La d¨¦cada Netanyahu
El primer ministro israel¨ª trata de formar Gobierno sin visos de solucionar los problemas del pa¨ªs
El balance de la d¨¦cada que acaba de cumplir Benjam¨ªn Netanyahu al frente del Gobierno de Israel coloca al primer ministro frente a tres importantes realidades en la vida del pa¨ªs que han empeorado de forma considerable y que no tienen visos de mejorar si ¡ªcomo todo apunta¡ª el l¨ªder derechista tiene ¨¦xito en las negociaciones para formar un nuevo Ejecutivo.
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En primer lugar, el conflicto con los palestinos sigue sin visos de una soluci¨®n pac¨ªfica y negociada prolongando as¨ª una situaci¨®n ilegal como es la ocupaci¨®n de Cisjordania que ya dura medio siglo. Los asentamientos no han cesado de expandirse estrangulando el territorio reconocido como Palestina por la ONU, las negociaciones con la Autoridad Palestina son inexistentes y el bloqueo parcial de Gaza no solo supone un castigo innecesario para la poblaci¨®n civil, sino que, desde un punto de vista estrat¨¦gico, por un lado, sigue dando argumentos a Hamas ante los ciudadanos de la Franja y, por otro, enquista permanentemente un problema cuya evoluci¨®n visible ¡ªy negativa¡ª son peri¨®dicos choques armados a gran escala tras los cuales la situaci¨®n sigue degrad¨¢ndose a la espera del pr¨®ximo enfrentamiento. Adem¨¢s, en los ¨²ltimos tres a?os Netanyahu ha asociado la suerte de Israel a la presidencia de Trump. El reconocimiento por parte de EE?UU de Jerusal¨¦n como capital o de la anexi¨®n de los Altos del Gol¨¢n son victorias diplom¨¢ticas a corto plazo. EE?UU ha sido rechazado como mediador del conflicto por la Autoridad Palestina, dejando fuera de la escena a un decisivo actor en la consecuci¨®n de la paz, papel de Washington con Egipto, Jordania o los Acuerdos de Oslo.
En segundo t¨¦rmino, respecto a la pol¨ªtica exterior, el primer ministro de Israel se ha caracterizado por su agresividad ante cualquier tipo de acuerdo con Ir¨¢n, llegando incluso en 2015 a dirigirse directamente al Congreso de EE?UU ninguneando al entonces presidente, Barack Obama. Este belicismo le ha costado enfrentamientos con la misma c¨²pula militar israel¨ª que siempre desaconsej¨® una acci¨®n contra Teher¨¢n. Las relaciones con la UE son poco m¨¢s que formales mientras que Netanyahu s¨ª ha establecido una gran sinton¨ªa con los discursos nacionalistas de la India de Modi o la Rusia de Putin.
Finalmente, la misma calidad democr¨¢tica de Israel se ha resentido. Para mantenerse en el Gobierno, Netanyahu no duda en apoyarse en partidos extremistas para los que el estatus democr¨¢tico de Israel no es fundamental. Parte de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n por los que es investigado afectan a la libertad de informaci¨®n y ha aprobado leyes que hostigan la labor de las ONG.
Netanyahu podr¨¢ superar a Ben Gurion en permanencia en el cargo, pero siempre quedar¨¢ muy lejos del fundador del Israel moderno.
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