De Bowie a Galliano: las aventuras de Kim Jones, el dise?ador masculino en la cumbre
El brit¨¢nico, director creativo de la l¨ªnea para hombres de Dior, es el hombre del momento en la moda. Mostramos su precolecci¨®n O/I 2019 y hablamos con ¨¦l sobre famosos, el fin de las prendas deportivas, trabajos de altura y alta traici¨®n
Tokio, 30 de noviembre, 11 de la noche. Un grupo de amigos pica algo en una mesa cualquiera del lobby del hotel Aman. Pero ni el lujoso Aman es un hotel cualquiera ni el grupo de amigos podr¨ªan ser los suyos. O los m¨ªos. All¨ª, en medio del enorme vest¨ªbulo, entre caf¨¦s, alguna cerveza y car¨ªsimos panchitos, Kate Moss, David Beckham y otras nueve o diez celebridades de primer orden se parten de risa sin guardaespaldas, sin fot¨®grafos y sin poner morritos.
Es una celebraci¨®n inusualmente peque?a y civilizada en honor de Kim Jones, el dise?ador de la l¨ªnea masculina de Dior, quien, tan solo dos horas antes, ha presentado su nueva colecci¨®n: un espect¨¢culo de proporciones ¨¦picas presidido por la estatua de una guerrera rob¨®tica de 12 metros de altura dise?ada por Hajime Sorayama, el icono del retrofuturismo sexi, alrededor de la cual caminaban los modelos, vestidos con ropa a la vez elegante y futurista, atravesados por luces estrobosc¨®picas.
"[Karl Lagerfeld] ten¨ªa fama de ¨¢cido y de cr¨ªtico, pero porque sab¨ªa detectar lo mejor de cada persona. Me consta lo bien que trataba a la gente que trabajaba con ¨¦l, lo respetuoso que era. Yo adoro a la gente que trabaja conmigo, en eso soy muy parecido a ¨¦l"
¡°Puede que mis desfiles no sean exactamente t¨ªmidos. Pero hay que pensar en grande. Dior es una de las mayores marcas del mundo, ?por qu¨¦ no celebrarlo?¡±, me cuenta unos meses despu¨¦s en su peque?o despacho del cuartel general parisino de la maison. ¡°Tengo confianza en lo que hago. No me preocupan demasiado los fracasos. No planifico. No espero nada. Si siento que puedo hacer algo, lo hago. No es arrogancia, sino confianza¡±.
Jones (Londres, 1973) se gradu¨® en Central Saint Martins, la prestigiosa escuela londinense, con una colecci¨®n que ya anticipaba la eclosi¨®n de la ropa deportiva en la moda. Despu¨¦s de militar en Umbro, Iceberg y Dunhill, salt¨® a la primera divisi¨®n cuando le encomendaron la direcci¨®n art¨ªstica de la colecci¨®n de hombre de Louis Vuitton, hasta entonces inexistente. Corr¨ªa 2011 y el mercado era un lugar muy diferente, es decir, que las zapatillas deportivas no eran todav¨ªa cosas por las que los millonarios pagaban miles de euros. Pero, si hoy la ropa urbana es el motor de la industria del lujo masculino, es gracias a Jones.
Un a?o despu¨¦s de que lo nombraran dise?ador en Dior, no abomina del fen¨®meno deportivo que pr¨¢cticamente invent¨®, pero casi. ¡°?Que si estaba harto de ello? Bueno, digamos que la reinvenci¨®n es clave. Me gustan los cambios, echar la vista atr¨¢s y ver que he evolucionado. El streetwear era fundamental en mi trabajo en Vuitton y ahora la sastrer¨ªa lo es en mi trabajo en Dior¡±, zanja.
El dise?ador vive su profesi¨®n sin el t¨ªpico conflicto que aqueja a muchos de sus cong¨¦neres. ¡°Soy un dise?ador comercial al que le gusta hacer cosas bonitas. No creo que haya nada malo en ello. Soy yo el que trabajo para la marca, no es la marca la que trabaja para m¨ª. S¨¦ qui¨¦nes son mis jefes, s¨¦ lo que quieren de m¨ª, y estoy feliz de poder entreg¨¢rselo y cumplir¡±.
