Un eje franco-alem¨¢n extenuado
Hoy, es la existencia misma de la UE como proyecto integrado la que est¨¢ en juego
El proceso de designaci¨®n de los principales cargos institucionales de la UE tras los comicios presenta su aspecto m¨¢s sombr¨ªo, pues cada pa¨ªs y partido pol¨ªtico lucha primero por sus intereses y, en segundo lugar, con sus aliados europeos. En la l¨®gica de una UE pensada como uni¨®n de naciones, la carrera para los puestos de responsabilidad se puede transformar en un fin en s¨ª mismo. Pero la UE es mucho m¨¢s que eso, se orienta a la construcci¨®n de un proyecto com¨²n, de modo que el reparto de sillones debe ser solo un medio para alcanzarlo. Bajo esta inspiraci¨®n prioritaria, la tarea ser¨ªa menos sombr¨ªa.
En el actual marco de negociaciones entre los miembros, ya no se puede recurrir como antes a un potencial acuerdo bajo el duopolio dirigente, es decir, el eje franco-alem¨¢n, porque este est¨¢ considerablemente distanciado. Las esperanzas centristas, liberales y europe¨ªstas del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, topan frontalmente con el inmovilismo de la canciller Angela Merkel; y se puede vaticinar que su sucesora, Annegret Kramp-Karrenbauer, se mostrar¨¢ mucho menos abierta para solucionar los problemas que paralizan a este eje. Ello significa que la batalla de los puestos ser¨¢ decisiva y es la que definir¨¢ qu¨¦ tipo de orientaci¨®n com¨²n se espera para los cinco pr¨®ximos a?os.
Este estado de cosas invita a pensar que hoy es la existencia misma de la UE como proyecto integrado la que est¨¢ en juego. Si no prevalece el esp¨ªritu europeo en el reparto, se acentuar¨¢ la din¨¢mica explosiva que est¨¢ minando paulatinamente a Europa. Con la salida de Reino Unido, la deriva italiana, el repliegue de los pa¨ªses de la Liga hanse¨¢tica, el alejamiento agresivo de Polonia y Hungr¨ªa, las incertidumbres sobre la pol¨ªtica del euro cuando concluya el mandato de Mario Draghi (2020), el concierto europeo nunca fue tan disonante.
Los puntos de desacuerdo entre Francia y Alemania giran en torno a estas cuestiones: ?qu¨¦ procedimiento estable usar para adoptar normas comunes sobre la distribuci¨®n de los puestos de responsabilidad, en especial, la presidencia de la Comisi¨®n? Dadas las condiciones de crisis de la econom¨ªa europea, ?c¨®mo avanzar con el proceso de integraci¨®n de la zona euro, especialmente en materia de presupuesto y de gobernabilidad consensuada del euro? Si hay un acuerdo para empezar a reflexionar sobre una pol¨ªtica de defensa, ?c¨®mo acceder a una pol¨ªtica equilibrada, por no decir com¨²n, de exportaci¨®n de armas? En definitiva, ?c¨®mo favorecer la integraci¨®n y no la mera cooperaci¨®n intergubernamental?
Ante esta coyuntura, Espa?a debe entrar en el juego siendo consciente de un enfriamiento del eje fundador tal que obliga a defender, m¨¢s que nunca, la integraci¨®n. Debe luchar por ocupar los cometidos m¨¢s altos para preservar este esp¨ªritu integrador, pues aquel duopolio originario se presenta cada vez m¨¢s agotado¡ Un debilitamiento que puede acabar con Europa.
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