Traici¨®n y aprendizaje
A menudo las explicaciones contradictorias conviven alegremente y solo m¨¢s tarde sabemos si el cambio mereci¨® la pena
Todos los partidos, como todas las personas, traicionan un elemento esencial de s¨ª mismos. El primer p¨²blico del spin somos nosotros. Nos convencemos de que en el fondo no nos hemos traicionado: nos decimos que sabemos evolucionar ¡ªno podemos seguir pensando lo mismo cuando las cosas cambian¡ª o que de hecho es ahora cuando somos m¨¢s fieles a nosotros mismos. A menudo las explicaciones contradictorias conviven alegremente y solo m¨¢s tarde sabemos si el cambio mereci¨® la pena.
Ciudadanos naci¨® como un partido que combinaba liberalismo y socialdemocracia, y que desafiaba la hegemon¨ªa nacionalista en Catalu?a, pero desde hace unos meses busca ser el primer partido del bloque de la derecha. Eso puede aparejar una insalubre cercan¨ªa al nacionalismo espa?ol de Vox y otorgar m¨¢s poder a los nacionalistas perif¨¦ricos, lo que no parece incomodar en exceso al Partido Socialista. Las propuestas de pol¨ªticas p¨²blicas, que siguen existiendo, quedan ocultas por una vehemencia maniquea. En el Ayuntamiento de Barcelona, una formaci¨®n que muchas veces hab¨ªa reivindicado el pragmatismo parec¨ªa renunciar al principio de Raymond Aron ¡ª¡°nunca se elige el bien frente al mal, sino lo preferible ante lo detestable¡±¡ª y estaba dispuesta a dejar el consistorio en manos de Oriol Junqueras.
En el caso de la generaci¨®n pol¨ªtica que surgi¨® del 15-M, hemos visto c¨®mo el partido que denunciaba el r¨¦gimen del 78 y despreciaba la Transici¨®n terminaba leyendo la Constituci¨®n en debates electorales. En este caso, el viraje se puede ver tambi¨¦n como una educaci¨®n: el aprendizaje ha salido ciertamente caro, pero al menos lo hemos visto en directo. ??igo Errej¨®n comenz¨® a reivindicar el pluralismo mediada la treintena, despu¨¦s de quedar en minor¨ªa en su partido, como un fil¨®logo que descubriera la narraci¨®n en tercera persona tras entregar la tesis doctoral. Ada Colau se ech¨® a llorar al recordar los insultos que sufri¨® en la plaza de Sant Jaume. Es una amarga lecci¨®n para una activista que defend¨ªa los escraches. Representantes del PP, Ciudadanos y PSC reciben desde hace tiempo insultos sexistas, xen¨®fobos y deshumanizadores de los secesionistas. A lo mejor Colau, que alguna vez ha reprochado a los dem¨¢s su falta de empat¨ªa, padec¨ªa en esos casos un fallo de la imaginaci¨®n que le imped¨ªa colocarse en su lugar. Quiz¨¢ esos lamentables insultos tengan un valor pedag¨®gico y contribuyan a que se entienda mejor lo que es el independentismo realmente existente. @gascondaniel
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