La UE y las lagartijas
La Uni¨®n es un sistema, como el capitalismo. Ambos se hacen m¨¢s fuertes tras sufrir una crisis
Hace millones de a?os, una hecatombe extingui¨® a todos los dinosaurios. Pero muchas lagartijas sobrevivieron. Los reptiles m¨¢s peque?os son m¨¢s flexibles. Se adaptan mejor a los shocks.Los animales grandes fascinan. Los peque?os funcionan.
Lo mismo pasa con las instituciones pol¨ªticas. Los intelectuales de la vanguardia eur¨®fila sue?an, y los populistas de la retaguardia eur¨®foba tienen pesadillas, con una Europa gigantesca: econ¨®mica, pol¨ªtica, social y cultural. Una recreaci¨®n secular de la Iglesia cat¨®lica, apost¨®lica y romana. Pero tan dif¨ªcil es erigir una mega-UE como desmantelar la actual UE, un entramado de instituciones en red, con pocos puntos de contacto y, por tanto, pocos talones de Aquiles. Los productos de la UE (de la eurozona y el espacio Schengen a la PAC y los fondos de cohesi¨®n, pasando por las multas a Google) son el resultado de organismos distintos legitimados por coaliciones distintas de actores.
La UE es lo opuesto a la Estrella de la Muerte de Star Wars: un mole imponente, pero, si atacas su n¨²cleo, salta por los aires. La UE no tiene centro. No tiene cabeza, por lo que no se le puede cortar el cuello.
La UE es un sistema, como el capitalismo. Ambos se hacen m¨¢s fuertes tras sufrir una crisis. El capitalismo y la UE est¨¢n tan enraizados en las realidades cotidianas de ciudadanos, empresas, grupos de inter¨¦s y pol¨ªticos que salen reforzados de cada traspi¨¦s. Los anticapitalistas y euroesc¨¦pticos agitan ruidosamente sus banderas de vez en cuando. Pero sus gritos son se?al de su impotencia. Los nacionalpopulistas pueden obtener unos excelentes resultados en estas elecciones europeas. Pero, m¨¢s all¨¢ de darle un tono folkl¨®rico al Parlamento Europeo, que nadie espere una impronta populista en el futuro corpus legislativo de la UE. Los intereses creados en torno al mercado y las pol¨ªticas comunitarias son tan poderosos que ni tan siquiera los pol¨ªticos con las lenguas m¨¢s viperinas podr¨¢n desmontarlos.
Uno de los padres fundadores de la UE, Jean Monnet, lo predijo hace d¨¦cadas. La integraci¨®n europea no avanzar¨¢ mediante grandes consensos, sino a golpe de grandes crisis. Porque lo que une a los humanos no son los ideales nobles, sino los miedos mundanos a perder bienestar.
Dejemos pues de tener sue?os y pesadillas con la UE. Porque, cuando despertemos, la lagartija todav¨ªa estar¨¢ all¨ª. @VictorLapuente
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