Entre jardineros y cazadores
La pol¨ªtica es un ecosistema, como la naturaleza, como la sociedad, y hay formas de ejercerla que pueden ser beneficiosas como la lluvia, o destructivas como el granizo
Una gran parte de Espa?a se siente aliviada al comprobar que, tras la noche electoral, han cesado los cataclismos. El lenguaje de las urnas ha sido mucho menos crispado y catastrofista del que se hab¨ªa expresado en la campa?a electoral. Los partidos que m¨¢s apostaron por la bronca y la polarizaci¨®n, o se hundieron, como el PP, o avanzaron mucho menos de lo que esperaban, como Ciudadanos y Vox. De la lectura de los resultados se desprende que, pese a la constante incitaci¨®n al conflicto, la mayor¨ªa social en este pa¨ªs est¨¢ m¨¢s por el di¨¢logo y la armon¨ªa que por la confrontaci¨®n.
Ahora que parece que empieza a o¨ªrse el silencio, vale la pena revisar a d¨®nde nos llevan estos nuevos m¨¦todos de persuasi¨®n que con tanto ruido colonizan el espacio p¨²blico durante las campa?as. Porque tienen efectos nocivos sobre el clima pol¨ªtico y la propia democracia.
La pol¨ªtica es un ecosistema, como la naturaleza, como la sociedad, y hay formas de ejercerla que pueden ser beneficiosas como la lluvia, o destructivas como el granizo. Hay formas que desertifican. Son nocivas para la convivencia y dejan el terreno pol¨ªtico hecho un erial. De todo ha habido en esta campa?a y, como ya estamos empezando la siguiente, puede resultar ilustrativo aplicar a este asunto una de las m¨¢s celebradas met¨¢foras de Zygmunt Bauman, la que divide a la humanidad entre jardineros y cazadores seg¨²n sea su actitud hacia el mundo que les rodea. En este caso, seg¨²n cu¨¢l sea su actitud hacia la pol¨ªtica misma.
El jardinero es aquel que concibe al mundo como un jard¨ªn que hay que preservar con esmero y esfuerzo. Para que el jard¨ªn florezca, hay que cultivar las plantas, cuidarlas, quitar las malas hierbas, airear la tierra y nutrirla. El jardinero tiene una idea de lo que quiere construir y hace lo posible para alcanzarlo. A los cazadores, en cambio, no les importa c¨®mo quede el bosque, sino cu¨¢ntas piezas se llevan al zurr¨®n. No les preocupa la sostenibilidad del medio, sino maximizar su objetivo, que es cazar cuantas m¨¢s piezas, mejor. Los candidatos que quieren cuidar el jard¨ªn de la democracia tratan de preservar el clima pol¨ªtico porque saben que una actitud respetuosa y serena es la base de una deliberaci¨®n informada. Los cazadores de votos, que recurren a la crispaci¨®n para llenar las urnas, dejan la pol¨ªtica hecha jirones.
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