Por su cargo e influencia, tal vez pueda considerarse el creador de moda masculina m¨¢s poderoso de la actualidad, pero Jones no encaja en el perfil hiperintelectualizado ni en el ir¨®nico/irreverente que imperan en el mercado actual. Es m¨¢s, es casi cl¨ªnico a la hora de explicar su sistema: ¡°Christian Dior es la referencia. Su historia es extens¨ªsima y el archivo, enorme. As¨ª que lo estudio, rescato tres ideas cada temporada ¨Csi fueran m¨¢s, el mensaje ser¨ªa demasiado complicado¨C y a?ado algo m¨¢s. Primero van los ingredientes y despu¨¦s las especias¡±.
¡°Soy yo el que trabajo para la marca, no es la marca la que trabaja para m¨ª. S¨¦ qui¨¦nes son mis jefes, s¨¦ lo que quieren de m¨ª, y estoy feliz de poder entreg¨¢rselo y cumplir¡±
Ha presentado en Tokio el primer desfile de precolecci¨®n masculina en la historia de Dior. Eso significa un tercer desfile anual en un momento en el que muchas l¨ªneas de hombre han abandonado las pasarelas masculinas para integrar sus colecciones en los desfiles de mujer. Los desfiles conjuntos pueden resultar confusos para el consumidor. Usted y yo trabajamos en la moda, pero siento que el gran p¨²blico prefiere propuestas diferenciadas. Un hombre que quiera comprarse un traje para ir a trabajar seguramente se pregunte: ¡°?Pero qu¨¦ hace este traje en medio de todas estas mujeres?¡±. ?Es complicado! Sin embargo, reconozco que hay marcas a las que les funciona.
?Por ejemplo? A Gucci. Creo que su dise?ador, Alessandro Michele, es una persona muy interesante. Le ha dado una vuelta a la marca y funciona. Me impresiona su valent¨ªa.
No es muy habitual escuchar esta clase de comentarios de gente en su posici¨®n. Yo admiro a muchos dise?adores. Por motivos muy diversos. Michele ha hecho un trabajo extraordinario. Y su caso es el ejemplo de que los desfiles mixtos pueden funcionar. Pero no siempre. A veces el hombre queda diluido en la colecci¨®n de mujer.
?Qu¨¦ considera un mal dise?o? No me lo planteo. Es cuesti¨®n de gusto.
Colecciona moda, sobre todo dise?adores brit¨¢nicos de los a?os ochenta y noventa. ?Es una pasi¨®n que se me ha ido un poco de las manos! He acumulado tanta ropa que la quiero donar a un museo. Para que cuiden de ella. Es una colecci¨®n importante que nadie m¨¢s tiene y que revela much¨ªsimas cosas de esas d¨¦cadas, de un periodo muy especial, de dise?adores asombrosos que ya no est¨¢n y que la gente joven tiene que poder conocer.
Es usted el primer dise?ador de ropa de hombre que reivindica el legado de John Galliano (director creativo de Dior entre 1996 y 2011). Incluso ha reintroducido su bolso Saddle, de 1999. Hay tantas cosas de John que me gustan. Lo segu¨ª muy de cerca cuando estudiaba. Y ¨¦l compr¨® buena parte de mi colecci¨®n de fin de carrera. No lo conozco mucho personalmente, pero representa una parte muy importante del legado de Dior. Su visi¨®n de la casa estaba llena de belleza pura, emoci¨®n y romanticismo. En la carrera ¨¦l era todo lo que quer¨ªamos ver. A ¨¦l, a Margiela, a Helmut Lang y tambi¨¦n a McQueen. Pero John era el m¨¢s espectacular. Sab¨ªa sacarle partido a un buen presupuesto y volver loco al p¨²blico.
?Qu¨¦ pas¨® por su cabeza cuando acept¨® ser el nuevo director creativo de la l¨ªnea masculina de Dior? Creo que hab¨ªa cierta impaciencia por saber d¨®nde ir¨ªa. Pero yo desaparec¨ª. Busqu¨¦ tiempo para m¨ª. Para viajar y para rodearme de mis ¨ªntimos.
