Por favor y gracias

La relajaci¨®n de las normas, la b¨²squeda de lo natural, est¨¢ provocando que algunas expresiones muy importantes de la sociedad como ¡°por favor¡± y ¡°gracias¡± tiendan a desaparecer. Cuando se ense?a a un ni?o a utilizarlas no se le est¨¢ privando de su naturalidad o libertad. Inicialmente, ese ni?o interpretar¨¢ ¡°por favor¡± como una expresi¨®n m¨¢gica que concede sus caprichos. Sin embargo, el complemento ¡°gracias¡± le har¨¢ ver que ha habido un esfuerzo por parte del pr¨®jimo y que hay que valorarlo. Que el ni?o se d¨¦ cuenta de que no es el centro del universo y de que los dem¨¢s no somos elementos dispuestos a conceder cada uno de sus deseos es algo fundamental no solo para ¨¦l mismo, sino para la sociedad en la que vive. Una sociedad en la que vivimos en convivencia y que, cuanto mayor sea la armon¨ªa de esa convivencia, mejor viviremos todos, no es algo tan dif¨ªcil de lograr. Los detalles, no tan peque?os: saludar, agradecer, sonre¨ªr, etc¨¦tera, en general, no son costosos y cambian la base del pensamiento: dejemos de pensar como individuos aislados para formar parte de una comunidad.

Amia Guti¨¦rrez Domingo. Cartagena (Murcia)