El pueblo gobernado por mujeres: ¡°No queremos que nadie nos haga la ola, solo respeto¡±
Herminia Ballest¨ªn se convertir¨¢ en alcaldesa de Ang¨¹¨¦s (Huesca) despu¨¦s de que una agrupaci¨®n ciudadana femenina obtuviera la mayor¨ªa absoluta
¡°Uy Ang¨¹¨¦s, ?ese pueblo va a estar gobernado por mujeres! ?Lo has o¨ªdo?¡±. Herminia Ballest¨ªn sonri¨® ante la interpelaci¨®n del conocido y respondi¨® que s¨ª, que algo le sonaba. Unos d¨ªas despu¨¦s la agrupaci¨®n de electores 100% femenina que ella encabeza consigui¨® cuatro de los siete concejales de este pueblo oscense con 206 habitantes censados. El 15 de junio se convertir¨¢ en alcaldesa y tendr¨¢ a su lado a las ocho compa?eras de candidatura. ¡°Al principio hab¨ªa pitorreo total, y yo dec¨ªa ¡®tranquilas, que hay que aguantar el tir¨®n¡¯. Ahora ya no hay cachondeo. No queremos que nadie nos haga la ola, solo respeto¡±, cuenta la futura regidora.
Un manto rojo de miles de amapolas (ababoles en Arag¨®n) rodea este pueblo que ha vivido siempre de la agricultura pero que, como muchos otros, busca otros medios para garantizar su futuro. A escasos kil¨®metros de Huesca, bajo la mirada de la sierra de Guara, Ang¨¹¨¦s se ubica en el Somontano, una comarca cuyo vino tiene denominaci¨®n de origen. En un parque cercano a la residencia de mayores, se re¨²nen seis de las integrantes de Mujeres por el Municipio de Ang¨¹¨¦s y r¨ªen entre ilusionadas e incr¨¦dulas por el revuelo que ha causado su victoria. ¡°Nos sorprende que nuestra candidatura haya atra¨ªdo tanto la atenci¨®n, para m¨ª eso quiere decir que se ha destapado algo. ?Cu¨¢ntos a?os llevan ganado listas solo de hombres en tantos pueblos y eso no ha resultado llamativo?¡±, se pregunta Ana Ruiz. ¡°Aqu¨ª no hemos encorrido a nadie, hemos llevado una campa?a tranquila y sencilla¡±, secunda Ballest¨ªn.
De este Ayuntamiento dependen otros dos n¨²cleos: Besp¨¦n y Velillas. La candidatura integra a vecinas de todos ellos. ¡°Esta campa?a ha habido movimiento e ilusi¨®n, hemos presentado nuestro proyecto en los tres sitios, se ve¨ªa a la gente contenta por volver a tener a oportunidad de elegir y la participaci¨®n ha sido del 77% (en 2015 fue del 57%)¡±, recalca Ruiz. Los dos ¨²ltimos comicios solo se hab¨ªa presentado el PSOE. ¡°No nos esper¨¢bamos ganar, pero ahora estamos preparadas para gestionar¡±, recalca Ballest¨ªn. Atr¨¢s quedaron los primeros pasos renqueantes en los que muchos las amilanaban con la excusa de que al no estar amparadas bajo un partido pol¨ªtico no les har¨ªan caso en las instituciones o que se iban a exponer demasiado.
Cada una tiene una trayectoria diferente. Mar¨ªa de Marco, por ejemplo, lleg¨® a Ang¨¹¨¦s hace siete a?os con su marido en busca del proyecto de casa ecol¨®gica que llevaba tiempo en su mente. Ruiz encontr¨® aqu¨ª hace dos d¨¦cadas el lugar id¨®neo para vivir con su pareja: ¡°Tenemos caballos y quer¨ªamos una casa en el pueblo¡±. Mercedes Moya abandon¨® Barcelona hace 15 a?os con su familia y tuvo en este municipio a su segunda hija. Beatriz Villacampa y M¨®nica Urraca son ¡°de aqu¨ª de toda la vida¡±. Ballest¨ªn destaca que todos los que viven en el municipio est¨¢n arraigados. "Esto no es como cuando se monta una urbanizaci¨®n al lado de un pueblo y los que llegan de fuera no se relacionan", secunda Ruiz. ¡°No nos presentamos enarbolando ninguna bandera del feminismo, porque una manera de hacerlo es precisamente presentarnos. En lugar de la teor¨ªa, nosotras decidimos ponernos a hacer cosas¡±, defiende la alcaldesa electa.
