad Pablo de Olavide, Ra¨²l S¨¢nchez-Salguero, este trabajo se?ala que "los efectos antr¨®picos por gases de efecto invernadero influyen en las tendencias de las sequ¨ªas desde inicios del siglo XX, mucho antes de lo demostrado hasta la fecha".
El otro dato que m¨¢s destaca S¨¢nchez-Salguero, que no ha intervenido en el estudio, es que los modelos con los que han trabajado anticipan el avance de la sequ¨ªa:? "Seg¨²n su nuevo atlas global de sequ¨ªas, se producir¨¢ un adelantamiento de los a?os extremadamente secos (proyectados para finales del siglo XXI) de hasta 40 a?os para Norteam¨¦rica y Ocean¨ªa y de 15 a 20 a?os antes en Europa y el Mediterr¨¢neo". Como dice la principal autora del estudio, la investigadora de la NASA Kate Marvel, "todos los modelos est¨¢n proyectando que deber¨ªamos de asistir a un avance de la sequ¨ªa?sin precedentes y en muchos lugares".
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