Pogba, el futbolista deseado: ¡°Si no le gusto a alguien, pues que no me siga¡±

Paul Labile Pogba, centrocampista de la selecci¨®n francesa y del Manchester United y una estrella mundial con casi 35 millones de seguidores en Instagram, tiene la conciencia de un joven de 27 a?os que ha madurado m¨¢s deprisa que sus coet¨¢neos. Como suele suceder con los deportistas profesionales ha entendido que el juego con el que so?aba cuando era ni?o, y del que hoy es protagonista entre los protagonistas, ha cambiado para siempre dentro y fuera del campo.

La charla que sostuvo con ICON una tarde de finales de abril, en la misma sala de baile de principios del siglo pasado cerca de Manchester donde se hace el reportaje fotogr¨¢fico, es fruto de esa conciencia. No por casualidad, la conversaci¨®n gira, en sentido figurado y con naturalidad, dentro y fuera del rect¨¢ngulo verde, igual que los balones llevados para la ocasi¨®n a esta vieja pista de baile, donde el fot¨®grafo y el resto de su equipo juegan con Paul, actor, modelo e int¨¦rprete notable por un d¨ªa.

Empezamos hablando del papel de campe¨®n, pero tambi¨¦n de estrella, que hoy en d¨ªa desempe?a el futbolista de una manera absoluta. De hecho, para los ni?os de medio mundo, Pogba es pr¨¢cticamente un superh¨¦roe. Y lo es por c¨®mo juega, pero tambi¨¦n por lo que representa. ¡°Cuando me ven jugar en el campo, o por la calle¡±, explica, ¡°ya es un mensaje. Antes el f¨²tbol no ten¨ªa la dimensi¨®n que ha alcanzado hoy en d¨ªa a escala mundial, y eso me permite transmitir lo que hago, lanzarlo con precisi¨®n, pero tambi¨¦n con amplitud. Soy un futbolista negro que ha jugado en Italia, Francia, Inglaterra, y mi estilo es una mezcla de las distintas culturas que he absorbido e incorporado. La vida est¨¢ hecha de cruces de colores, de encuentros de culturas diferentes, de personas que conoces. Eso es Paul Pogba. Cuando juego, y tambi¨¦n fuera del campo, intento transmitirlo siempre¡±.

La sonrisa de Pogba es contagiosa y a menudo se proyecta m¨¢s all¨¢ de la ya enorme esfera de los apasionados al deporte del f¨²tbol. ¡°Veo que la gente, incluso la que no tiene que ver con nuestro deporte, habla de Pogba, el chico que baila, que se deja fotografiar para las portadas de las revistas y todo eso. Solo intento ser yo mismo. Soy as¨ª. Tambi¨¦n eso es un juego. Por ejemplo, delante de un objetivo me siento bien, me divierto. Todo forma parte de mi estilo, tambi¨¦n de mi sentido est¨¦tico, en el que los colores son important¨ªsimos¡±.

El jugador del United encarna con orgullo esta filosof¨ªa del futbolista mestizo, algo que aplica tambi¨¦n, y sobre todo, en el terreno de juego, y que, en su opini¨®n, es la base del ¨¦xito del f¨²tbol franc¨¦s de nueva generaci¨®n. ¡°El secreto de nuestro f¨²tbol, y de Francia en general, es, una vez m¨¢s, la diversidad cultural. Todos somos franceses, pero uno es de origen africano, otro de origen espa?ol, otro portugu¨¦s, y as¨ª sucesivamente. Cada vez que juego con la selecci¨®n es un verdadero placer. All¨ª no hay fueras de serie. Somos una familia¡±.

Salta a la vista que la multiculturalidad, la apertura y la fluidez son conceptos que se repiten a menudo en su discurso y en su carrera, como si nos encontr¨¢semos ante algo verdaderamente nuevo que debiese contribuir a reescribir las reglas del f¨²tbol. Todo ello, a partir de la funci¨®n del jugador, de su posici¨®n en el campo. Porque si se habla de Pogba, es imposible no abordar el tema de d¨®nde deber¨ªa jugar.

Es indiscutible que su lugar es el de centrocampista, pero tambi¨¦n se habla de todocampista, seg¨²n una definici¨®n que comparten los apasionados y los expertos. Hay quien sue?a con verlo m¨¢s cerca de la porter¨ªa contraria y quien le atribuye la capacidad de dirigir el juego desde una posici¨®n m¨¢s retrasada, destacada delante de la propia defensa. Algunos ven en ¨¦l el prototipo del volante del presente y del futuro, uno que se mueve del campo propio al contrario, ida y vuelta, con licencia para matar¡­ los partidos.

