Gobernar una democracia supranacional
Tras las elecciones, se abrir¨¢ un periodo de negociaci¨®n entre los Estados para pactar la renovaci¨®n de la presidencia de todas las instituciones europeas
La Uni¨®n Europea es una democracia supranacional con un complejo sistema institucional de ¡ªgobierno multinivel¡ª encargado de tomar decisiones. Este proyecto pol¨ªtico de alta sofisticaci¨®n t¨¦cnica no resulta f¨¢cil de explicar, ni de comprender. De hecho, los ciudadanos encuentran dificultades para saber con precisi¨®n qui¨¦n es el responsable ¨²ltimo de cada una de las iniciativas que se adoptan en Europa. La composici¨®n de las distintas instituciones son tambi¨¦n una inc¨®gnita para la mayor¨ªa, lo mismo que las funciones que tienen atribuidas. M¨¢s a¨²n, pocos ciudadanos est¨¢n en disposici¨®n de valorar el verdadero alcance de su voto en el entramado de poder europeo.
En este contexto, el 26 de mayo, los nacionales de los Estados miembros residentes en Espa?a hemos sido convocados para elegir 54 de los 751 diputados que componen el Parlamento. Una instituci¨®n encargada de aprobar, junto al Consejo, normas jur¨ªdicamente vinculantes y el presupuesto de la Uni¨®n, adem¨¢s de asumir el control pol¨ªtico del gobierno europeo. El nuevo Parlamento, conviene insistir en ello, puede ser un actor particularmente relevante en el mandato 2019-24. De hecho, solo un ¨¦xito contundente de quienes discuten la utilidad de la Uni¨®n ¡ªimpulsando soluciones de repliegue nacional incompatibles con un mundo interdependiente¡ª podr¨ªa anular la voluntad del Parlamento de impulsar la defensa y promoci¨®n de los valores democr¨¢ticos, los principios fundacionales y los objetivos de la integraci¨®n europea, como detalla su Resoluci¨®n de 13 de febrero de 2019.
Con todo, los ciudadanos no s¨®lo decidir¨¢n en estas elecciones la composici¨®n del Parlamento, sino tambi¨¦n, aunque de manera indirecta, la persona a la que se le encargar¨¢ dirigir el Gobierno de la Uni¨®n. El Spitzenkandidat que el Consejo Europeo propondr¨¢ al Parlamento para presidir la Comisi¨®n ¡ªsiguiendo un experimento pol¨ªtico ensayado con ¨¦xito en 2014¡ª deber¨¢ pertenecer al grupo que haya ganado las elecciones, pero tendr¨¢ tambi¨¦n que contar con una mayor¨ªa que le garantice su nombramiento en un Parlamento m¨¢s polarizado ideol¨®gicamente. En estas condiciones ?podr¨¢ concurrir en la misma persona ambas circunstancias? ?qu¨¦ impacto tendr¨¢ sobre el propio sistema de elecci¨®n y el resultado final que no sea as¨ª?
Adem¨¢s, tras las elecciones al Parlamento se abrir¨¢ un periodo de negociaci¨®n entre los Estados conducente a pactar la renovaci¨®n de la presidencia de todas las instituciones europeas, incluida la figura del Alto Representante para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad.
Los Estados recurrir¨¢n a m¨²ltiples criterios: equilibrios geogr¨¢ficos, de g¨¦nero o de pertenencia a familias pol¨ªticas para seleccionar a las personas que las vayan a presidir. Todas deber¨ªan representar un liderazgo firme y visibilizar un compromiso indiscutible con los fundamentos de un proyecto ahora amenazado. Aunque los ciudadanos no participemos en tales negociaciones, las cartas que los Estados vayan a manejar se reparten el d¨ªa 26 de mayo. Ese d¨ªa s¨ª decidimos nosotros. No dejemos pasar la oportunidad.
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