Marranada
En cualquier pa¨ªs civilizado, el error de N¨²ria de Gispert le habr¨ªa valido la ignominia y la carcajada, pero en Catalu?a le han dado la Cruz de Sant Jordi
Cuando yo estudiaba en la Espa?a de Franco coincid¨ª con un amigo del verano que parec¨ªa estar muy agobiado. Cursaba estudios de Ingenier¨ªa Agr¨ªcola y Pecuaria, creo recordar. Le hab¨ªan ido bien los dos primeros cursos, pero ahora pasaba por un momento dif¨ªcil. ¡°En primero dimos ¡®Cerdos Uno¡¯. En segundo ¡®Cerdos Dos¡¯. ?Pero en tercero damos ¡®Cerdas¡¯!¡±, dec¨ªa estremecido. La enorme dificultad que presentan las hembras del porcino es cosa muy predicada por los sabios de la antig¨¹edad.
Inspirada desde la infancia por un notable conocimiento de la caba?a porcina catalana, la dirigente del nacionalismo catal¨¢n, subclase xen¨®foba, llamada N¨²ria de Gispert ha cometido un error muy comentado por los medios nacionales y extranjeros. En cualquier pa¨ªs civilizado le habr¨ªa valido la ignominia y la carcajada, pero en Catalu?a le han dado la Cruz de Sant Jordi, elevando de ese modo la val¨ªa de la medallita. Esta experta en cochiqueras confundi¨® dos espl¨¦ndidos ejemplares de hembras racionales (una cayet¨¢nida, la otra in¨¦sida) con dos elementos del curso ¡°cerdas¡± que tanto agobiaba a mi amigo.
Este es un error incomprensible. Hay que tener una fijaci¨®n obsesiva con las cerdas, quiz¨¢s por ser la caba?a que ella ha frecuentado m¨¢s asiduamente. Y por otra parte hay que ser muy ignara o estar ciega de ira para confundir a dos mujeres de extrema educaci¨®n y capacidad comunicativa con sendos ejemplares porcinos de pobre locuci¨®n articulada, incluso en catal¨¢n. Un error debido quiz¨¢s al escaso trato que esta mujer ha mantenido con hembras racionales y educadas. Como a mi antiguo amigo, el tercer curso sobre las cerdas parece haber sido un escollo insalvable para sus capacidades y ahora alucina cerdas por todas partes, menos por una.
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