Pogba tambi¨¦n tiene claras las ideas al respecto. Si se le pregunta d¨®nde cree que se expresa mejor su f¨²tbol, responde: ¡°En el terreno de juego. A la derecha, a la izquierda, delante. No me importa demasiado. Depende de las ideas del entrenador y del estilo y la filosof¨ªa del equipo en el que juegue. No hay que olvidar nunca que el f¨²tbol es un deporte de equipo, y si el equipo funciona, todos nos divertimos m¨¢s. Paul por aqu¨ª, Paul por all¨¢. Paul es centrocampista, y su funci¨®n fundamental es ayudar al equipo a hacer aquello para lo que se ha preparado m¨¢s all¨¢ de la obsesi¨®n con el gol, que ya se ha convertido en algo autom¨¢tico, sobre todo trat¨¢ndose de jugadores con una cotizaci¨®n como la m¨ªa. Por suerte, yo tambi¨¦n marco goles. [R¨ªe divertido, casi de s¨ª mismo, sin una sola gota de arrogancia], pero en mi caso eso no es lo importante¡±.

El discurso del jugador sigue un razonamiento que parte tambi¨¦n de sus ideas sobre la evoluci¨®n de los par¨¢metros de evaluaci¨®n del rendimiento: ¡°El juego ha cambiado much¨ªsimo. Yo crec¨ª viendo las haza?as de grandes figuras como Del Piero, Figo o Totti. Todos fueron los mejores del mundo, pero seguramente muchos de ellos no marcaban m¨¢s de 20 goles por temporada. Ahora, los datos, las estad¨ªsticas, se han convertido muchas veces en el ¨²nico criterio para juzgar. Por un lado, est¨¢ bien, forma parte de la evoluci¨®n del f¨²tbol moderno y de su voluntad de jugar cada vez m¨¢s el bal¨®n, pero a menudo se olvida lo dif¨ªcil que ha sido siempre conseguir m¨¢s de 20 goles, incluso para los jugadores excepcionales. Hoy en d¨ªa quiz¨¢ lo sea a¨²n m¨¢s, porque si tomamos la media, la diferencia entre los equipos de alto nivel se ha reducido, en particular en las grandes competiciones. Messi y Cristiano Ronaldo lo han demostrado en los ¨²ltimos a?os. Hacer lo que hacen ellos, tener esas estad¨ªsticas, es la excepci¨®n, no la regla. Actualmente, si un lateral ofensivo marca 10 o 15 goles corre el riesgo de que le digan que no es bastante. Nunca se valora la actuaci¨®n del jugador, algo que yo dir¨ªa que hace algunos a?os se ten¨ªa m¨¢s en cuenta. Basta recordar, por ejemplo, que Pavel Nedved recibi¨® el Bal¨®n de Oro sin que su equipo hubiese ganado la Liga de Campeones ni ¨¦l hubiese marcado demasiados goles. Sencillamente, fue el mejor en lo que su posici¨®n demandaba y recibi¨® el premio por la manera en que fue capaz de influir en el campo¡±, argumenta el franc¨¦s.

Pogba sostiene que tampoco debe ser juzgado por la imagen que proyecta en la que hoy en d¨ªa es la verdadera ventana al mundo: las redes sociales. ¡°Son muy importantes y disfruto con ellas¡±, asegura, ¡°pero me gustar¨ªa que la gente intentase recordar que existen el trabajo y la profesi¨®n, pero tambi¨¦n la vida privada. Cuando publicas cualquier cosa, inmediatamente se relaciona con el esfuerzo que haces profesionalmente. Si comparto en Instagram algo que tenga que ver con mi tiempo libre, no tiene ninguna consecuencia directa sobre mi trabajo en el f¨²tbol, que sigue siendo mi prioridad, ni tiene por qu¨¦ tener consecuencias negativas para mi rendimiento como profesional.Si publico un v¨ªdeo en el que salgo bailando, por ejemplo, no quiere decir que no est¨¦ concentrado en mi trabajo. Me entreno todos los d¨ªas, demuestro mi seriedad continuamente¡±.

Y que nadie se tome estas reflexiones como una cr¨ªtica a las redes sociales. ¡°Creo que son fant¨¢sticas, pero el juicio continuo, sobre cualquier cosa, no lo entiendo demasiado, la verdad. Si gusto a alguien, que me siga en todo lo que hago. Siempre soy yo mismo, es mi filosof¨ªa y mi estilo. Si no le gusto, lo cual es igual de comprensible, pues que no me siga¡±, apostilla el jugador.

Mientras nos acercamos al final de nuestra charla, volvemos al reportaje fotogr¨¢fico. Le gusta hablar de moda porque es una aut¨¦ntica pasi¨®n para ¨¦l. Lo hace con entrega y conocimiento, y no ser¨ªa raro verlo alg¨²n d¨ªa involucrado directamente en el sector, aparte de su actual colaboraci¨®n con Adidas con su colecci¨®n Paul Pogba. ¡°La moda es vida. Nadie va por el mundo desnudo o vestido siempre con lo mismo. He tenido la suerte de jugar en Italia, de ser franc¨¦s, de ver Par¨ªs de cerca, de respirar el ambiente de las semanas de la moda y las grandes firmas. Me gusta mucho; me encantan los colores, la ropa. Hacen que se manifieste la verdadera personalidad de cada uno¡±.