Intimidades
La Universidad de Alicante ha tomado la decisi¨®n de forma cautelar, que es la forma en que murieron muchos republicanos cuya memoria tampoco se hizo p¨²blica
El secretario del consejo de guerra que sentenci¨® a muerte al poeta Miguel Hern¨¢ndez se llamaba Antonio Luis Baena Toc¨®n y era alf¨¦rez en el ej¨¦rcito franquista. Al menos, as¨ª se llamaba hasta ahora, porque la Universidad de Alicante ha accedido a eliminar su nombre de dos art¨ªculos en formato digital del profesor Juan Antonio R¨ªos Carratal¨¢ sobre el asunto. La decisi¨®n de la UA se ha tomado a petici¨®n del hijo de Baena Toc¨®n, ampar¨¢ndose en la ley de protecci¨®n de datos. Al parecer, seg¨²n ¨¦l y seg¨²n ha aceptado la universidad, la acci¨®n de Baena Toc¨®n era de car¨¢cter ¨ªntimo.
No est¨¢ mal lo de la universidad, sobre todo porque abre una enorme posibilidad de intimidades de muchas clases, empezando por la violencia de g¨¦nero. ?Cabe, por ejemplo, un acto m¨¢s ¨ªntimo que matar a una mujer en un bosque despu¨¦s de violarla? Y no digamos si el asesinato se comete en la habitaci¨®n conyugal.
Ya era hora de que se pusiera fin a tanto atropello. Antonio Luis Baena Toc¨®n no hac¨ªa otra cosa que realizar en la intimidad un oficio que se exig¨ªa para que un juicio fuera legal en los tiempos ¨ªntimos del franquismo m¨¢s virulento de la posguerra. La universidad ha tomado la decisi¨®n de forma cautelar, que es la forma en que murieron muchos republicanos cuya memoria tampoco se hizo p¨²blica. En algunos casos fue tan respetuoso el franquismo con los muertos, que no dijo ni en qu¨¦ cuneta los tiraban.
Pero volvamos a lo contempor¨¢neo. Vox ha descubierto en Andaluc¨ªa, y el PP y Ciudadanos pueden ayudarle en el resto de Espa?a, la violencia ¡°intrafamiliar¡±, que no tiene nada que ver con el machismo, como sabemos todos, y las muertas mejor que nadie. Es buena idea lo de las acciones ¨ªntimas. Si borramos los nombres de los asesinos, y decimos que se realizaron en la intimidad, se acab¨® el machismo como problema. Igual que se puede acabar el franquismo como problema, porque, dejando de lado al dictador asesino, nadie va a aparecer en los libros de Historia en relaci¨®n con los cr¨ªmenes cometidos durante la posguerra civil.
Atentos, pues, a lo que decida la UA dentro de un tiempo. Su decisi¨®n puede ser el momento que marque el comienzo de una nueva era indudablemente m¨¢s feliz: Espa?a sin Historia ni machismo.
No estar¨ªa de m¨¢s saber los nombres de quienes han tomado la decisi¨®n en la UA. ?O era un acto ¨ªntimo?
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