La ultraderecha conf¨ªa en superar sus divisiones para bloquear la UE
Las formaciones ultranacionalistas y euroesc¨¦pticas ya no quieren abandonar la Uni¨®n, sino gripar la maquinaria de sus instituciones
Por primera vez en la historia del Parlamento Europeo, la ultraderecha y los euroesc¨¦pticos se perfilan con capacidad de formar un bloque parlamentario influyente y disruptivo. Nunca antes se hab¨ªan encontrado tan cerca de marcar a fuego una legislatura y de no tener que conformarse con furibundos discursos sin ninguna traducci¨®n pol¨ªtica real.
En los comicios del 26 de mayo, seg¨²n los sondeos, las formaciones ultranacionalistas y antieuropeas podr¨ªan lograr entre el 20% y el 35% de los esca?os en un Parlamento con 751 diputados, en funci¨®n de los partidos que se sumen a una plataforma bajo el liderazgo de facto de Matteo Salvini, vicepresidente del Gobierno italiano. Un porcentaje alto que, de cumplirse, otorgar¨ªa a esas formaciones una cuota de poder considerable en el nuevo reparto institucional, con posible acceso a presidencias de comisiones parlamentarias y a tutelar como ponentes proyectos legislativos. El objetivo poco disimulado de las fuerzas de Salvini es el de bloquear, como m¨ªnimo, la maquinaria comunitaria.
¡°Creo que la posibilidad de que logren un tercio de los esca?os es realista¡±, apunta Susi Dennison, directora del programa European Power del centro de estudios ECFR. ¡°La clave ser¨¢ si esos partidos pueden trabajar juntos y construir una plataforma europea como quiere hacer Salvini¡±, a?ade esta analista.
Para lograrlo, los antieuropeos tendr¨¢n que vencer a sus propios fantasmas. Un largo historial de enfrentamientos y divisiones que, legislatura tras legislatura, ha minado sus posibilidades de marcar la agenda.
Dennison opina que, esta vez, hay posibilidades de que los antieuropeos logren un frente m¨¢s unido que nunca. ¡°No creo que vaya a ser como en otras legislaturas¡±, se?ala la analista. ¡°Los dos primeros meses ser¨¢n suficientes para que fijen una narrativa antieuropea que puede marcar los pr¨®ximos a?os¡±, apunta Dennison.
Shada Islam, directora para Europa del centro de estudios Friends of Europe, tambi¨¦n prev¨¦ un impacto mayor. ¡°Son listos y ya no defienden la salida de la UE a la vista de la experiencia del Brexit¡±, se?ala Islam. ¡°Pero su objetivo es destruir los fundamentos de la UE¡±.
El car¨¢cter ultranacionalista de todas las formaciones, desde la Liga de Salvini al Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen o el Vox de Santiago Abascal, complica las alianzas. Y la d¨¦bil estructura interna de alguna de las formaciones las han expuesto a peri¨®dicas implosiones a los pocos meses del escrutinio.
La imagen que resumi¨® la explosiva volatilidad de estas formaciones fue el desmayo en 2016 de un eurodiputado brit¨¢nico en Estrasburgo tras un altercado en una reuni¨®n del UKiP, el partido eur¨®fobo liderado entonces por Nigel Farage. El UKiP revent¨® tras haber logrado su mayor ¨¦xito, la victoria en el refer¨¦ndum sobre la salida del Reino Unido de la UE. Y regresar¨¢ a Estrasburgo tras las elecciones europeas reconvertido en el Partido del Brexit.
El caso de Vox tambi¨¦n es paradigm¨¢tico. Con los seis esca?os que le otorgan los sondeos se ha convertido en el objeto de deseo de los diferentes grupos ultras, desde el ECR, liderado por el partido de Kaczynski, a la nueva plataforma de Salvini. Pero Vox se reserva de momento sus preferencias y marca distancias con los populistas de otras latitudes.
¡°A Vox se le asocia frecuentemente y con facilidad con otros partidos y cosas nuevas que est¨¢n sucediendo en otras partes del mundo¡, pero no es realmente cierto¡±, ha explicado Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, vicesecretario de Vox, a la periodista Anne Applebaum. Vox se considera un producto exclusivamente espa?ol, una etiqueta marca nacional que el resto de partidos similares tambi¨¦n se cuelgan con el respectivo nombre de su pa¨ªs.
La ofensiva de Salvini tambi¨¦n se ha topado con dificultades para alistar en sus filas a las otras tres estrellas del ultranacionalismo: la francesa Marine Le Pen, el polaco Jaroslaw Kaczynski y el h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n. La primera (20 esca?os seg¨²n los sondeos) ha intentado alejarse de la ret¨®rica neofascista que utilizaba su padre, Jean Marie Le Pen, y que Salvini abraza con entusiasmo. Kaczynski (a quien se pronostican 21 esca?os) desconf¨ªa de los v¨ªnculos financieros de la Liga de Salvini con el Kremlin de Vladimir Putin. Y Orb¨¢n titubea entre mantenerse en el Partido Popular Europeo (que le ha suspendido parte de sus derechos de afiliado) o entregar al italiano los 13 esca?os que le conceden los sondeos (de 21 en juego en Hungr¨ªa).
Peleas y mutaciones
Esas peleas internas y mutaciones han restado influencia a una corriente antieuropea que no es nueva. Irrumpi¨® en el Parlamento Europeo en la segunda legislatura europea (1984-1989). Desde entonces ha sido una inc¨®moda presencia para el resto de grupos pol¨ªticos, pero nunca les ha supuesto un obst¨¢culo insalvable.
Las principales familias pol¨ªticas han ignorado los peri¨®dicos exabruptos de la bancada antieuropea, protagonizados primero por el franc¨¦s Jean-Marie Le Pen (eurodiputado desde 1984 hasta este a?o) y en tiempos m¨¢s recientes por Farage (eurodiputado desde hace 20 a?os y con otra legislatura por delante mientras no se consume el Brexit).
Ambos, sobre todo el brit¨¢nico, han sido maestros de la provocaci¨®n y el desaire, a sabiendas de que la repercusi¨®n medi¨¢tica y viral de un europarlamentario suele ser directamente proporcional a las barbaridades que suelte en el hemiciclo.
Pero el nuevo l¨ªder de la extrema derecha, el vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, no se conforma con un papel de fantoche m¨¢s o menos locuaz y agresivo. "Tenemos el objetivo de ganar y cambiar Europa¡±, asegur¨® Salvini en abril durante una minicumbre de la extrema derecha en Italia a la que asistieron representantes de Alternativa para Alemania, del Partido Popular Dan¨¦s y de Aut¨¦nticos Finlandeses.
La plataforma emergente ha convocado una manifestaci¨®n paneuropea el pr¨®ximo 18 de mayo en Mil¨¢n con el objetivo de hacer una demostraci¨®n de fuerza a solo unos d¨ªas de que arranque los comicios europeos (el 23 de mayo, en Reino Unido).
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