Repetici¨®n pol¨¦mica
La anulaci¨®n de las elecciones municipales en Estambul arroja sombras sobre el Gobierno de Erdogan
La anulaci¨®n de las elecciones al Ayuntamiento Metropolitano de Estambul del 31 de marzo por parte de la Comisi¨®n Electoral Suprema de Turqu¨ªa no solo arroja una nueva sombra sobre el funcionamiento de los procedimientos democr¨¢ticos del pa¨ªs otomano bajo la presidencia de Recep Tayyip Erdogan, sino que puede abrir una crisis institucional de incierta resoluci¨®n, con la inestabilidad que ello conlleva.
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En las urnas, el candidato de la oposici¨®n socialdem¨®crata, Ekrem Imamoglu, obtuvo la victoria en la hist¨®rica ciudad europea por un estrecho margen de votos. Estambul es una pieza clave en la pol¨ªtica turca porque hasta el momento nadie ha vencido en unas elecciones nacionales sin ganar all¨ª. El partido de Erdogan, el oficialista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), impugn¨® los comicios por presunto fraude argumentando que se hab¨ªa producido una conspiraci¨®n para derrotar a la formaci¨®n islamista. Ahora, la comisi¨®n ha convocado unos nuevos comicios para el 23 de junio.
No es para nada una pr¨¢ctica extra?a en las democracias que cuando existe una estrecha diferencia de votos en unas elecciones la candidatura derrotada exija otro recuento. Basta recordar lo ocurrido en las elecciones presidenciales de 2000 en EE?UU entre George Bush y Al Gore. Pero eso no es precisamente lo que ha sucedido en Turqu¨ªa, donde la formaci¨®n islamista que gobierna el pa¨ªs ha demandado una nueva convocatoria. La pr¨¢ctica ya es bastante inusual de por s¨ª, lo cual, unido a la deriva autoritaria que ha adoptado Erdogan en los ¨²ltimos a?os, hace complicado evitar la imagen de una jugada pol¨ªtica con el fin de privar a la oposici¨®n de una victoria que podr¨ªa suponer un vuelco radical en el panorama pol¨ªtico turco. Las municipales de marzo supusieron la primera gran derrota electoral de la formaci¨®n de Erdogan en mucho tiempo y una clara respuesta de la ciudadan¨ªa urbana ante su manera de entender el Gobierno. Ahora todo vuelve al punto de partida, y la oposici¨®n debe volver a una liza en la que ya se hab¨ªa impuesto.
Pero, adem¨¢s, con su pol¨¦mica decisi¨®n, la comisi¨®n ha abierto una inesperada caja de Pandora institucional porque el principal partido de la oposici¨®n, el centroizquierdista Partido Republicano del Pueblo, ha exigido que el ¨®rgano electoral anule las elecciones presidenciales y legislativas del pasado a?o y despoje de su cargo al presidente Erdogan. Y lo ha hecho casi copiando literalmente los argumentos expuestos por el AKP en su demanda: algunas mesas electorales hab¨ªan sido conformadas por personas que no eran funcionarios, tal y como exige la ley. Si la comisi¨®n rechaza el recurso ser¨¢ inevitable no ver una presi¨®n del poder ejecutivo detr¨¢s. Si lo acepta, Turqu¨ªa se sumergir¨¢ en un estado de incertidumbre institucional.
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