Mauthausen

Es bonito el nombre del cargo que ocupa la se?ora, que aqu¨ª hoy no va a tener nombre: directora general de la Memoria Democr¨¢tica de la Generalitat de Catalu?a. Hum.

Esta se?ora evoc¨®, para celebrar el d¨ªa de la liberaci¨®n del campo de Mauthausen, a los pol¨ªticos catalanes presos por haberse saltado las leyes de un Estado democr¨¢tico. La mujer encontr¨® un paralelismo claro entre los nazis exterminadores y los jueces espa?oles que defienden la Constituci¨®n de 1978. Igualitos.

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'Cosas tristes en Mauthausen' por M. Jabois

La Generalitat usa un acto en el campo de Mauthausen para hacer reivindicaciones pol¨ªticas

Esta se?ora, en realidad, lo ¨²nico que ha hecho ha sido continuar con una larga historieta nacionalista catalana, que tiene ya algunos a?os; porque los nacionalistas, por ejemplo, habilitaron en 1939 en Gurs su propio campo de refugiados, del que excluyeron a todos los que consideraron que eran espa?oles.

Comenz¨® a poner al d¨ªa la cosa Artur Mas, quien descubri¨® a Martin Luther King. Pero pronto qued¨® claro que King quer¨ªa que su sue?o se hiciera realidad logrando que los negros fueran iguales que los blancos, y los nacionalistas catalanes lo que quer¨ªan era justo lo contrario, o sea, ser diferentes de los espa?oles. Igualitos los sue?os de King y de Mas.

Pero al atrevimiento de Mas le siguieron algunos intentos igualmente desvergonzados de ligar el nacionalismo catal¨¢n con Gandhi o con Nelson Mandela.

Ahora, grupos de neonazis empiezan a desplegarse por el territorio catal¨¢n, ataviados con camisas pardas y reivindicando a unos canallas xen¨®fobos como los hermanos Bad¨ªa, muertos a tiros en abril de 1936 por un comando anarquista. Los hermanos son elogiados por Joaquim Torra, president de la Generalitat, por su nacionalismo, como si eso bastara para asegurar decencia o bonhom¨ªa.

La se?ora sin nombre ha llevado el intento de la desverg¨¹enza hasta l¨ªmites dif¨ªciles de soportar. Comparar los padecimientos de los presos del proceso abierto en septiembre de 2017 con los de los antifascistas presos en Mauthausen, destinados a morir despu¨¦s de sufrir toda clase de vejaciones en el campo, es una tremenda burla, un insulto a los millones de muertos por el nazismo.

La se?ora sin nombre bien podr¨ªa ser recomendada por Torra para lucir la Creu de Sant Jordi, que otra se?ora, N¨²ria de Gispert, ha dejado bien alta.