Gobierno verde dan¨¦s
La solidez del Ejecutivo no se basa en su n¨²mero de esca?os, sino en la claridad del acuerdo de legislatura
Tras 20 d¨ªas de negociaciones, cuatro partidos daneses alcanzaron el martes un acuerdo de legislatura basado en un documento de 18 folios que ha permitido formar un Gobierno en solitario a la l¨ªder del Partido Socialdem¨®crata, Mette Frederiksen. Los t¨¦rminos de este pacto convierten a Dinamarca en uno de los primeros Estados que se marcan como objetivo principal de su gesti¨®n la lucha contra la emergencia clim¨¢tica, con un plan para reducir en 2030 en un 70% las emisiones de efecto invernadero (el objetivo hasta ahora era del 40%), entre muchas otras medidas concretas, que van desde el combate contra los pl¨¢sticos hasta la transformaci¨®n del transporte.
La ambici¨®n del pacto coincide con la magnitud del problema y abre un camino para otros pa¨ªses que quieran situarse en la vanguardia de la lucha contra el calentamiento global. En ese sentido, el acuerdo dan¨¦s es un ejemplo indudable de realismo econ¨®mico y responsabilidad medioambiental. El documento se?ala que revertir el aumento de la temperatura ¡°no es solo la decisi¨®n correcta, sino la m¨¢s responsable desde un punto de vista econ¨®mico¡±.
Tambi¨¦n resulta encomiable el pragmatismo, la relativa rapidez ¡ªen Dinamarca, tres semanas de negociaciones se consideran un plazo largo¡ª y la transparencia con las que se han llevado a cabo las discusiones entre cuatro partidos que representan un amplio espectro ideol¨®gico: los socialdem¨®cratas, que ganaron las elecciones y lograron 48 diputados (un 26%), los socioliberales (centristas), los socialistas populares (centroizquierda) y la rojiverde Lista Unitaria. Entre todos suman 91 de los 179 esca?os del Parlamento. Dos pa¨ªses n¨®rdicos, Suecia y Finlandia, tambi¨¦n eligieron este a?o Ejecutivos socialdem¨®cratas. Ambos se han marcado objetivos medioambientales, aunque no han ido tan lejos como Dinamarca.
Mette Frederiksen, que con 41 a?os se ha convertido en la primera ministra m¨¢s joven de la historia de Dinamarca, ha tenido que renunciar durante las conversaciones a objetivos que se marc¨® durante una campa?a electoral en la que exhibi¨® un discurso muy social en lo econ¨®mico, pero duro en pol¨ªticas de asilo. Por ejemplo, defendi¨® enviar a extranjeros con antecedentes a una isla deshabitada del B¨¢ltico, una promesa que se ha quedado fuera. Revertir la austeridad para combatir la desigualdad, con inversiones en sanidad y educaci¨®n, constituye otro aspecto importante del pacto.
La solidez del nuevo Gobierno dan¨¦s se basa no tanto en su n¨²mero de esca?os, sino en la claridad de los t¨¦rminos del acuerdo, en el espectro pol¨ªtico que abarca y en la ambici¨®n de sus objetivos, que van m¨¢s all¨¢ de este pa¨ªs, ya que Dinamarca pretende arrastrar a otros socios de la UE hacia este modelo de gesti¨®n verde.
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