¡®Operaci¨®n Triunfo¡¯ y Eurovisi¨®n, una historia de desamor
Cantar en el festival se convirti¨® en el premio principal del concurso de televisi¨®n, pero los a?os y sus participantes han demostrado que puede ser un dardo envenenado
Cuando en febrero de 2002 Rosa L¨®pez gan¨® Operaci¨®n Triunfo, se llev¨® a casa dos premios: un cheque de 15 millones de pesetas (90.000 euros) y un pase como candidata a Eurovisi¨®n 2002. El primero?nunca lo cobr¨®; el segundo, casi le cost¨® m¨¢s caro a ella. El festival europeo de la canci¨®n no es una plaza sencilla y no se lo ha puesto f¨¢cil a los espa?oles que han pasado por ella. Menos a¨²n a los j¨®venes que acudieron al festival tras una temporada en la academia de Operaci¨®n Triunfo: el doble salto medi¨¢tico tuvo, en m¨¢s de un caso, trazas de tirabuz¨®n mortal. Este a?o, Miki N¨²?ez se enfrenta al reto y lo hace, al menos, con algo que otros no tuvieron: ganas.
Rosa L¨®pez fue la primera en muchas cosas. En ganar OT, en volver a poner el concurso en el candelero, en ser finalista para representar a TVE en Eurovisi¨®n, en dejarse la piel en ello y en romper las ¡ªalt¨ªsimas, eso s¨ª¡ª expectativas de muchos con el festival. Tras enfrentarse a David Bisbal (con Coraz¨®n Latino) y David Bustamante (con La magia del coraz¨®n), la granadina finalmente triunf¨® en la clasificaci¨®n y se convirti¨® en la representante espa?ola del festival de Eurovisi¨®n de 2002 en Tallin, Estonia.?
Las esperanzas de Espa?a entera ¡ªsu actuaci¨®n la vieron m¨¢s de 10 millones de personas¡ª estaban puestas en L¨®pez. No defraud¨®: qued¨® s¨¦ptima, con 81 puntos, en una posici¨®n honrosa pero que dej¨® al pa¨ªs fr¨ªo. Aunque no logr¨® ganar, desde entonces no ha habido ninguna posici¨®n tan alta (y s¨ª muchas en el furg¨®n de cola) para los espa?oles. Peor suerte han corrido los triunfitos que vinieron despu¨¦s de ella: nadie ha logrado superar su posici¨®n, y ni siquiera muchos de ellos pensaban que Eurovisi¨®n era una opci¨®n adecuada para encauzar sus carreras.
La propia Rosa sabe cu¨¢nto la marc¨® aquel hito en su carrera. Europe's living a celebration, el tema eurovisivo y europe¨ªsta con el que se present¨® al Festival, sigue siendo de obligado cumplimiento en su repertorio.?"?De qu¨¦ sirve sufrir una evoluci¨®n en tu vida si la gente me para y me canta el Europe's?", se preguntaba ella misma hace un par de a?os, cuando lanz¨® su reality documental. Ese hito fue, quiz¨¢, un lastre: aunque su primer disco triunf¨®, los posteriores se fueron deshinchando en ventas. Y ninguna de sus canciones ha sido tan popular como aquella, esa que siguen cant¨¢ndole en la calle.?
Al a?o siguiente de Rosa lleg¨® la finalista de la siguiente edici¨®n, Beth. Era 2003, y en Riga (Letonia) qued¨® octava con su Dime. El poco recordado Ram¨®n del Castillo, tambi¨¦n ganador de OT, qued¨® d¨¦cimo en 2004 con Para llenarme de ti. Y los triunfitos desaparecieron del mapa eurovisivo, tambi¨¦n porque Operaci¨®n Triunfo pas¨® primero a Telecinco y despu¨¦s al ba¨²l de los recuerdos.
Beth fue de las primeras que se atrevieron a criticar, ligeramente, la canci¨®n que le toc¨® defender. Ya lo dec¨ªa entonces, en la rueda de prensa de presentaci¨®n para el festival:?"De las tres canciones que me dieron, Dime era la que menos me gustaba, la m¨¢s alejada de mi estilo, aunque poco a poco la voy disfrutando, y espero hacerla cada vez m¨¢s m¨ªa". En 2017, a su paso por la academia de OT tres lustros despu¨¦s, reiter¨® el mensaje: "[Dime] es un tema que le gustaba a todo el mundo, pero yo no me la cre¨ªa. Eurovisi¨®n fue brutal pero tambi¨¦n un marr¨®n".
Su discurso cal¨® precisamente entre los j¨®venes artistas del a?o pasado: ninguno parec¨ªa entusiasmado en ir a Eurovisi¨®n. Finalmente fue la ganadora, Amaia Romero, y el cuarto clasificado, Alfred Garc¨ªa, la entonces pareja de la edici¨®n, quienes acudieron a la llamada de Lisboa. Las expectativas estaban al nivel de Rosa y la actuaci¨®n la vieron m¨¢s de siete millones de personas; el puesto defraud¨® mucho m¨¢s que hace 16 a?os: un 23 de 26 que supo a poco. "Jo, es un poco mierda, la verdad, pero no pasa nada", dijo Amaia entonces. Tan "mierda" que ni ella misma quiso darle el relevo al representante de este a?o.?"Despu¨¦s de lo mal que quedamos el a?o pasado creo que no soy nadie para ceder el testigo a Miki en Eurovisi¨®n, seg¨²n mi opini¨®n", confes¨® hace unos meses.
Con el permiso de Famous, ganador de OT 2018, Miki N¨²?ez era el ¨²nico que parec¨ªa realmente dispuesto a ir a Eurovisi¨®n este a?o. Tuvo ganas desde el principio, algo que se potenci¨® cuando recibi¨® el tema La venda, con el que finalmente se consagr¨® como representante. La alegr¨ªa verbenera de la canci¨®n?compuesta por la banda La Pegatina, se ha contagiado en el joven catal¨¢n, que parece genuinamente dispuesto y divertido en Israel. ?l mismo, con una carrera en una banda propia y cuyos padres han pagado buena parte de sus actuaciones, ha dicho: "Poder hacer esto me llena de orgullo". Habr¨¢ que ver qu¨¦ posici¨®n logra el s¨¢bado 18 en Tel Aviv para ver si ese orgullo permanece intacto.?
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