Presidente guerrero
A Trump no le interesan las causas de los problemas, solo el espect¨¢culo de sus efectos, todos agitados en un c¨®ctel de confusiones con el ¨²nico fin de esconder el objetivo real: sus intereses
Donald Trump dirige cuatro ofensivas simult¨¢neas contra Venezuela, Ir¨¢n, China y una C¨¢mara de Representantes dem¨®crata que trata de debilitarle antes de las elecciones de 2020. En una presidencia tan hiperb¨®lica, que salta de un enemigo a otro, es dif¨ªcil estar seguro de si nos hallamos ante una invasi¨®n inminente, un tuit subido de tono o una cortina de humo.
Han pasado 16 a?os desde la invasi¨®n de Irak y a¨²n siguen circulando las mismas mentiras y los mismos personajes t¨®xicos, como el actual asesor de Seguridad Nacional, John Bolton.
Steve Herman, corresponsal de Voice of America en la Casa Blanca, tuite¨® este mi¨¦rcoles: ¡°Despu¨¦s de garantizar el Gobierno de Irak, EE?UU se prepara para proteger su soberan¨ªa frente a Ir¨¢n¡±. Es un ejemplo del estado de desinformaci¨®n bajo el trumpismo. Al parecer no se ha enterado de que la invasi¨®n de 2003 provoc¨® m¨¢s de 600.000 muertos ¡ªseg¨²n la revista m¨¦dica The Lancet¡ª, una guerra civil entre sun¨ªes y chi¨ªes, la partici¨®n de hecho de Irak, el nacimiento del ISIS y la propagaci¨®n de la guerra a Siria (cerca de 500.000 muertos). El actual Gobierno de Bagdad es tan chi¨ª como el de Teher¨¢n, del que es amigo y aliado. Ir¨¢n es el vencedor regional de una ocupaci¨®n desastrosa.
La Casa Blanca anunci¨® sin pruebas que Ir¨¢n prepara ataques con drones contra objetivos de EE?UU en Oriente Pr¨®ximo. Para responder al supuesto desaf¨ªo, Washington ha enviado a la zona al portaviones Abraham Lincoln, el mismo en el que George W. Bush declar¨® la victoria sobre Sadam Husein semanas antes de que empezara la guerra de verdad.
Ir¨¢n ha comunicado que suspende algunos compromisos voluntarios del acuerdo nuclear alcanzado al final de la presidencia de Obama con EE?UU, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania. No se puede decir que rompe el pacto porque sigue en ¨¦l, sujeto a los controles de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica. Quien s¨ª lo rompi¨® fue Trump hace un a?o. Sac¨® a EE?UU de un acuerdo firmado por su antecesor, ampli¨® las sanciones a Ir¨¢n y no deja de presionar a Europa para que no invierta en ese pa¨ªs bajo la amenaza de represalias contra sus empresas.
La denuncia constante de los reg¨ªmenes autoritarios de Venezuela e Ir¨¢n no se extiende a Arabia Saud¨ª, el amigo al que se venden armas al por mayor a cambio de miles de millones de d¨®lares. Su ideolog¨ªa religiosa, el wahabismo, es el alimento del que se nutren Al Qaeda y el ISIS, que atentan contra intereses occidentales. Cada golpe, sea en Par¨ªs, Londres o Barcelona, nos estremece, pero olvidamos que m¨¢s del 80% de las v¨ªctimas de este tipo de terrorismo yihadista son musulmanes.
A Trump no le interesan las causas de los problemas, solo el espect¨¢culo de sus efectos, todos agitados en un c¨®ctel de confusiones con el ¨²nico fin de esconder el objetivo real: sus intereses.
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