Hay m¨²ltiples maneras de revitalizar una firma hist¨®rica. Est¨¢n los que bucean en la herencia para darle actualidad, y tambi¨¦n hay otros enfoques m¨¢s irreverentes. ?D¨®nde se siente m¨¢s c¨®modo? Me gusta pensar en grande. Ser audaz. Echarle energ¨ªa, diversi¨®n, color. Y eso es lo que tambi¨¦n les gusta a mis jefes en Dior. Soy de todo o nada, y si me lanzo, lo hago a gran escala. Evolucion¨¦ lentamente en Vuitton, pero ahora estoy inmerso en un proyecto enorme, as¨ª que no tengo tiempo que perder.
"Los desfiles conjuntos pueden resultar confusos para el consumidor. Usted y yo trabajamos en la moda, pero siento que el gran p¨²blico prefiere propuestas diferenciadas. Un hombre que quiera comprarse un traje para ir a trabajar seguramente se pregunte: ¡°?Pero qu¨¦ hace este traje en medio de todas estas mujeres?¡±
El ritmo de la industria se ha vuelto insostenible desde una perspectiva creativa. ?Es razonable ese nivel de demanda constante de novedades?No lo s¨¦. Son ciclos, y creo que el mundo pasa por uno bastante extra?o ahora mismo. Pero, si le soy sincero, hemos hecho cinco colecciones en diez meses, y estamos trabajando en proyectos complementarios y colecciones c¨¢psula, as¨ª que no tengo mucho tiempo para preocuparme por nada m¨¢s.
Suena como si no tuviera mucha vida privada. S¨ª, s¨ª, la tengo. Mi estudio est¨¢ en Londres. As¨ª puedo ver a la gente a la que quiero y desconectar.
?Le gusta Par¨ªs? Trabajo en Par¨ªs, es todo lo que dir¨¦. Para m¨ª, Par¨ªs significa trabajo. Siempre he tenido esta relaci¨®n con la ciudad y creo que es la que siempre tendr¨¦. Mi tiempo libre lo paso donde est¨¢n mis amigos. En Londres. Esta misma noche regreso. All¨ª trabajo con m¨¢s silencio y menos distracciones. Mi equipo va a verme all¨ª. Londres es mejor ciudad para la moda masculina. All¨ª es m¨¢s f¨¢cil encontrar inspiraci¨®n para los desfiles.
Teniendo en cuenta que cuenta con amistades mundialmente c¨¦lebres, ?cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que se fascin¨® con un famoso? La ¨²nica vez que realmente sent¨ª algo as¨ª fue cuando conoc¨ª a David Bowie. Est¨¢bamos reunidos en una habitaci¨®n y no pod¨ªa ni hablar. Pero fue adorable y al final fue f¨¢cil.
?Qu¨¦ hac¨ªan ustedes en esa habitaci¨®n? Una campa?a para Vuitton. Ocurri¨® hace algunos a?os. Fue impresionante. Pero hay poca gente que me ciegue de esa manera porque ahora, cuando los conozco, resulta que tambi¨¦n aprecian lo que yo hago. Creo que cuando era joven era diferente.?
?Y qu¨¦ se contaba David Bowie? Tuve suerte porque resulta que ¨¦l ten¨ªa muchos libros de Derek Jarman, y los diarios de Joe Orton, y otras cosas que a m¨ª tambi¨¦n me encantan. Y la conversaci¨®n fluy¨®. Descubr¨ª que una de las pinturas que tengo de Derek Jarman era la que se utiliz¨® de fondo en el v¨ªdeo de Ashes to ashes. Nos llevamos realmente bien y fue terrible que se muriera tan poco tiempo despu¨¦s.
Hace poco muri¨® tambi¨¦n Karl Lagerfeld, a quien vi en su debut en Dior el pasado verano. Fue muy, muy amable. Y comparti¨® mensajes con gente diciendo lo mucho que le hab¨ªa gustado el desfile, que quer¨ªa muchas prendas de la colecci¨®n y que pensaba que yo ten¨ªa talento. Ten¨ªa fama de ¨¢cido y de cr¨ªtico, pero porque sab¨ªa detectar lo mejor de cada persona. Me consta lo bien que trataba a la gente que trabajaba con ¨¦l, lo respetuoso que era. Yo adoro a la gente que trabaja conmigo, en eso soy muy parecido a ¨¦l. Si alguien traiciona mi confianza no le hablar¨¦ nunca m¨¢s. Pero tienes que hacerme algo muy malo para que llegue a ese punto. En realidad, soy una persona f¨¢cil que procura que la gente que le rodea disfrute con lo que hace.
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