El imprescindible papel de Madrid
Con S¨¢nchez en Madrid y Borrell en Bruselas, puede convertirse en un pa¨ªs clave para los pr¨®ximos a?os
A la v¨ªspera de las europeas, el horizonte es inquietante. Era un secreto a voces el deterioro del eje franco-alem¨¢n; lo han confesado, recientemente, Angela Merkel y su sucesora, Annegret Kramp-Karrenbauer, en sendas entrevistas publicadas en el S¨¹ddeutsche Zeitungy EL PA?S. Dicho de otro modo, no se trata de una cuesti¨®n de divergencias sobre asuntos particulares, sino de una visi¨®n estrat¨¦gica opuesta: Francia quiere profundizar la integraci¨®n europea, mientras que Alemania dise?a fortalecer la cooperaci¨®n intergubernamental. Toda una paradoja si retomamos el dilema planteado en los or¨ªgenes del proyecto de construcci¨®n de la comunidad europea: en los sesenta, Alemania apostaba por la idea de federaci¨®n y De Gaulle por la cooperaci¨®n intergubernamental.
De momento, esta dial¨¦ctica de estrategias en el marco de las relaciones franco-alemanas se materializa en una batalla de influencia orientada a asegurar los sillones en la nueva legislatura europea. Alemania est¨¢ avanzando con fuerza hacia la presidencia de la Comisi¨®n, con la candidatura del conservador Manfred Weber; prev¨¦ una negociaci¨®n dura para la presidencia del nuevo Parlamento y fija la vista en el control del Banco Central Europeo tras la futura salida de Mario Draghi. Kramp-Karrenbauer, por su parte, evoca la vieja serpiente de mar de la sede del Parlamento en Estrasburgo para torcer un poco m¨¢s el brazo de Francia. Sin duda, la brecha con Par¨ªs ser¨¢ a¨²n m¨¢s dolorosa, en la medida en que habr¨¢ que solucionar los problemas de financiaci¨®n del presupuesto europeo sin la participaci¨®n del Reino Unido. Esta cuesti¨®n explica parcialmente la postura r¨ªgida de Francia ante las negociaciones del Brexit. Y, por otro lado, Italia, con el nacional-populismo en las entra?as, estar¨¢ apartada del sistema dirigente europeo.
En consecuencia, el panorama que nos encontramos es el retrato de un cara a cara germano-franc¨¦s peligroso, marcado por el auge de la extrema derecha y de la derecha nacionalista en Francia, y con una Alemania apoyada por sus aliados de la Liga hanse¨¢tica, liderados por Holanda y Austria, que ampara reducir el per¨ªmetro europeo, marginar a los pa¨ªses del sur o mantener una pol¨ªtica presupuestaria dr¨¢stica.
Las pr¨®ximas europeas ser¨¢n decisivas. Espa?a se enfrenta a un desaf¨ªo hist¨®rico. Con Pedro S¨¢nchez en Madrid y Josep Borrell en Bruselas, puede convertirse en un pa¨ªs clave para los pr¨®ximos a?os. Si los resultados del 26 de mayo confirman la tendencia de los comicios generales, permitiendo la constituci¨®n de un conjunto fuerte en Bruselas entre la izquierda espa?ola y la socialdemocracia alemana, se podr¨¢ contener la deriva m¨¢s conservadora, nacionalista, de la derecha europea. Momento decisivo para fortalecer el papel de Espa?a. No se trata solo de ocupar un asiento en el eje vertebrador de Europa, sino proponer proyectos sociales y econ¨®micos para relanzar la gran idea europea.
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