?C¨®mo se fragu¨® este proyecto? ¡°Lo que nos une es el pueblo¡±, puntualiza Mercedes Moya, reci¨¦n salida de su trabajo en la residencia de mayores. ¡°Para saber gestionar un sitio peque?o no hace falta ser de derechas ni de izquierdas, solo vivir en ¨¦l y entender qu¨¦ hay que hacer para que funcione. Para empezar actuar con una l¨ªnea l¨®gica, que esto no sea: ¡®anda, una subvenci¨®n, ?hacemos una piscina climatizada?¡¯. El recorrido tiene que ser el contrario, tener una idea y buscar los medios para llevarla a cabo¡±, a?ade Mar¨ªa de Marco. ¡°Ni ¨¦ramos amigas de caf¨¦ ni de paseo. Todo fue surgiendo de forma natural, nos llamamos las unas a las otras pensando que hab¨ªa que hacer algo por Ang¨¹¨¦s. Conocemos la situaci¨®n, sabemos que un pueblo es mucho m¨¢s que esa imagen preciosista de jolgorio de pajaritos cantando¡±, resume Ballest¨ªn.
Una de sus prioridades es que el colegio, que ahora cuenta con 17 alumnos, se mantenga abierto. Tambi¨¦n aspiran a abrir m¨¢s el Ayuntamiento a los vecinos y mejorar las comunicaciones entre los tres n¨²cleos. ¡°No nos vamos a poner a levantar un rascacielos, queremos sacar adelante cosas pr¨¢cticas, del d¨ªa a d¨ªa¡±, afirma Ballest¨ªn. Todo lo que han obtenido de su entorno es apoyo. ¡°Mis hijos est¨¢n encantados, y mi marido que al principio no lo ve¨ªa, ahora est¨¢ feliz¡±, indica Beatriz Villacampa, Betty. ¡°Es que nuestra familia nos ha visto tan ilusionadas, que todo lo que hemos obtenido de ellos ha sido apoyo. Sal¨ªa de trabajar y me iba corriendo a reunirme con las chicas porque ten¨ªamos mucho de qu¨¦ hablar¡±, a?ade Ruiz.
?Cu¨¢ntos a?os llevan ganado listas solo de hombres en tantos pueblos y eso no ha resultado llamativo?
Las reci¨¦n elegidas concejalas reconocen que aspiran a representar p¨²blicamente el papel de muchas mujeres en el mundo rural. ¡°Nuestro papel ha sido siempre fundamental: hemos mantenido unida la casa, hemos apoyado, hemos dado ideas que han ejecutado otros. Si me preguntas qu¨¦ papel tiene el hombre en el mundo rural, tambi¨¦n te digo que fundamental. Lo que pasa es que creo que ha llegado el momento en el que ambos pueden conjugarse. No veo que sea pr¨¢ctico poner a ninguno por encima del otro. Hay mujeres flojas igual que hombres¡±, apunta Ballest¨ªn. Un se?or al mando de un tractor rodea a las mujeres haciendo un gesto cari?oso de la que nos espera con las manos. Ellas saludan y vuelven a re¨ªr. En la pedan¨ªa de Besp¨¦n, Paco Aso, uno de sus vecinos, se muestra pr¨¢ctico: ¡°Hay que ver c¨®mo lo hacen, y si son buenas, pues seguir¨¢n saliendo elegidas¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.