C¨®mo ir a una entrevista de trabajo con medias azules se convirti¨® en un escudo contra el machismo
Mary Beard, escritora e intelectual brit¨¢nica, explica por qu¨¦ siempre elige esta prenda cuando opta a un puesto laboral
Cuando una mujer reivindica su poder o reclama m¨¢s visibilidad en las instituciones, a menudo la rebautizan con el nombre de Mary Beard. Esta historiadora e intelectual brit¨¢nica se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en un icono del feminismo. Con el mismo humor e inteligencia que usa para responder a aquellos que la atacan en redes sociales, la catedr¨¢tica de Cambridge ha conseguido acercar la cultura cl¨¢sica a un p¨²blico generalista. A trav¨¦s de sus documentales en la BBC o en sus diferentes libros ¨Cel ¨²ltimo se titula La civilizaci¨®n en la mirada¨C, refleja tambi¨¦n c¨®mo la sociedad se ha construido a base de silenciar y excluir a las mujeres. Ella misma ha vivido esa situaci¨®n a lo largo de su carrera, pero tiene un truco para salir airosa de la situaci¨®n: unas medias azules.
"Hay una antigua expresi¨®n inglesa referida a las mujeres acad¨¦micas, a las eruditas: se les llamaba bluestocking ["las de las medias azules"] y no era ning¨²n cumplido. Ven¨ªa a decir que esas mujeres no eran para nada sexis. Cuando fui por primera vez a una entrevista de trabajo, pens¨¦: estos hombres (porque la mayor¨ªa eran hombres) seguro que dir¨¢n cosas sobre m¨ª, dir¨¢n: 'Es una aut¨¦ntica marisabidilla'. Y me dije a m¨ª misma: 'Les voy a dejar claro que ya s¨¦ lo que est¨¢n pensando", le contaba Beard a la periodista Sandra Sabat¨¦s en una entrevista reciente en El intermedio. "As¨ª que me compr¨¦ unas medias azules, como para decirles: 'A ver qui¨¦n se atreve ahora a ir diciendo por ah¨ª que soy una listilla'. Y si alguno se atreve, que sepa que lo s¨¦, y que me da igual", zanjaba entre risas.
El t¨¦rmino bluestocking al que se refiere la historiadora surgi¨® en Reino Unido a partir de la Blue Stockings Society, un movimiento literario fundado por la escritora brit¨¢nica Elizabeth Montagu y la intelectual irlandesa Elizabeth Vesey en el siglo XVIII. Su finalidad era acercar la literatura a las mujeres, en un momento en el que solo los hombres ten¨ªan acceso a la universidad y ellas deb¨ªan acallar su inteligencia. Pero tambi¨¦n los varones estaban invitados y disfrutaban de este club literario (a veces, comport¨¢ndose de forma condescendiente o insultado a sus compa?eras). Incluso se cree que el origen del nombre se debe al bot¨¢nico Benjamin Stillingfleet, que como no ten¨ªa dinero suficiente para comprar unas medias negras de seda ¨Cpropias de la indumentaria de la ¨¦poca¨C, se present¨® con las m¨¢s baratas del mercado, unas de lana azul.
Se desconoce si fue por el resentimiento de aquellos a los que no invitaban a sus charlas o porque la sociedad de la ¨¦poca todav¨ªa no estaba preparada para el cambio, pero las bluestocking pronto se convirtieron en un objeto de mofa. "Es el personaje m¨¢s odioso de la sociedad", apuntaba el humanista William Hazlitt. "Las azules, esa tierna tribu que suspira por los sonetos", escrib¨ªa Lord Byron en su poema Don Juan, quien tambi¨¦n le recomend¨® a la poeta Felicia Dorothea Hemans "tejer calcetines azules en lugar de usarlos".
Como ocurri¨® con la palabra ¡®maric¨®n¡¯ entre el colectivo LGTBQI o el despectivo ¡®nigga¡¯ entre la comunidad negra, tambi¨¦n Mary Beard ha decidido apropiarse del insulto para reformular su significado. ¡°Y no te haces a la idea de c¨®mo eso te levanta la moral¡±, apuntaba la historiadora. ¡°Soy muy afortunada porque he tenido muchas entrevistas de trabajo. Y siempre que tengo una, me pongo medias azules, y lo mismo recomiendo a mis alumnas. As¨ª nos evitamos ese tipo de bromas. Y si quieren hacerlas de todas formas, sabr¨¢n que lo sabemos, y que nos da igual¡±.
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