No hay colinas en Dondo

Desde mi vuelta de Mozambique, bastantes veces me han pedido que cuente la experiencia de haber participado en el despliegue del Start, hospital de campa?a espa?ol incardinado en el proyecto de los EMT (Emergency Medical Team) de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud; sobre todo, por conocer con detalle las vivencias en un contexto de cooperaci¨®n internacional, entre otros; por sus componentes de humanidad y fraternidad. Me he resistido por varias razones. Vanidades aparte, como consecuencia de ese ego¨ªsmo que algunos voluntarios podemos tener por sentirnos tan bien participando en proyectos de cooperaci¨®n internacional en el caso de cat¨¢strofes y para el desarrollo.

Llegu¨¦ a un pa¨ªs como Mozambique del que pocos en mi entorno sab¨ªan, por la habitual falta de informaci¨®n de nuestra sociedad desarrollada, que se trata de uno entre los siete m¨¢s pobres del mundo. Es un dato que puede sorprender por las ofertas de vacaciones, de buceo, de complejos tur¨ªsticos, que nos pueden llegar.

Se publicaba en estos d¨ªas que la ONU solo ha podido sumar un 32% de los fondos necesarios para paliar la destrucci¨®n producida por el cicl¨®n Idai en Mozambique, objeto del despliegue del Start; necesarios para reconstruir una importante parte de Mozambique; en particular, vastos territorios de la provincia de Sofala y la preciosa ciudad de Beira, en gran parte destruida. Chamizos, ¨¢rboles ca¨ªdos, chabolas, y muchas tiendas de campa?a para refugiados¡­ Eso es lo que puede verse cuando se transita entre Beira y Dondo¡­ Y ya ha llegado otro cicl¨®n. Ahora, en el norte del pa¨ªs, en el contexto de una econom¨ªa de supervivencia, en la que quedarse sin vivienda y sin poder conseguir agua potable y alimentos. Es el mayor esfuerzo de cada d¨ªa. La desnutrici¨®n infantil cr¨®nica afecta a m¨¢s de un 40% de los ni?os; el analfabetismo a la mitad de la poblaci¨®n, m¨¢s de 12.000 casos de malaria y m¨¢s de 6.000 de c¨®lera en el periodo inmediatamente posterior a la emergencia por el cicl¨®n Idai¡­

Durante el tiempo que convivimos, ayudamos en la medida de nuestras posibilidades a los mozambique?os, y en particular, al peque?o hospital rural de Dondo. La petici¨®n de algunos responsables de epidemiolog¨ªa del pa¨ªs, porque en algunos centros no dispon¨ªan de anest¨¦sicos suficientes, ha sido para m¨ª muy impactante; como la imposibilidad de distribuci¨®n normalizada de insulina. M¨¢s all¨¢ de las decisiones profesionales, tambi¨¦n tomamos en nuestros hospitales y centros de coordinaci¨®n de emergencias sanitarias espa?oles algunas determinaciones que van m¨¢s all¨¢. Dif¨ªciles en algunos casos, por la imposibilidad posterior de mantener equipos con la destreza necesaria para algunos servicios sanitarios, incluido el propio transporte de pacientes. Pero eso es otra historia, porque eso es ayuda al desarrollo y no el apoyo puntual ante una emergencia humanitaria. O a lo mejor es que es emergencia humanitaria continuada lo que sufre gran parte de ?frica.

Los 2.275 pacientes tratados, los 87 pacientes intervenidos y los 36 partos asistidos son todo un orgullo para los 142 profesionales que hemos participado en el despliegue

El Start ha hecho mucho y muy bien. Al menos todo lo que pod¨ªa. Los 2.275 pacientes tratados, los 87 intervenidos y los 36 partos asistidos son todo un orgullo para los 142 profesionales en dos relevos; la mayor¨ªa, del Sistema Nacional de Salud, pero tambi¨¦n de Farmamundi, M¨¦dicos del Mundo, los cocineros de la ONG Zaporeak y los profesionales del Ericam (bomberos, principalmente). Espa?a, a trav¨¦s de su Ministerio de Asuntos Exteriores, y los profesionales de la Aecid y del equipo externo del Start, lo han coordinado y planificado exquisitamente.

Algunos de los profesionales del peque?o hospital de Dondo nos preguntaban entre otras muchas cosas, que de qu¨¦ forma podr¨ªamos seguir colaborando con ellos, o como conseguir un peque?o bloque quir¨²rgico para el hospital, o asesorarles en temas epidemiol¨®gicos. All¨ª estaba Pequenhino, que tendr¨¢ unos 12 a?os, un ni?o que tras la marcha de los primeros en ser relevados segu¨ªa preguntando por los que marcharon ¡­

Esto me recuerda a cuando en la pel¨ªcula Memorias de ?frica, le dec¨ªa la baronesa Blixen al sirviente Farahantes antes de marcharse a Dinamarca que igual que ¨¦l hac¨ªa, ella se adelantar¨ªa al hacerse la noche, y har¨ªa un fuego que pudiera verse de lejos y as¨ª llegar la caravana a su campamento. "Tienes que hacer un fuego muy grande para yo encontrarte", le dice. Ojal¨¢ sirva el Start para ello, aunque tendr¨ªa que estar en un sitio bien alto para que se vea desde tan lejos; lo malo es que no hay colinas en Dondo.

Juli¨¢n Dom¨ªnguez, fue el primer Director Asistencial en el despliegue del Start en Dondo. Es m¨¦dico preventivista en el Hospital de Ceuta

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