M¨¢s Europa
Hoy ni Espa?a ni cualquier otro gran pa¨ªs europeo puede encarar por s¨ª solo los retos econ¨®micos, sociales y pol¨ªticos del mundo globalizado
Este a?o la conmemoraci¨®n del D¨ªa de Europa coincide con la v¨ªspera de las elecciones al Parlamento Europeo que tendr¨¢n lugar en pocas semanas. Como cada 9 de mayo, recordamos cu¨¢n importante fue para la libertad de los ciudadanos europeos la firma del Tratado de Roma que alumbr¨® la Comunidad Econ¨®mica Europea en el a?o 1957.
Se sentaban entonces las bases para la construcci¨®n de una Europa unida basada en un modelo que nacer¨ªa tras siglos de evoluci¨®n, despu¨¦s de superar los episodios m¨¢s oscuros de la historia moderna tras recuperar los mayores niveles de desarrollo jam¨¢s vividos hasta entonces. Un proyecto com¨²n que aspiraba a convertir los ¨¦xitos econ¨®micos en oportunidades y en hacer de la igualdad el eje vertebrador del mismo. Bajo esta premisa, floreci¨® una Europa de la mano de la socialdemocracia y el socialcristianismo, con personalidades del nivel de Adenauer, Monnet, Schumann, de Gasperi, Spaak, Delors, Kohl, Brandt, Schmidt, que edificaron una estructura s¨®lida que hasta hoy pervive y que ofrece la esperanza que toda civilizaci¨®n anhela.
Las nuevas elecciones al Parlamento comunitario ¡ªque en Espa?a coinciden con las municipales y las auton¨®micas en la mayor¨ªa de comunidades¡ª, adquirir¨¢n una notable incidencia sobre el rumbo que tome Europa en los pr¨®ximos a?os en el terreno de las pol¨ªticas concretas y en su capacidad de liderazgo, en la defensa universal de los derechos humanos, las libertades y el progreso.
El debate sobre la Uni¨®n Europea viene condicionado por acontecimientos inimaginables en el momento de su creaci¨®n
El debate sobre la Uni¨®n Europea viene condicionado por acontecimientos inimaginables en el momento de su creaci¨®n: el fen¨®meno del Brexit o el crecimiento de diversos populismos, el ascenso de la extrema derecha o las dudas sobre el crecimiento econ¨®mico, se enfrenta a un debate sobre s¨ª misma que solo Europa puede resolver. Si bien, muchos ciudadanos, seg¨²n recog¨ªa la encuesta de Eurostat en octubre, son cr¨ªticos con el rumbo de la Uni¨®n Europea, a la vez creen que su pa¨ªs se ha beneficiado de pertenecer a la misma. El refuerzo y la convergencia de las econom¨ªas nacionales, as¨ª como la uni¨®n monetaria ha sido esencial para superar el peor periodo econ¨®mico de las ¨²ltimas d¨¦cadas y funcionar como b¨¢lsamo a las heridas causadas por la crisis.
Probablemente tenga raz¨®n el pensador J¨¹rgen Habermas cuando afirma que ¡°el desarrollo de la conciencia europea es m¨¢s lento que el avance de la realidad concreta¡±, por ello tenemos el deber de promover el conocimiento del papel de las instituciones y pol¨ªticas europeas porque de ellas depende el progreso de la vida colectiva. Sirva de ejemplo el rol que desempe?a el Fondo Social Europeo en la lucha contra el desempleo, a favor de la integraci¨®n de los j¨®venes o de la competitividad de las empresas de econom¨ªa social.
Hoy ni Espa?a ni cualquier otro gran pa¨ªs europeo puede encarar por s¨ª solo los retos econ¨®micos, sociales y pol¨ªticos del mundo globalizado. Dif¨ªcilmente podr¨ªa tener un posicionamiento s¨®lido ante China, Estados Unidos o Rusia y tampoco frente al poder de las corporaciones transnacionales que intentan eludir el control de los Estados. Unos y otros preferir¨ªan una Europa d¨¦bil y fragmentada.
Debe haber un gran esfuerzo en el campo de la cohesi¨®n social y la igualdad de oportunidades
La Uni¨®n Europea s¨ª puede afrontar con solvencia no solo la pol¨ªtica econ¨®mica y monetaria, y en consecuencia el empleo y el bienestar, sino tambi¨¦n, la lucha contra el terrorismo, la defensa y protecci¨®n de fronteras, la actuaci¨®n contra el fraude fiscal, la pol¨ªtica migratoria, la protecci¨®n del medioambiente o la independencia judicial con un TEDH cada vez m¨¢s fuerte. Los retos a los que Europa se enfrenta son diversos y de mucho calado. Uno de ellos es la transformaci¨®n tecnol¨®gica y digital, la revoluci¨®n industrial 4.0 que introduce grandes innovaciones, pero tambi¨¦n incertidumbres en torno al empleo, la protecci¨®n social y el futuro del trabajo. Debe haber un gran esfuerzo en el campo de la cohesi¨®n social y la igualdad de oportunidades.
Otro reto fundamental e inaplazable y que nos conmina desde las Naciones Unidas, a trav¨¦s de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es combatir el cambio clim¨¢tico, lo que exigir¨¢ adoptar medidas por parte de los poderes p¨²blicos. El nuevo Parlamento lo deber¨¢ tomar en cuenta, aunque ello signifique introducir pol¨ªticas urbanas y de movilidad que pueden resultar controvertidas; pues como bien asever¨® la Alta Comisionada para la Agenda 2030, Cristina Gallach: ¡°No tenemos un segundo planeta para las pr¨®ximas generaciones¡±.
Existen otros desaf¨ªos ante los que no podemos permanecer impasibles como la inmigraci¨®n y las pol¨ªticas de asilo. Nuestro continente debe asumir una estrategia al respecto que permita combinar la defensa de sus valores con lo que dec¨ªa el canciller Helmut Kohl: ¡°Europa no puede ser una fortaleza que nos blinde de los dem¨¢s, debe ser una Europa abierta¡±. Abierta, en efecto, y tolerante, justa, fraterna y solidaria en todos los sentidos.
Tengo el convencimiento de que la respuesta a los retos planteados pasa por m¨¢s Europa, por m¨¢s pol¨ªticas comunes en favor de la igualdad, la inclusi¨®n y la cultura compartida; por m¨¢s democracia y por un respeto escrupuloso al Estado de derecho como base de nuestra convivencia com¨²n. Solo as¨ª veremos progresar la humanidad.
Maria Eug¨¨nia Gay es decana del Colegio de la Abogac¨ªa de Barcelona.?
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