La imparable feminizaci¨®n del armario masculino
La Semana de la Moda para hombre en Par¨ªs confirma el giro inexorable de las firmas de lujo hacia prendas y cortes propios del g¨¦nero opuesto.
La moda masculina vive tiempos de cambios. Tras el pronunciado giro hacia un estilo urbano y casual, que ha llevado pr¨¢cticamente a enterrar el traje en nombre de un dogma fundamentado en la camiseta y las maxideportivas, se produce otro vuelco en paralelo: la r¨ªgida frontera que sol¨ªa separar los g¨¦neros se diluye cada vez m¨¢s. Lo demuestran los desfiles celebrados esta semana durante la semana de la moda masculina en Par¨ªs, dedicada a las colecciones de la pr¨®xima primavera-verano. En ellas, los colores, texturas y materiales parecen confirmar un cambio de paradigma que lleva a?os gest¨¢ndose.
El influyente Virgil Abloh, director creativo de la l¨ªnea masculina de Louis Vuitton y l¨ªder espiritual de hordas de consumidores mil¨¦nicos, lo ha atestiguado con su nueva colecci¨®n, presentada el jueves en una plazoleta de la isla de la Cit¨¦, a pocos metros de la catedral de Notre Dame, todav¨ªa convaleciente tras el incendio del mes de abril. Los invitados se sentaron en las terrazas de los caf¨¦s de ese rinc¨®n del Par¨ªs m¨¢s tur¨ªstico, entre vendedores ambulantes de cr¨ºpes, helados y souvenirs con el logo de la firma a la vista. El leit motiv del desfile fueron las flores, que aparecieron en estampados y bordados, colocadas en sombreros de paja o incrustadas en una nueva versi¨®n del m¨ªtico arn¨¦s que Abloh present¨® en su primera colecci¨®n para la marca francesa.
El dise?ador de Chicago parti¨® de una silueta previsiblemente holgada y de esp¨ªritu urbano, pero la altern¨® con tonos pastel, transparencias inesperadas, trencas de vinilo, delicados lazos que decoraban prendas y accesorios e incluso algunos modelos de falda-pantal¨®n. Su colecci¨®n tambi¨¦n hizo gui?os al ADN viajero de la marca, que empez¨® vendiendo ba¨²les y maletas en el Par¨ªs decimon¨®nico. Algunos modelos cargaban con mochilas alpinas de boy scout y otros luc¨ªan bolsas superpuestas en bandolera, como si fueran hombres orquesta que hubiesen sustituido sus instrumentos por un sinf¨ªn de accesorios. Otros parec¨ªan ni?os atados a sus cometas, algo as¨ª como encarnaciones modernas de ?caro que so?aban con echarse a volar.
Valentino tambi¨¦n opt¨® por el tema del viaje como inspiraci¨®n, un recurso cl¨¢sico en las colecciones estivales. El m¨¦rito es que no cayera en ning¨²n lugar com¨²n. El dise?ador Pierpaolo Piccioli sigue en su mejor momento creativo. Esta vez present¨® camisas y chaquetas repletas de paisajes inspirados en la literatura fant¨¢stica, escenarios posapocal¨ªpticos dise?ados por el artista brit¨¢nico Roger Dean. Sin enmarcarse tan expl¨ªcitamente en lo femenino como Abloh, Piccioli tambi¨¦n tom¨® alg¨²n pr¨¦stamo del vestuario de mujer en una colecci¨®n donde abundan los cortes anchos y largos. Lo demostraban sus tonos estridentes de naranja y violeta, que combin¨® con negros, marrones y grises en una chillona interpretaci¨®n del estampado militar de camuflaje. Adem¨¢s, propuso t¨²nicas indias de estilo kurta, gabardinas con pliegues bicolor y capas dram¨¢ticas, que no quedaban tan lejos de las que el fundador de la marca italiana sol¨ªa dise?ar, en otro tiempo, para las grandes divas.
Dries Van Noten lleva d¨¦cadas transitando por la delgada l¨ªnea que separa a los armarios de hombre y mujer, aunque nunca a trav¨¦s del calco m¨¢s burdo. Consciente de que por fin tiene el viento a favor, en esta ¨¦poca tan propicia a la fluidez, el dise?ador belga parece extremar esa apuesta en su nueva colecci¨®n. En ella tambi¨¦n abundan las flores, como girasoles, lirios e hibiscos, adem¨¢s de falsas pieles de cebra, tigre y leopardo. Hasta sus camisetas imperio, prenda hipermasculina desde tiempos de Marlon Brando, se ven feminizadas con escotes balc¨®n y un tul semitrasparente. Marcas m¨¢s peque?as, como Phipps o Bode, que debutaban en esta semana de la moda, tomaron caminos similares. La primera, fundada en Par¨ªs por el dise?ador californiano Spencer Phipps, present¨® t¨²nicas para hombre que se vest¨ªan con chaquetas extragrandes, mientras que la segunda, impulsada por la tambi¨¦n estadounidense Emily Adams Bode, hizo desfilar a sus andr¨®ginos modelos con zapatillas de ballet.
En medio de ese paisaje tambi¨¦n apareci¨® otro enemigo declarado de la llamada gran renuncia masculina, ese momento en el siglo XIX en el que los hombres prescindieron de ornamentos y colores vivos. Alejandro G¨®mez Palomo lanz¨® un nuevo ataque contra los c¨®digos cl¨¢sicos del armario masculino a base de volantes, ganchillos con pedrer¨ªa y cors¨¦s de vinilo. La moda espa?ola tambi¨¦n estuvo representada por Alled-Mart¨ªnez, la marca del dise?ador catal¨¢n Archie Alled, de 28 a?os, ganador del ¨²ltimo premio LVMH en la categor¨ªa de graduados. Se estren¨® en Par¨ªs con una colecci¨®n inspirada en la vida nocturna en la capital francesa a finales de los 70, cuando dandis decadentes como Jacques de Bascher deambularon por los clubs m¨¢s s¨®rdidos. Alled neutraliza el binarismo de g¨¦nero sin golpes de efecto, con una inusual apuesta por la sastrer¨ªa de punto. ¡°No hay nada rompedor en vestir al hombre con prendas ic¨®nicamente femeninas. Mi propuesta es usar el tejido y la t¨¦cnica¡±, sostiene el dise?ador, confirmando que vivimos un tiempo extra?o y excitante para la moda masculina.
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